Las transacciones de bonos del Tesoro se han vuelto más volátiles en los últimos días y la tendencia podría continuar mientras los operadores intentan ajustarse a un mercado en constante flujo.   Reuters     La impresión de los inversionistas de bonos del Gobierno de Estados Unidos es que creen que la Fed está cerca de poner fin a su programa de compra de bonos por 2.5 billones de dólares en cuatro años y medio. Aquella percepción ha estado causando desajustes en el mercado de deuda del Tesoro. En las últimas seis semanas, los rendimientos de las notas referenciales a 10 años del Tesoro estadounidense aumentaron a un 2.19%  desde un 1.60% a inicios de mayo. Como resultado, el mercado ha visto una fuerte salida desde los fondos de bonos y una notable falta de demanda en las subastas de notas del Tesoro. Las salidas de fondos y la mayor volatilidad ofrecen una visión preocupante de cómo podrían comportarse los mercados mientras la Fed evalúa retirar su enorme estímulo monetario a la economía estadounidense. “Cuando ves los volúmenes y movimientos en diferentes mercados, ves que la transición desde la expansión a una reducción y el ajuste que le sigue tendrá muchos obstáculos en el camino”, dijo Steve Rodosky, encargado de operaciones de papeles del Tesoro y derivados de Pimco, que administra el mayor fondo de bonos del mundo. Las expectativas de volatilidad futura en el mercado de bonos gubernamentales también aumentaron. El índice Merrill Lynch MOVE, que estima la volatilidad de futuros de retornos de papeles de largo plazo, saltó a 84.7 el lunes, su nivel más alto en casi un año, desde un mínimo de varios años de unos 50 puntos a inicios de mayo, y a 79 el jueves. Combatir a la Fed es visto como una estrategia de pérdida. Tras cuatro años de un estímulo monetario histórico, varios inversores están inseguros respecto a qué hacer cuando el banco ya no sea el principal catalizador de las movidas del mercado. Inversionistas huyeron de los fondos de bonos con el alza de tasas, sacando 10,930 millones de dólares desde los fondos en la semana que terminó el 5 de junio, según el Investment Company Institute, la mayor salida de fondos desde el 15 de octubre del 2008. Los bonos habían visto anteriormente entradas por 21 meses consecutivos, de acuerdo a ICI. “Ya no hay una diferencia en las voces del mercado. Hay unos pocos grandes actores y todos los otros siguen a la Fed, por lo que cuando la Fed se retira todos tratan de salir al mismo tiempo y no hay otra parte del mercado”, dijo Gang Hu, encargado de operaciones de tasas lineales de Estados Unidos de Credit Suisse en Nueva York. Al mismo tiempo, los grandes bancos operadores son menos capaces de absorber las masivas ventas de deuda debido a las nuevas normas que pretenden reducir los riesgos asumidos por instituciones que resulten en balances menores, lo que podría sumarse a la volatilidad de precios. Las subastas trimestrales de esta semana lanzadas por el Tesoro estadounidense de deuda a tres, 10 y 30 años fueron notablemente débiles. “La capacidad de los operadores de resguardar el recorte del riesgo es mucho más limitada debido al ambiente regulatorio, lo que favorece movimientos exagerados de precios hacia estos flujos”, dijeron analistas de Merrill Lynch en un reporte divulgado el miércoles.     Punto de Inflexión     No todos esperan que el programa de compra de bonos de la Fed sea reducido en el corto plazo, especialmente porque la inflación permanece por debajo de la meta del banco central de un 2% y el desempleo todavía no se acerca al objetivo oficial del 6.5%. “El mercado parece tener una idea de que podría ser muy pronto, nosotros creemos que eso es una mala lectura y es muy improbable”, dijo Michael Schumacher, encargado de estrategia de tasas globales de UBS en Connecticut. No obstante, muchos consideran que el mercado está cerca de un punto de inflexión en el que quedará claro que el alivio de la Fed alentó un crecimiento económico lo suficientemente sólido como para dejar de expandir su hoja de balance, o que el beneficio de nuevos estímulos es superado por el riesgo de burbujas de activos y distorsiones en el mercado. “Tienes otros 12-18 meses quizás (de alivio cuantitativo) y a ese punto deberías esperar que las tasas suban”, dijo Tad Rivelle, encargado de inversión en renta fija de TCW, donde ayuda a administrar 135,000 millones de dólares en activos. “El alivio cuantitativo tiene un enorme poder, pero ese poder no está bajo el control preciso de la Fed. La falta de especificación exacta sobre dónde termina el exceso de liquidez sugiere que esto podría filtrarse a los mercados emergentes, podría afectar al mercado inmobiliario, al mercado bursátil”, explicó Rivelle. Los efectos negativos de una salida de la Fed del mercado se han sentido anteriormente, entre los programas previos de alivio cuantitativo del banco central, pero fueron temporales porque la economía nuevamente flaqueó y el banco central volvió a intervenir. Varios inversionistas creen que esta vez la economía está en mejor pie para absorber el impacto cuando la Reserva Federal deje de expandir su hoja de balance.

 

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