Sin empresarios y autoridades dialogantes —dos espacios de lo privado y lo público donde existen ciudadanos con liderazgos, responsabilidades y riesgos, pero también compromiso— no hay comunidad nacional.

Sí existen puentes entre el partido predominante y los empresarios, y sí los hay por donde transitan diversas nociones, demandas, expectativas y soluciones de problemas ciudadanos. Habrá que ampliar sus avenidas.

Esos espacios de interlocución son de interés nacional, como se ha sabido comprender, por ejemplo, en la capital nacional donde la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, tiene como artífice de ese diálogo al secretario de Economía, Fadlala Akabani.

La necesaria comprensión del concepto “comunidad” ciudadana es uno de los ejes que sostendrá al país en medio de los desafíos económicos colaterales a la pandemia de Covid-19. Los cimientos de las estrategias y los programas más efectivos se encuentran en la capacidad de trabajar sobre la vulnerabilidad económica y social del presente.

Los primeros cuatro meses de la pandemia han tenido impactos contundentes. El IMSS, cuyas atribuciones posibilitan un preciso seguimiento del estatus laboral de México, ha revelado la pérdida de 921 mil 583 empleos entre enero y junio de 2020.

Casi una tercera parte de dichos puestos cayó en las primeras semanas del confinamiento, un periodo breve con efectos que podrían extenderse durante décadas, como ya advirtió la OMS.

Al concepto comunidad le siguen la reflexión y la acción: los pilares que sostendrán la seguridad, la salud y la economía, cuya reactivación ha iniciado ya a nivel nacional con el empuje de los sectores esenciales. El tránsito hacia la renovación sucede, y a nivel local lo comprueba el nombramiento del nuevo titular de la Coparmex CDMX, Armando Zúñiga Salinas, integrante también del Consejo Ciudadano de la capital nacional.

Su llegada se sincroniza con la baja hospitalaria de los últimos días en la CDMX, la cual ha servido como indicador del cambio de semáforo, y el impulso escalonado de la economía.

Para crear una verdadera comunidad no se puede limitar toda la responsabilidad al gobierno federal y local de cara a la crisis. Existen dos actores fundamentales: la sociedad civil y las cúpulas empresariales. El trabajo solidario, como un solo equipo, es indispensable para hablar de reactivación y defensa del empleo.

La “ayuda mutua” se ha revelado como una clave estratégica a largo plazo, una directriz bajo la destacada gestión de Jesús Padilla al frente del organismo empresarial, hombre de méritos propios, siempre colaborador y visionario. En el nuevo ciclo de la Coparmex, la conciencia de la vulnerabilidad de los trabajadores y del impacto del confinamiento en la economía, también habrán de marcar las acciones.

Con esta base, las redes empresariales podrán sostener a la sociedad civil, a los emprendedores y a los pequeños empresarios. Bajo la mirada de Zúñiga Salinas, un empresario que cinceló su futuro en la crisis de los 90, se cubre el umbral de entendimiento de tres sectores: la iniciativa privada, los emprendedores y la sociedad civil.

En la construcción de ese entramado, Akabani, Zuñiga y Padilla son actores cuyo compromiso trascenderá sus responsabilidades actuales, si hay que extrapolar sus comportamientos previos.

Contacto:

* Salvador Guerrero Chiprés es Presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México

TW: @guerrerochipres

www.consejociudadanomx.org

Twitter: @elconsejomx

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