Luego de darse a conocer que Tokio será la sede de los Juegos Olímpicos del 2020, la Oficina del Gabinete mostró que la economía se expandirá a un 3.8% desde un 2.6%, lo que fortalece la posibilidad al aumento de impuestos.   Reuters TOKIO  – La economía de Japón se expandió mucho más rápido que lo previsto inicialmente en el segundo trimestre, en una nueva señal de que la tercera economía más grande mundo se está recuperando. Las últimas cifras económicas fortalecen además los argumentos para que el primer ministro Shinzo Abe proceda a concretar un aumento de impuestos sobre las ventas que está previsto para el año que viene. Los datos positivos vinieron horas después de que Tokio fue seleccionada para organizar los Juegos Olímpicos del 2020, que las autoridades elogiaron como otro factor que impulsará a la economía asiática. La noticia sobre los Juegos Olímpicos y los datos del PIB impulsaron el índice Nikkei de la bolsa de Tokio un 2.5% para cerrar en 14,205.23 puntos, el nivel más alto desde el 6 de agosto. La mejora en el gasto de capital llevó a una revisión al alza en el Producto Interno Bruto (PIB) del período abril-junio, el cual se expandirá a una tasa anualizada de un 3.8% desde un 2.6% previo, mostraron datos de la Oficina del Gabinete. El tercer trimestre consecutivo de crecimiento, en línea con la proyección promedio de mercado, destacó la fortaleza de la recuperación de Japón y aumentó la posibilidad de que el Gobierno siga adelante con un alza de los impuestos sobre las ventas en dos etapas. “Las empresas están reemplazando equipos antiguos, lo que llevó a la revisión al alza del PIB”, dijo Hiroaki Muto, economista senior de Sumitomo Mitsui Asset Management. “Esto significa que el Gobierno puede elevar el impuesto sobre las ventas en la fecha prevista”, agregó. El crédito bancario subió un 2% en el año hasta agosto y los préstamos de los grandes bancos marcaron el incremento más veloz en más de cuatro años, mostró otro dato, lo que sugiere que la mejoría del panorama está impulsando más préstamos para nuevas inversiones. Preocupaciones de deflación persisten Japón emergió de la recesión en el 2012 y los datos de gran parte de este año han mostrado los beneficios de las políticas reflacionarias de Abe y de los estímulos monetarios agresivos del banco central. El PIB del segundo trimestre tiene lugar tras una expansión anualizada de un 4.1% en los primeros tres meses de este año, impulsado en gran parte por un fuerte gasto del consumidor. El gasto corporativo de capital fue revisado al alza a un aumento del 1.3% desde un declive previo de un 0.1% lo que marcó el primer incremento en seis trimestres. El Gobierno ha citado el PIB revisado entre una serie de factores clave a la hora decidir si continuar con un alza de impuestos a las ventas a un 8% desde un 5% en abril próximo, y a un 10% en el 2015, una medida vista como crucial para reparar las golpeadas finanzas de Japón. Los datos entregan municiones al Gobierno para contrarrestar a los críticos del plan, quienes han llamado a retrasar o a moderar el incremento tributario pues consideran que la economía nipona es aún demasiado débil como para resistir ese gravamen. La confianza del sector de servicios empeoró por quinto mes consecutivo en agosto y los minoristas estiman que el panorama se deteriorará aún más, mostró un sondeo del Gobierno. Algunas compañías se quejan de que los consumidores ya están conteniendo el gasto en anticipación al aumento de la carga impositiva. Etsuro Honda, asesor de Abe y declarado opositor del plan para elevar impuestos, advirtió que hacer eso ahora podría destruir una oportunidad dorada para poner fin a años de declives. “Japón está en proceso de salir de la deflación, pero aún no está fuera de ella. La economía no está de vuelta en una fase de recuperación autónoma”, declaró a Reuters el lunes.  

 

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