Han pasado 12 años desde que Javier Lozano renunció a su militancia en el PRI y se unió a la campaña electoral de su ex compañero de la Libre de Derecho, Felipe Calderón, con el argumento de que Roberto Madrazo se había autoimpuesto como candidato presidencial del Revolucionario Institucional. Un motivo muy similar lo llevó semanas atrás a romper ahora con el PAN, tomar la decisión de ser senador independiente y apoyar la candidatura de José Antonio Meade, por la coalición PRI, PVEM y Nueva Alianza. En esta ocasión, la culpa de su salida la tuvo un “joven ambicioso (Ricardo Anaya) que destruyó a Acción Nacional desde su interior y utilizó los recursos del partido para promocionarse e imponerse como el candidato para las próximas elecciones presidenciales”. En entrevista con Forbes en la sala de su amplia oficina, ubicada en el sexto piso del Senado de la República, Lozano Alarcón cuenta que en esta ocasión no se integrará a las filas del PRI, pues actualmente “las disputas electorales se enfocan en las personas, los candidatos, y no en los partidos a los que abanderan”. Fue precisamente las credenciales de Meade, tales como su amplia experiencia en el servicio público, su preparación académica y su “forma discreta y ponderada de analizar las cosas y tomar decisiones”, lo que lo convenció, asegura, no sólo de votar por él, sino trabajar en su equipo de campaña como vicecoordinador de mensaje y coordinador de voceros. Lee también: Lozano regresa a sus orígenes: se suma al equipo de Meade Con la misma energía que imprime en cada una de sus respuestas, el hoy autoexiliado del PAN, niega rotundamente que la carrera por la silla presidencial esté perdida para el candidato del PRI, Meade Kuribreña. “Estamos a cinco meses, todavía hay encuestas que señalan que 28% (de los electores) no ha decidido su voto, es casi una tercera parte. La gente va a razonar su voto como lo han hecho en otras elecciones y van a elegir entre dos punteros y van a ir por la opción de seriedad, certidumbre, estabilidad política, de leyes, de instituciones, no de ocurrencias”. Ha dicho que la elección presidencial se va a disputar entre Morena y el PRI. ¿Cómo es que se va a dar un giro en la estrategia electoral cuando hay señalamientos de que el candidato del PRI no está siendo competencia para López Obrador? Lo que estamos viendo es que el menos conocido de los candidatos, o precandidatos —es una vacilada esto de las precampañas— es Meade. López Obrador lleva 20 años haciendo campaña y lo conocen hasta en la sopa, y al otro, el joven dictador Anaya, después de cuatro millones de spots lo conoce el 85% de los mexicanos. Ojo, esto no quiere decir que tengan una buena opinión de ellos. En cambio, Meade, conforme pasa el tiempo lo conoce más gente. Ahorita está en un nivel de conocimiento entre la población, todavía con un buen margen para que lo terminen de conocer, pero tiene muy buenos atributos, es un hombre que genera confianza, certidumbre, se le ve limpio, se le ve honesto, conciliador. Todavía no definen a los independientes, por eso extraña ver que las mediciones tienen tan poca intención de votos a ellos. La gente no está segura de que estén en la boleta, pero cuando estemos seguros de que van a estar, van a ver cuántos votos van para Margarita y todo va a ser en detrimento de Anaya, y una vez que esté Ríos Piter, que yo creo que va estar en la boleta, muchos de los votos que iban para Morena o para la alianza entre el PRD y el PAN, se van a venir con este hombre (Meade). Pero ya el día de la elección la gente va a razonar como lo ha hecho y va a decir. ¿Qué conviene más’: ¿Que yo ponga mi voto por quien tengo simpatía, aunque no vaya a ganar y a todas luces está muy distante de los primeros lugares; o bien, no desperdicio mi voto y lo pongo en donde va a tener quizá el peso que haga la diferencia entre ganar o perder? Entonces, ¿descarta que exista un plan B para bajar a Meade de la campaña por supuestos resultados negativos? Si tan mal vamos, si tan abajo estamos y si tan desangelada está la cosa, ¿por qué todos los días están hablando de nosotros?, ¿por qué todos los días el joven dictador y Andresmanuelovich todo el día están mencionando a Meade? Es porque claramente les preocupa y porque saben que va a ser el rival a vencer, entonces es una estupidez pensar en el plan B. No hay plan B. Es mentira. Y, además, hay un equipo muy sólido detrás de Meade. Por cierto, mi reconocimiento a Aurelio Nuño. Qué gran coordinador de campaña. Tiene toda la autoridad moral y formal dentro del equipo, no hay ambigüedades morales, no hay dobleces, no hay nada. Le han dado todo el poder, así me lo dijo Meade, pero además lo ejerce con una gran calidez humana.   El ‘mito’ de la ruptura Pero no sólo se trata de un pequeño grupo de ex funcionarios y priistas que se han integrado en torno a la campaña de Meade, sino que existe unidad al interior del partido, asegura Lozano, pese a que tan sólo hace algunos días analistas y columnistas dejaban entrever la salida de personajes del partido de la talla de Fabio Manlio Beltrones, por un supuesto descontento en la forma en que la cúpula del PRI conduce la precandidatura de Meade. Con esta unidad, los militantes y votantes cautivos, se alcanzan 20 de los 40 millones de votos que ha establecido su equipo de campaña para ganar las elecciones, de acuerdo con el ex panista. El senador por Puebla dice que una estrategia de comunicación efectiva es clave para el éxito de la campaña de Meade, pues reconoce que existe un desgaste en la imagen del partido en el poder y que falta conectar con los millennials, que son alrededor de 31 de los aproximadamente 90 millones votantes en México. Sobre el desgaste político del actual gobierno emanado del PRI y su impacto en la imagen de Meade, Lozano opina que se trata de un desgaste político natural de todos los gobiernos y pone de ejemplo a Felipe Calderón, quien concluyó su sexenio con altos índices de rechazo por la estrategia de seguridad implementada durante su administración. “Al cabo de uno o dos años en la calle, todo mundo decía ‘lo extrañamos, presidente Calderón’ y le pedían una selfie y la firma, le daban aplausos en los restaurantes. Cuando estás en el gobierno hay mucho enojo contra ti”. Señala que el gran reto va a ser conectar con los millennials. Este sector va a ser el brazo fuerte de los votantes. ¿Considera que los jóvenes tienen una mala percepción del PRI y, por lo tanto, de su candidato? No quiere decir que pensar en los millenials es dejar de pensar en los demás. Hay muy buena conexión con hombres, mujeres profesionistas, amas de casa. La propuesta que hizo (Meade) de los cinco puntos de mujeres, cayó bien y tenemos que atesorarlo, cuidarlo y hacerlo crecer. Pero los millennials si se fijan en lo que ha pasado en el Brexit (la salida de Reino Unido de la Unión Europea), en otros países en votaciones críticas, pareciera que no participan tanto; sin embargo el futuro es de ellos. Lo que hay que hacerles es un llamado y por eso es tan peligroso lo que ocurre en redes sociales con las fake news. Cuando se habla de la intromisión rusa y López Obrador hace burla de que si un submarino y el oro de Moscú, no es broma. Lo acaban de decir dos senadores en Estados Unidos, que la injerencia es real porque lo hacen a través de redes sociales; es un ataque cibernético masivo con noticias falsas y caen en tierra fértil, donde mucha gente toma por bueno lo que le dan sin hacer un esfuerzo de verificación, entonces es peligroso. Ojo, a los millennials hay que conectarlos, pero hacerlos participar no como espectadores, sino invitarlos a que sumen y trabajen, y que si tienen acceso a tanta información que sepan procesarla, asimilarla y aplicarla. (Según el proyecto de López Obrador) les van a dar 3,600 pesos a cada muchacho que ni siquiera trabaja; fácil y rápido y gratis. Es una pésima señal, o que me digan que todos los muchachos saliendo de bachillerato, todos, tienen garantizado el acceso a la universidad. Es falso, no es posible, pero si no se toman la molestia de verificar esa información la toman por buena y dicen ‘yo me voy con él porque me está ofreciendo dinero y entrada a la universidad sin ningún problema’.

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Pero si bien el discurso del expanista en torno a López Obrador no cambia, Lozano ahora considera que Anaya es una amenaza más grande que la que representa el tabasqueño, por sus propuestas populistas, su poca experiencia en cargos públicos y su gran ambición. “Ya deja que haya utilizado los spots para su promoción personal en lugar de utilizarlos con los fines del partido. Los utilizó en su pleito personal con el periódico El Universal. O sea, ya ni siquiera como jefe nacional del partido. En el señalamiento que se le hizo a él y a su familia sobre su situación patrimonial utilizó los recursos del Estado Mexicano para fines personales”, expresó Lozano.   La razón del no a Margarita El ex secretario del Trabajo y Previsión Social durante el sexenio de Felipe Calderón, se sienta al filo del sillón de la sala durante toda la entrevista. Es directo en sus respuestas, incluso cuando se le cuestiona respecto a su lealtad con el ex presidente panista y su esposa, Margarita Zavala, hoy candidata independiente a la presidencia de la República. ¿Por qué siendo un hombre cercano al ex presidente Felipe Calderón se decide por Meade y no por Margarita? La preparación, la capacidad, la trayectoria. La administración pública es súper compleja, te lo digo yo porque desde 1984 mi primera ‘chamba’ en la administración pública, fue de pasante en el Banco de México. De ahí hasta ser secretario de Estado no me brinque un solo escalón. Estuve en el Banco de México y en Hacienda, en Pemex, en Comunicaciones y Transportes y luego en la Secretaría del Trabajo, Senado, gobierno del Estado de Puebla. Yo sé el esfuerzo y experiencia que representa el trabajo en las áreas de administración federal. Tú no puedes llegar a inventar por buena voluntad o por popularidad vas a llegar a encargarte del gobierno federal. Nadie tiene tantos recursos humanos, tecnológicos y financieros para la toma de decisiones que tiene el gobierno federal, pero sí necesitas preparación, y no hay un solo mexicano en la historia que haya acumulado tanta experiencia en el gobierno federal como José Antonio Meade: cinco secretarias de Estado, en dos gobiernos distintos, de partidos políticos distintos y con iguales resultados y, perdón pero ¿cuántos ha tenido Margarita Zavala? Ni uno. Bueno, fue la jefa del DIF nacional cuando fue la primera dama.   En caso de ganar Meade Su respuesta también es contundente e inmediata cuando se le cuestiona respecto a sus planes en caso de que Meade gané o pierda la batalla presidencial. Después de todo, asegura, apenas está iniciando la campaña. “No estamos para contestar eso ahorita. No nos vamos a estar repartiendo un botín político. Que yo quiero seguir en el servicio público y la política sí; cómo, cuándo, dónde y con quien, no sé”. Meade presentó hace unos días una iniciativa contra la corrupción. ¿Si gana la elección irá contra los corruptos aunque varios de los señalados sean del PRI? En primer lugar, él no tiene ningún compromiso personal con nadie. En segundo lugar, el Sistema Anticorrupción está diseñado para que funcione al margen del presidente. Él no va a meter las manos por nadie.

 

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