El fundador de Yahoo! hizo la apuesta más lucrativa en la historia de Silicon Valley. Y luego fue despedido. He aquí cómo el auténtico supernerd de Internet convirtió 1,000 mdd en 50,000 mdd con Alibaba, y se ha convertido en el puente de la escena tecnológica de Estados Unidos hacia China.   Por Parmy Olson   Jerry Yang, el multimillonario cofundador de Yahoo! recorre la sala de conferencias de su firma de inversión privada en Palo Alto, California, se detiene ante una pequeña mesa, sobre la que reposa una figura de cristal que conmemora un contrato cerrado años atrás: la junta de Yahoo! vendió 523 millones de acciones de Alibaba, la mitad de su participación en la empresa china. Eso fue cuando cada título valía 13 dólares. Yang no estaba feliz de ven­der y tenía razón. Las acciones del gigante del comercio electrónico valen ahora 90 dólares. Yahoo! aún tiene una participación de 16% que vale 36,000 millones de dólares (mdd), pero dejó una cantidad similar sobre la mesa –unos 35,500 mdd–; tanto como su valor de mercado actual. Cuando la historia oficial de Silicon Valley sea (re) escrita, será difícil juzgar cuál de los logros de Yang es más grande: ¿fundar Yahoo! o apostar desde el principio por Jack Ma, presidente y CEO de Alibaba? Hace nueve años, antes de que Yang fuera CEO de Yahoo!, pagó 1,000 mdd por 30% de la compañía de Ma. Él sabía que el activo sería de gran valor algún día y se negó a vender Yahoo! a Microsoft, cuando Steve Ballmer tocó a su puerta en 2008. Una decisión que le costó su puesto de CEO. Pero adivinen quién ha conseguido un asiento en la junta de Alibaba después de la salida a Bolsa: Yang. Su clara visión y confianza temprana en Alibaba han motivado la reapre­ciación de su papel como nuevo vínculo con Silicon Valley. Alibaba y un grupo de empresas chinas, coreanas y japonesas como Baidu, Tencent, line, Naver y Rakuten están alistan­do planes de adquisición en Estados Unidos en áreas como comercio, mensajería, juegos y búsquedas. Yang tiene profundos lazos con los círculos tecnológicos asiáticos y estará allí para señalar a Jack Ma y a los otros la dirección correcta. A principios de este año, Tango, una app de mensajería con sede en Mountain View, California, levantó 215 mdd de Alibaba a una valuación de 1,000 mdd; un acuerdo que Yang hizo posible a través de sus conexiones con la mano de derecha de Jack Ma. Desde que dejó Yahoo!, Yang ha finan­ciado más de 50 emprendimientos, entre ellos Evernote, Wattpad y Tango, a través de su firma de inversión ame Cloud Ventures. Su nuevo papel de superángel le ofrece la oportunidad de deshacerse de su reputación de magnate desterrado de los negocios. Bajo su administración, Yahoo! perdió constantemente participación de mercado en búsquedas y publicidad frente a Google. También dejó que Facebook se le escapara de las manos en 2006 al vacilar en el pago de 1,000 mdd por esa red social. Las únicas señales de su capítulo con Yahoo! hoy son los mechones de canas en su cabellera, los 2,000 mdd en su cuenta ban­caria (ocupa el puesto 324 en la lista Forbes 400) y esa descuidada placa de cristal. “Yo quería volver a estar cerca de los emprende­dores”, dice Yang y continua. “Quería ser capaz de hacer las cosas a mi propio ritmo, cometer errores y que a nadie le importara. La gente que me observa dice que soy mucho más feliz”. En muchos sentidos es también más poderoso.   El genio de Yahoo! Nacido en Taipei, Taiwán, Yang tenía dos años cuando su padre murió de una enfermedad pulmonar, dejando a su madre, una profesora de inglés y teatro, al cuidado de Yang y su hermano. A finales de 1970, la familia se mudó a San José, California. Su abuela y su numerosa familia en San José se hicieron cargo de él, mientras que su madre enseñaba inglés a otros inmigrantes. Eso lo empujó hacia las matemáticas y las ciencias en la pre­paratoria, lo que le llevó a la construcción de su primera computadora y luego a un curso de ingeniería en Stanford, donde entabló amistad con el cofundador de Yahoo!, David Filo. En enero de 1994 creó la Jerry and Da­vid’s Guide to the World Wide Web (la Guía de Jerry y David para Internet), un directorio plano de vínculos que varios meses más tarde renombraron Yahoo! La conexión fortuita de Yahoo! con Ali­baba nunca habría sucedido si un multimi­llonario de las telecomunicaciones japonés, llamado Masayoshi Son, no hubiera visitado Mountain View en 1995 para sentarse con los jóvenes Yang y Filo. Quería invertir en Yahoo!, pero su Soft­Bank acababa de comprar Zif Davis, una editorial especializada en cómputo, lo que hizo imposible su participación. Finalmente SoftBank invirtió 2 mdd por una participación de 5% en Yahoo!, inyectó otros 105 mdd en 1996, y luego otros 250 millones en 1998. Para en­tonces, había acumulado una participación de 37% en la empresa. En esa época, Yang recibía decenas de propuestas de empresas japonesas que que­rían construir el primer portal web en Japón. Alrededor de un mes después de la inversión inicial de Son, Inoue visitó a Yang de nuevo. Quería crear Yahoo! Japón. A Yang le gustó que Inoue quisiera mo­verse rápidamente, así que cerraron el trato. Al mes siguiente, Yahoo! y Softbank empren­dieron su empresa conjunta, Yahoo! Japón, el primer portal inmobiliario de Internet del país, y las operaciones comenzaron el abril siguiente usando el motor de búsqueda de Yahoo! Inoue se convirtió en presidente de la compañía. Mientras Yahoo! Japón comenzaba a ganar clientes por millones, Yang hizo su primer viaje a China en 1997. Un miembro del personal subalterno en el Ministerio de Economía fue asignado para llevar a Yang por un recorrido por la muralla china. Su nombre era Jack Ma, un ex profesor de inglés que habían tratado infructuosamente de iniciar una versión china de la Sección Amarilla. Varios meses después, Ma comenzó a construir su startup con un plan tan ambicio­so como vago de conectar a las empresas chi­nas con el resto del mundo. Lo llamó Alibaba. reuters_yang1 Alibaba Para la primavera de 1999, el punto más alto de la burbuja de las puntocom, Yahoo! se había convertido en uno de los sitios web más populares en la Tierra, y Son fue por un breve tiempo casi tan rico como Bill Gates. Son invirtió 20 mdd más en Alibaba, antes de finalmente amasar una participa­ción de 37% en la empresa; incluso, mientras la caída de las puntocom se llevaba 99% del valor de mercado de SoftBank y cerca del 90% de su patrimonio neto.  Son y Yahoo! sobrevivieron al colapso, aunque un poco maltrechos. Yahoo! intentó explotar Asia bastante tempra­no, desarrollando un portal chino que traducía contenido estadounidense y luego compró al navegador chino 3721 para tener presencia en la web local. Ambas estrategias fracasaron en atraer a los usuarios del gigante asiático. En mayo de 2005, Yang finalmente negoció la jugada salvadora de Yahoo! Yang y Ma fueron invitados a una cumbre inaugural de ejecutivos de China y Silicon Valley en Pebble Beach, California. Ma estuvo a punto de no llegar debido a las festividades de la Semana de Oro en China. Fang De, organizador de la cumbre y capitalista de riesgo, convenció a Ma de cambiar de opinión. La atracción estrella en el evento fue Robin Li, CEO del gigante de búsqueda Baidu. Aunque la startup de Ma había crecido a 2,400 empleados y 50 mdd en ventas, el futu­ro de Alibaba parecía incierto. Yang visitó la cumbre en el cuarto día para jugar golf, con la intención de abrir un diálogo con Baidu. “Robin dijo que no podría hacer el trato con Jerry, porque Baidu ya era demasia­do grande”, dice uno de los asistentes, quien lo escuchó directamente de Li. Ma se mantuvo al margen mientras los banqueros, interesados en dirigir la OPI de Baidu, se arremolinaban en el campo en torno a Li. Más tarde, en el coctel de recepción ese mismo día, Yang comenzó a hablar con Ma, su guía turístico desde ocho años atrás. En 30 minutos habían hablado —sobre todo en mandarín— acerca de una asociación que cambiaría el destino de sus dos empresas. En las semanas siguientes la dirección de Yahoo! lanzó el Proyecto Pebble para explo­rar una relación con Alibaba. Yang había presionado antes a Yahoo! para crear un rival de comercio electrónico para Alibaba, en parte como una forma de atraer a Ma a la mesa de negociaciones. La táctica funcionó. Cuando Alibaba expresó su interés en trabajar en conjunto, una camarilla de los ejecutivos de Yahoo! se disparó a China. Yang y Semel trataron directamente con Ma, mientras que el jefe de Operaciones de Yahoo!, Dan Rosensweig, la directora finan­ciera, Sue Decker, y el jefe de estrategia, Toby Coppel, negociaban con Joe Tsai. Ma dijo más tarde al capitalista de riesgo Deng que no tenía planeado negociar con Jerry en Pebble Beach. “De alguna manera simplemente platicaron y entonces descu­brieron que era una buena idea. Tomaron la decisión rápidamente”, recuerda Deng. Yang se niega a hablar de cómo construyó una relación con Ma, pero no habría sido fácil para él como un taiwanés-americano que se había formado en Silicon Valley, mientras que la mayor parte de la élite de negocios en Chi­na era egresada de las universidades chinas. “El ecosistema de China no era realmente el hábitat natural de Jerry. Eso significaba que tenía que trabajar más duro”, dice Carmen Chang, la abogada que ayudó a concretar la inversión de Google en Baidu en 2005. El contingente de Yahoo! presentó una propuesta en la que pondrían 1,000 mdd en efectivo y los activos de Yahoo! China —por valor de 700 mdd—, a cambio de 40% de Alibaba; mientras que SoftBank y la dirección actual mantenían su 30% cada uno. El trato era sumamente complejo, y tanto Yahoo! como Ma estuvieron a punto de retirarse de las negociaciones hasta que Yang, según el Wall Street Journal, lo invitó a cenar en un pequeño restaurante japonés en San Francisco para hablar del asunto. Más tarde, Ma recordaría que Yang lo convenció “con un vaso de sake”. El trato de Alibaba siempre lució un poco arriesgado. Inicialmente, incluso Yang tuvo que ser convencido de aceptarlo. La mitad del valor de Alibaba se atribuyó a Alipay, su servicio de pago en línea, y a Taobao, el sitio de comercio electrónico que competía con el EachNet de eBay. Ambos perdían dinero, pero Yang dice que fue cau­tivado por su fundador. Los analistas cuestionaron el acuerdo después de que fue anunciado, pero las tropas de Yahoo!, por primera vez, estaban impresionadas. EachNet, el rival que parecía ser capaz de acabar con Alibaba, tenía tan mal desempeño como el musculoso golfista de Pebble Beach. La dirección de eBay insistió en controlar la firma china desde San José, California, exigiendo un cargo de 3% por los anuncios y una estandarización basada en la tecnología de eBay, obstaculizando el creci­miento del sitio. Ma observó y aprendió. Con sus 1,000 mdd de inversión de Yahoo!, Alibaba eliminó el cobro de tarifas por la publicación de anun­cios, provocando así el abandono de EachNet por un Taobao más rápido y barato. Para la primavera de 2007, Taobao se había apoderado de 82% del mercado de subastas en línea, dejando a EachNet con sólo 7%. Pero las cosas no iban tan bien en casa para Yahoo!, con sus acciones hundiéndose en Bolsa y un Google que ganaba impulso. Semel fue derrocado en junio de 2007 con Yang como CEO interino, pero antes de poder hacer algo Yahoo! se vio involucrada en una nueva negociación infernal, y luego en otra. Microsoft anunció en febrero de 2008 una oferta pública de adquisición de 31 dólares por acción, o 44,600 mdd, lo que representa una prima de 62% del valor de mercado de Yahoo! en el momento. Los inversionistas como Carl Icahn se enfurecieron después de que Yang se negara a vender por menos de 37 dólares. A medida que las acciones de Yahoo se derrumbaban, Yang se vio obligado a dimitir en enero de 2009, reemplazado por la ex ceo de Autodesk, Carol Bartz. Microsoft retiró su oferta en mayo. Yang se aferró a su puesto en la junta y mantuvo sus relaciones con China, pero los críticos lo aplastaron por no impedir que Ma separara el negocio de Alipay en 2011. Los inversionistas comenzaron a dudar de la capacidad de Yahoo! para maximizar el valor de sus activos asiáticos. El inversionista activista Dan Loeb había ganado una batalla interna y conseguido tres asientos en la junta. Pidió la cabeza de Yang y la obtuvo en enero de 2012, cuando Yang finalmente se bajó de los Consejos de Administración de Yahoo!, Yahoo! Japón y Alibaba. En tanto, Ma había estado trabajando la recompra de la participación que había vendido a Yahoo! (y a SoftBank). El nuevo CEO de Yahoo!, Scott Thompson, estaba feliz de hacerlo, aunque fuera sólo para apaciguar a Loeb y conservar su trabajo. Encargó a su director financiero, Tim Morse, quien había sustituido a Yang en el consejo de Alibaba, preparar el acuerdo. No obstante, Thompson no duraría el tiempo suficiente para ver el cierre del trato; Loeb lo marginó por mentir en su currículum. Yahoo! vendió la mitad de su participación en septiembre de 2012 por 7,100 mdd antes de impuestos, o 13 dólares por título. Las acciones de Alibaba cerraron a 94 dólares exactamente dos años después. “De alguna manera los estadounidenses fueron superados”, dice el inversionista de Yahoo!, Eric Jackson. “Yahoo! entró en pánico mientras que Masayoshi Son mantuvo la cabeza baja. Si Je­rry hubiera estado presente, también habría tenido una visión a largo plazo”. A pesar de todo su esfuerzo, Facebook, Google y Twitter siguen ganando terreno en el área de ingresos por publicidad de Yahoo! Yang dice que él y Marissa son amigos, pero que el contacto es poco frecuente. “No quiero estar dentro de la empresa. No quiero información privilegiada. No quiero saber nada de lo que me atrae de la compañía”. Cuando se le pregunta acerca de su con­fianza en Mayer, vacila. “Viniendo de Google, tiene las credenciales correctas, es su primera vez como ceo”. Dice que Alibaba, en cuya oficina de Hangzhou aún cuelga una foto de Yang y Ma tomada en la Gran Muralla en 1997, es “un buen amortiguador” para Yahoo! grafico_yahoo

 

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