Hoy, el desarrollo tecnológico en materia de salud cardiovascular ha logrado alcanzar avances que parecieran ser extraídos de alguna película futurista. Un ejemplo de ello es la posibilidad de intervenir el corazón de una persona para cambiar una válvula cardíaca, con el paciente despierto y hablando, es el máximo logro de la cardiología intervencionista en los últimos años, de acuerdo con el especialista en cardiología, Juan Carlos Pérez-Alva, quien se posiciona como referente clave en implante de válvulas aórticas por cateterismo en la medicina privada en México.

Uno de los mensajes principales del Dr. Juan Carlos Pérez-Alva es que “hacer posible que el paciente pueda comer una hora después de la intervención e ir a casa a la mañana siguiente es uno de nuestros mayores logros. Hasta hace poco era impensable”.

El implante de válvulas aórticas por cateterismo es una técnica desarrollada durante la última década. Actualmente, alcanza los mayores niveles de sobrevida y comodidad para pacientes antes desahuciados o limitados en su vida productiva.

De acuerdo con el Dr. Pérez-Alva, sustituir la válvula enferma -en un procedimiento de mínima invasión que dura no más de 45 minutos- es el mayor alcance de la medicina cardiovascular hasta hoy.

El especialista en cardiología construyó su formación académica en Barcelona, España, y sostiene un profundo interés por impulsar el desarrollo médico en Puebla, su ciudad natal y uno de los destinos de turismo médico más importantes para este tipo de intervenciones.

“Mantener un vínculo académico, científico y asistencial con los mejores centros cardiológicos de Europa nos tiene siempre entusiasmados para poder desarrollar cada día una medicina más parecida a la de primer mundo en nuestro país”, señala Pérez-Alva.

Los implantes de válvulas aórtica trans-catéter son una práctica con presencia en todo el mundo. Y, de acuerdo con el Instituto Cardiovascular de Puebla, esta técnica es líder entre las soluciones de la medicina privada y logra dar de alta en 24 horas a la mayoría de pacientes.

“La TAVI (implante de válvula trans-catéter) se ha vuelto nuestra pasión. Hemos logrado volverla un procedimiento prácticamente ambulatorio”, añade Juan Carlos Pérez-Alva.

El Instituto Cardiovascular de Puebla, cuya sede es el Hospital Puebla -catalogado como la entidad número uno de la región centro sur del país-, recibe pacientes de todo México y Centroamérica.

“Es un orgullo poder vivir día a día haciendo lo que más me gusta con los estándares internacionales de calidad y, sobre todo, mejorando la calidad de vida de muchos pacientes. Me hace feliz vivir tocando corazones”, concluye el futurista de la cardiología. 

 

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