Por Eduardo Ramírez Rangel* La ciencia de datos y analítica de negocios son dos de las áreas con mayores retos intelectuales de la actualidad, pero también de las que cuentan con más oportunidades en el mundo de los negocios. Sus áreas de trabajo son novedosas y, con sus descubrimientos, tienen el potencial de transformar a los negocios. Sin embargo, para los líderes de los equipos de analítica el reto no es sencillo. Tienen la responsabilidad de producir iniciativas de alto impacto para el negocio, además del desarrollo de propuestas, presupuestos, negociaciones, comunicación de resultados y liderar a un equipo de especialistas de alto desempeño, siempre con la sensación de estar a punto de encontrar un insight que cambie la historia del negocio. Los científicos y líderes de datos se enfrentan a un alto nivel de estrés, y a partir de cierto punto su mayor reto está en desarrollar una mentalidad que les permita navegar la complejidad de la profesión, lograr buenos resultados, mantener el enfoque y el equilibrio entre vida personal y profesional. Esta mentalidad se construye mediante la práctica constante de hábitos o disciplinas, por ello la llamamos: el kung-fu analítico. El significado original del término kung-fu es “habilidad”, que en chino puede referirse a cualquier actividad cuya maestría se adquiere con la práctica. Así, el kung-fu analítico se domina a través del perfeccionamiento de tres disciplinas mentales o tipos de pensamiento: Primera disciplina: Pensamiento crítico cuantitativo Citando a Robert Rubin, podemos juzgar una decisión por su resultado, pero también por el proceso por cómo fue tomada. La disciplina del pensamiento crítico aspira a lograr un pensamiento con atributos de alta calidad, a los que podemos acercarnos al plantear las preguntas correctas. Aunque tradicionalmente el pensamiento crítico se ha enfocado a la identificación de falacias en el razonamiento o del uso de lenguaje manipulativo, actualmente gran parte de la persuasión y las agendas políticas se presenta en forma de cifras. El valor de la disciplina del pensamiento crítico en el mundo de los datos nos lleva a cuestionar los supuestos, la calidad o el origen de estos y a ser conservadores para establecer conclusiones. Por lo tanto, para mejorar en el kung-fu analítico podemos refinar nuestra batería de preguntas con algunas cuantitativas como: ¿Es confiable la medición? ¿Es consistente el uso de las unidades? ¿Es válido el uso de porcentajes? Y así como es necesario cuestionar los datos, también es fundamental cuestionar los propios supuestos cuando los datos apuntan hacia una dirección diferente. Segunda disciplina: Pensamiento estadístico El pensamiento estadístico no quiere decir memorizar las fórmulas de la probabilidad y estadística, sino profundizar el uso cotidiano de sus conceptos fundamentales para identificar los sesgos y los errores más comunes. Pensar estadísticamente requiere una constante alerta para identificar las fuentes de sesgo y error. También nos requiere practicar la identificación y cuantificación de las fuentes de nuestra incertidumbre. Citando una vez más Robert Rubin: “Todas las decisiones que tomamos están sujetas a incertidumbre, pero a pesar de ella hay que decidir y hay que actuar.” Tercera disciplina: Pensamiento científico El pensamiento científico aporta una metodología para establecer la validez de nuestro conocimiento y avanzar con solidez en el entendimiento de los fenómenos. Del método científico aprendemos que establecer causalidad no es trivial y que las variables pueden estar relacionadas de formas diversas que nos pueden engañar con facilidad. Una conclusión aceptada actualmente, que el fumar causa cáncer de pulmón, fue difícil de establecer en su momento. Sir Ronald Fisher, uno de los padres de la estadística, es recordado por cuestionar severamente los estudios que apuntaban a esta conclusión: ¿Cómo se podía aseverar que no existía una causa común para la propensión a fumar y a tener cáncer de pulmón? Eventualmente, la forma de probar esta relación causa-efecto fue a través de establecer una relación basada en la dosificación: las personas que fumaban mucho tenían más incidencias de cáncer que las que fumaban poco. Adicional a los atributos de calidad buscados por la primera disciplina, la tercera disciplina mental agrega los atributos del conocimiento científico: replicabilidad, refutabilidad y la necesidad de evidencia empírica. El rol del líder analítico La aportación clave de un líder que conoce el kung-fu analítico es generar la discusión necesaria con apego a los principios del pensamiento crítico, estadístico y científico, para evitar invertir en iniciativas analíticas que no entregaran resultados al negocio y encontrar las que sí lo harán. Sun-Tzu asevera que los mejores guerreros son los que primero ganan y luego van a la guerra. Así, con las tres disciplinas del kung-fu analítico, los líderes pueden avanzar sistemáticamente en su entendimiento de las distintas decisiones y procesos que se pueden impactar, para posteriormente definir los modelos y sistemas que se deben de construir para mejorarlos confiando que el proceso de análisis tuvo la claridad, amplitud y profundidad necesaria. Así los líderes pueden escoger sus batallas y ganarlas antes de empezar. *Director de Analítica y Operaciones Cloud en Ensitech   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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