Daniela Ancira y sus tres socias tuvieron que enfrentarse a la cruda realidad del sistema penitenciario en México cuando todavía estudiaban la licenciatura en la Universidad Anáhuac –fue a través de un programa de voluntariado–. Daniela, abogada de profesión, pensaba entonces que debía conocer una cárcel por lo menos una vez en la vida para ejercer de mejor manera su carrera, pero lo que no pensó es que ahí encontraría el camino hacia el emprendimiento social.
En 2016 estas cuatro mujeres fundaron La Cana, una empresa social que trabaja con mujeres privadas de la libertad en 4 penales femeniles del Estado de México y de la Ciudad de México. Capacitan a mujeres en talleres de tejido, luego ellas confeccionan peluche que salen a la venta en un marketplace propio o bajo pedidos especiales y comisionan 30% de la venta de cada producto.
Equipo: Daniela Ancira Ruiz, Raquel Adriana Aguirre García, María Mercedes Becker y Wendy Balcázar Pérez
Fecha de fundación: 2016
Facturación 2022: 6 MDP
Expectativa de facturación 2023: 6.9 MDP
Colaboradores: 40
Sitio web: lacana.mx
Están en camino dos nuevas verticales de negocio: serigrafía para empresas y una línea de ropa para bebé confeccionada por mujeres privadas de la libertad, quienes no solo obtienen un sueldo –que es canalizado a través de las autoridades penitenciarias–, sino que también logran el entrenamiento y la disciplina necesarios para que, al salir de prisión, puedan encontrar un empleo formal y acelerar así su reinserción en la sociedad.
Al ser una empresa social, el trabajo de La Cana va más allá de los indicadores de venta. Tienen también una fundación con la que implementan programas de salud mental para mujeres privadas de la libertad. También de prevención de violencia de género, deporte, computación y diversas artes. Además, defienden a mujeres que han sido injustamente encarceladas o han sufrido violación de sus derechos humanos durante el proceso judicial.
¿Ya nos tienes en Facebook? Danos like y recibe la mejor información
Confiesa Ancira que La Cana les abrió el camino para emprender. “Iniciamos ayudando a las mujeres y en el camino logramos estructurar el proyecto y ahora somos una empresa que hasta Forbes México reconoce, por eso nos sentimos muy honradas”.
