Para dos señoras que estuvieron apostadas en la calle de Corregidora 8, en el Centro Histórico, soportando los 31 grados que caían a plomo en la residencia del Ejecutivo federal, Ariadna Montiel, quien portaba un vestido color piñón, pero que para el pueblo era rosa, busca un nuevo “hueso”.
–¿A ver secretaria? Venga a atender al pueblo, por nosotros estas ahí, le dijo Guadalupe con su megáfono ante el saludo discreto de Montiel y desatendiendo los llamados de la prensa que esperaban una directa o indirecta sobre si continuaría en el gabinete de Andrés Manuel López Obrador.
-No te olvides que el pueblo pone y el pueblo quita, de menos saluda, le gritó la mujer aunque Montiel hizo caso omiso mientras saludaba a otros miembros del gabinete que aguardaban desde poco antes del mediodía en la puerta 8 de Palacio Nacional para reunirse con “el de la banda presidencial”.
-¿Oye, quien es ella?, pregunta la mujer, y los fotógrafos se apresuran a decir: Ariadna Montiel, secretaria del Bienestar y quiere ser jefa de Gobierno.
-Ese vestido se le ve bien, sí refleja mucho la luz, seguro que va a pedir otro hueso, ¿verdad?, confesó y que de inmediato provocó la risa de la prensa.
Aunque decidió no contestar, nada, Ariadna, salió de Palacio Nacional sonriente y a paso veloz.
-Salió feliz, seguro va por la grande, soltó Guadalupe.
Con el “destape” de las “corcholatas” que participarán en la encuesta de Morena, el PT y el Verde, en la encuesta rumbo a la Presidencia de la República, y con ello sus renuncias ante los acuerdos del Consejo Nacional de Morena, otros funcionarios “chapulines” se pusieron inquietos.
El canciller Marcelo Ebrard fue el primero en dimitir de manera oficial el lunes. A tal anuncio le siguió la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, quien pedirá licencia definitiva a su cargo el próximo viernes, ese día, renunciará también el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández.
Ante estas salidas, el presidente López Obrador convocó a todo el gabinete legal y ampliado a una encerrona en Palacio Nacional donde, entre otras cosas, les pidió manifestarle dos certezas sencillas: se quedan con él hasta el final del sexenio o se van para buscar otro cargo.
El desfile de “chapulines” comenzó temprano, el primero en llegar fue el secretario de Salud, Jorge Alcocer, de 77 años, quien bajó de un Nissan March y decidió no atender los cuestionamientos de la presa.
-¿Apoco todavía le gustaría estar en otro cargo?, soltó una voz a lo que el funcionario sólo alzó su libreta, color negro, y rió para después acercarse al filtro del número 8 de Corregidora y esperar para salir.
Atrás de él llegó Javier May, quien es el director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) y principalmente responsable de terminar uno de los proyectos insignia de López Obrador: el Tren Maya. May, quien es uno de los personajes más cercanos al presidente de la República busca activamente participar en la contienda de Morena para la gubernatura de Tabasco.
-¿Quién va a terminar el Tren Maya, Javier?, le cuestionó la prensa dando por sentado que en la junta con López Obrador le manifestaría su intención de dejar el gobierno tan pronto se conozcan los plazos dictados por Morena para la elección de candidatos a puestos de elección popular.
En esta gubernatura también quiere participar Octavio Romero, director de Pemex.
El Tren Maya tiene previsto inaugurarse el próximo 1 de diciembre en los 1,554 kilómetros que conforman su recorrido. Todos los funcionarios que deseen participar en los procesos electivos del partido, tendrían que dejar su puesto en el mes de octubre para no incurrir en una falta que les impida participar.
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Dentro del desfile de “chapulines”, Ricardo Sheffield, procurador federal del Consumidor, fue el único que reconoció que se irá del gabinete ampliado cuando Morena establezca las fechas para iniciar el proceso electivo de la candidatura al gobierno de Guanajuato.
Esta sería la segunda vez que Sheffield se separaría del gobierno para buscar una candidatura pues lo hizo en 2021 cuando aspiraba a la Alcaldía de León, y que finalmente perdió. Sin embargo, para este cargo también quiere jugar Ernesto Prieto, director del Instituto Nacional Para Devolverle al Pueblo lo Robado (INDEP).
“Sí vamos a ir por Guanajuato. La segunda es la vencida”, afirmó entre risas. “¿Ya presenta la renuncia?” se le cuestionó. “No, cuando el partido dicte los tiempos, ahorita es para que el señor presidente organice el trabajo del gobierno federal”, afirmó.
Durante el desfile de funcionarios “chapulines” pocos fueron los que aceptaron buscar otro cargo.
Rocío Nahle, secretaria de Energía y responsable de la construcción de la refinería de Dos Bocas, sólo se limitó a sonreir y alzar el pulgar para responder si le avisó al presidente su intención de buscar la gubernatura de Veracruz.
Lo mismo hizo Luisa María Albores, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Materiales (Semarnat) quien sólo sonrió al cuestionamiento sobre si su intención es competir por la candidatura a la gubernatura de Puebla.
No obstante, soltó que con gusto acompañará al presidente López Obrador hasta el final de su mandato. Acción que también secundó Víctor Villalobos, secretario de Agricultura.
En el mismo sentido se manifestó Margarita González Sarabia, titular de Lotenal, quien se perfila para contender por la Gubernatura de Morelos y que curiosamente llegó a la encerrona cuando el gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco salía de Palacio Nacional.
Del gabinete ampliado se encuentran Zoé Robledo, director del IMSS, quien aspira a la candidatura en Chiapas.
Para Morelos se perfilan Rabindranath Salazar, Coordinador de Política de Presidencia.
El próximo año, no solo se renovará la Presidencia de la República y las dos Cámaras del Congreso federal sino que también estarán en juego nueve gubernaturas, incluida la Ciudad de México, y decenas de alcaldías.
‘Ahora sí doy entrevistas’
Ante su decisión de participar en el proceso electivo del candidato de Morena, el PT y PVEM, a la Presidencia de la República, Adán Augusto López Hernández aguantó el sol de 31 grados que pronto le enrojecieron la cara y atendió por alrededor de 20 minutos los cuestionamientos de la prensa.
Pocas han sido las ocasiones en las que el funcionario acepta dar un “chacaleo” o una entrevista a la prensa, pero ante la necesidad de exposición como “corcholata” contestó todas las inquietudes a los medios de comunicación.
Que si su renuncia, que si su sucesor en la Segob, que hasta cuánto gastaría en su gira de trabajo, todo fue contestado por el todavía funcionario.
-Ahora sí quiero dar entrevistas, dijo entre risas.
Adán Augusto López Hernández informó hoy al presidente López Obrador que le entregará su renuncia como secretario de Gobernación el próximo viernes para que tan pronto como el lunes 19 de junio pueda comenzar sus recorridos por el país una vez que se inscriba ante Morena como “corcholata oficial”.
Contrario a los que muchos esperarían, Adán Augusto López Hernández no dará el banderazo inicial a su campaña en Tabasco, sino en un estado del Pacífico del que no quiso revelar su nombre pero dijo que es de los “grandes, grandes”.
Cuestionado sobre qué fue lo que le dijo López Obrador ante su decisión, López Hernández se limitó a decir que el presidente de la República les pidió unidad y seguir adelante con el proyecto de gobierno de las dependencias que aun encabezan.
Atrás de él, siempre lo espero César Yáñez, quien es subsecretario de Asuntos Religiosos de la Segob.
-César, ¿vas a ser el próximo titular de la Segob?
-Yo no decido nada, es decisión de el hombre que porta la banda, dijo incomodo.
-Pero ¿qué quieres tú?, se le reviró.
-Lo que él decida, contestó fulminante haciendo el ademán de la banda presidencial atravesada en el pecho.
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