Si cada año te deprimes en la época navideña, tal vez padezcas depresión invernal. Checa si estás en este caso y qué puedes hacer.       Ah, esta época navideña, con todos los edificios iluminados, los arbolitos de navidad que se alcanzan a ver por las ventas, los centros comerciales a reventar, el olor  ponche… ¿ a poco no te pone de buenas? Pues no a todos… Hay personas que en esta época se ponen de malas o tristes, y aunque luego escuchamos por ahí que son “Grinch”, no siempre es el caso. Claro que hay algunas personas que tienden a estar de malas por el tráfico, los estacionamientos llenos o hasta porque no les tocó el regalo que querían, y eso es, hasta cierto punto, un comportamiento normal. Pero ¿si esta conducta se repite cada año? Ya no es tan normal. Tal vez no solo es el “Grinch”, puede ser que esta persona presente algo que se llama Depresión Invernal. Este trastorno se definió en la década de los 80 por la Asociación Americana de Psiquiatría y, desde entonces, se le llama Trastorno Afectivo Estacional. Y precisamente se da más frecuentemente en el invierno. Se habla de que lo pueden presentar 1 o 2 de cada 100 personas. Y precisamente se cree que ocurre más en invierno por la disminución de luz solar. La Depresión Invernal se diagnostica si una persona tiene síntomas  de depresión mayor ( que impidan disfrutar la vida como la disfrutabas antes) por 2 años consecutivos durante el otoño o el invierno, y que estos síntomas mejoren o desaparezcan durante la primavera o el verano. Hay que tener en cuenta que los síntomas de depresión mayor también pueden estar relacionados con otras cosas, como con mayor estrés en el trabajo, problemas de dinero o con la pareja. La Depresión Invernal ocurre específicamente por el INVIERNO, las demás situaciones no suelen estar relacionadas. Además, puede haber mayor apetito, más ganas de dormir y menos motivación para realizar actividades al aire libre. Se han hecho estudios en los que se afirma que este trastorno puede relacionarse con la disminución de la luz solar durante el invierno. Ocurre que tu ritmo circadiano (o sea, el ciclo sueño–vigilia) está regulado por relojes biológicos internos, entre ellos, las células de la retina (en tus ojos) que transmiten los cambios de la intensidad de la luz hacia una parte del cerebro (núcleo supraquiasmático), que controla varios de estos relojes y, de acuerdo a algunas teorías, lo que ocurre con el trastorno afectivo estacional es que la persona se despierta cuando su cuerpo aún quiere dormir (o sea que los transmisores de la retina aún no captan el cambio de la intensidad de la luz, aunque ya haya más luz), y esto puede deberse a factores hereditarios. Estas personas se van a sentir con ganas de “hibernar” como los osos. Por lo tanto, el tener que hacer actividades con estos cambios de luz, les provocan irritabilidad, cansancio, malestar, etc. Hay otra teoría que dice que hay personas que tienen una secreción anormal de la hormona melatonina. Esta hormona se “activa” durante el atardecer provocando sueño y se “desactiva” en la mañana. Hay estudios que dicen que las personas con alteraciones del estado de ánimo durante el invierno secretan melatonina durante periodos más largos, provocando así que dichas personas se sientan “cansadas o con sueño” durante más tiempo en el invierno. También se ha hablado de alteraciones en la secreción de la hormona serotonina, que puedan ser los causantes de este trastorno. Esta hormona se encarga de regular, entre otras cosas, el apetito, algunas emociones, el sueño y el apetito sexual. Se ha observado que durante el invierno, algunas personas presentan niveles bajos de dicha hormona, por lo que ocurren síntomas de depresión en esta época y hay más hambre, más sueño, etc. Hay varios tratamientos para este trastorno. Algunas veces, si no es muy severo y no afecta mucho a la calidad de vida a la persona, las actividades que hagan estar mayor tiempo al aire libre y con luz solar pueden mejorar de manera importante los síntomas. En los países que están muy al norte o al sur del planeta, hay incluso lugares con luz artificial para poder contrarrestar la falta de luz natural. Se les recomienda también hacer ejercicio y, si es al aire libre, mejor. Si la persona tiene estos síntomas y ya presenta alteraciones del ánimo lo suficientemente severas para alterar mucho su vida, su trabajo, etc., entonces, se recomiendan algunos medicamentos específicos para regular la serotonina. Estos deben de ser indicados por un psiquiatra y regular las dosis cuidadosamente. Así que si conoces a alguien que se pase de Grinch en la Navidad o te pasa a ti, toma en cuenta que puede ser un Trastorno Afectivo Estacional, y no hay necesidad de sentirse así cada invierno. Como todas las estaciones, el invierno también hay que disfrutarlo, y si estás sano, lo disfrutarás aún más.     Contacto: Twitter: @marsimar Email: [email protected]     *Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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