El inversionista multimillonario Paul Singer advierte sobre los altos niveles de deuda en países como EU, Japón o la Unión Europea, y la falta de acciones concretas más allá de la impresión de dinero.   Por Agustino Fontevecchia   Paul Singer, el multimillonario de los fondos de riesgo (lugar 1,107 de la lista Forbes de multimillonarios), advirtió que los países ricos son insolventes, y que la deuda de Estados Unidos  se encuentra en niveles reales cerca del 500% del PIB, dado el costo de los derechos. El director de Elliott Management advirtió de los enormes niveles de apalancamiento en los principales bancos mundiales y de los peligros de la flexibilización cuantitativa, que enmascara la impresión de dinero, diciéndoles a los inversionistas que deberían sentirse inquietos por la tenencia de bonos de EU, Europa, o Japón. Paul Singer es bien conocido por sus agresivas apuestas contra la deuda de los países emergentes y por su activa inversión en empresas mal dirigidas. El miércoles, sin embargo, tomó un papel completamente diferente en la Conferencia Ira Sohn. “El legado de esos grandes países (EU, Europa y Japón) es la insolvencia a largo plazo. Si se incluyen los programas de ayuda social, como la seguridad social, países como Japón tienen una carga de deuda que ronda el 800% del PIB, mientras que EU y Europa están más cerca de 500%, dijo Singer, sugiriendo a los que temen al límite de la deuda de 90% con respecto al PIB sugerido por Rogoff y Reinhart, deberían revisar sus cálculos. Y no sólo estos grandes países están quebrados, también los están los bancos. “Los bancos solían ser bancos, solían hacer préstamos […], ahora, el comercio y los derivados apalancados han asumido un rol muy grande, o total, en el contexto de la rentabilidad y los planes de negocio de las principales instituciones financieras.” Refiriéndose a los principales bancos mundiales, como JPMorgan Chase, Citigroup, Deutsche Bank o Barclays, Singer dijo que tienen en promedio entre 50 y 80 billones de dólares en valor nominal de derivados. “No hay un conjunto útil de datos que permita ver qué parte de todos esos millones corresponden a inversiones y qué parte beneficia realmente a los clientes. Con esos países en estado de insolvencia a largo plazo, y los principales bancos altamente apalancados y con balances opacos sustentados en billones en obligaciones, las autoridades han recurrido a una de las soluciones más peligrosas de las secuelas de la crisis financiera: la impresión de dinero. “El principal, y hasta ahora único método para apoyar la recuperación y el crecimiento ha sido la política monetaria”, dijo el administrador de fondos de riesgo, “ninguno de los países que he mencionado ha adoptado un conjunto sólido de políticas estructurales fiscales, regulatorias, de empleo, comercio o educación, como una forma de desbloquear el crecimiento económico”. Esto ha creado un sistema mundial profundamente distorsionado, donde los activos financieros como las acciones y los bonos son recompensados, pero donde el estadounidense promedio, por ejemplo, vive en un mundo de incertidumbre laboral y donde las tasas de desempleo se encuentran a niveles recesivos. Singer criticó a la Fed y a otros bancos centrales, por estar “orgullosos de su papel” en la recuperación, apelando únicamente al hecho de que la inflación se ha mantenido contenida. El presidente de la Fed, Ben Bernanke, se ha jactado del récord en la inflación y de la ayuda que ha dado la Fed a la creación de empleos, pero Singer cree que tiene que decirle al presidente Obama y al Congreso “hemos hecho suficiente”. Ante la falta de voluntad política para repensar el crecimiento y la recuperación, toda la responsabilidad ha recaído en los bancos centrales. Ellos se han regodeado en su papel, están orgullosos de él, y porque no hemos visto un aumento sostenido de la inflación creen que lo que han hecho con la flexibilización cuantitativa [el “equivalente de facto a la impresión de dinero”, dijo Singer] ha sido gratuito. Ellos piensan que los crecientes precios de los bonos o de las acciones han sido gratuitos. No ven los costos. Al final, “la confianza en la gestión de estos países y su impresión de dinero desaparecerá”, dijo Singer. Los bonos de esos países, desde Japón hasta EU, están completamente sobre valuados. “No hay lugares seguros en los mercados actuales”, agregó, indicando que no recomienda ir corto con esos bonos, pero advierte sobre mantener tenencias largas.

 

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