Cintillo-Seleccion-F-2015 Tenemos dos noticias para ti: una buena y una mala. La buena: las personas cada vez vivimos más años después del retiro, gracias a los avances en la medicina. La mala: ni con tu Afore ni con ahorro voluntario podrás vivir una jubilación digna. Hasta ahora, ni los gobiernos ni los inversionistas privados han encontrado cómo resolver este grave problema.    Este texto fue publicado originalmente el 12 de mayo. Cuando le dices a un inversionista de 65 años que ha logrado ahorrar 400,000 dólares, se pone muy contento. Pero el semblante cambia cuando le explicas que quizá deberá vivir 20 años con ese monto y, quizá, cinco de esos años bastante enfermo. Aunque hay grandes sumas administradas por los sistemas de pensiones públicos y privados, éstos pueden no ser suficientes ante el cambio en la esperanza de vida. Lo anterior lo explica Chip Castille, BlackRock’s Chief Retirement Strategist, quien afirma que el problema es el mismo alrededor del mundo: cada vez vivimos más. Desde el siglo XIX, cada 10 años, la esperanza de vida aumenta un año. Éstas son buenas noticias para la humanidad y la medicina. Sin embargo, la longevidad se ha convertido en un problema para los sistemas de pensiones. “En un escenario convencional, un estadounidense ahorraba 400,000 dólares para su etapa de retiro, una muy buena cifra si el sujeto en cuestión vivía cinco años tras su jubilación. Sin embargo, aunque hoy esa cifra luce muy bien, no es suficiente para sostener gastos anuales por 40,000 dólares durante 20 años”, detalla en entrevista telefónica desde Nueva York. En México, el panorama es similar, aunque el ahorro privado no es una constante: apenas 1% (cerca de 23,000 mdp) de los recursos en las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores) corresponde a ahorro voluntario, y sólo 2% de los mexicanos tienen un plan privado de inversión. Sin embargo, la mecha de la bomba de pensiones se acorta cada vez más. En 1960, la esperanza promedio de vida en México era de 59 años para las mujeres y 55 para los hombres; en 2010 se elevó a 77 años para las mujeres y 73 para los hombres. “Cuando nació el sistema de pensiones del IMSS, en 1943, había 26 trabajadores por cada pensionado. Para 2050 habrá dos trabajadores activos por cada pensionado. Hablamos de que el modelo era insostenible para el sistema de beneficio definido, y la longevidad también es un problema para el actual sistema de cuentas individuales”, dice Federico Rubli Kaiser, coordinador general de Planeación Estratégica y Proyectos Especiales de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar).   Gobierno o individuos: ¿quién es responsable? Ocho de cada 10 mexicanos cree que el gobierno tiene la obligación de ver por la ciudadanía cuando envejece y ya no puede trabajar. Así lo señala la encuesta Ahorro y futuro: ¿Cómo piensan los mexicanos?, elaborada por la Asociación Mexicana de Afores (Amafore). Lo cierto es que el gobierno ha generado el esquema de cuentas individuales con Afores. Este sistema cuenta con 53 millones de cuentas, de las cuales sólo ocho millones cotizan de manera constante, es decir, sólo ocho millones de mexicanos tienen una aportación constante a su cuenta de ahorro para el retiro. Aun así, se estima que este sistema sólo podrá proveer una jubilación por 40% del último sueldo del trabajador, y la cifra irá disminuyendo si el trabajador vive más o no ahorra. Actualmente, los mexicanos con una cuenta de Afore sólo destinan 6.5% de su sueldo al ahorro para el retiro. ¿Qué pasa con el resto de las personas? Si bien el gobierno ha generado un sistema que, en teoría, debe proveer una red de protección, también es cierto que hay 28 millones de trabajadores en el sector informal que no cuentan con ninguna cobertura de servicios públicos y que también están envejeciendo. “Hay un doble reto que debe ser atendido de manera rápida: el gobierno debe expandir la cobertura y tener una mayor masa de trabajadores con esquemas obligatorios y voluntarios. El mayor problema es plantear reformas y alternativas al sistema de pensiones”, dijo a Forbes México Gregory Burrows, Senior Vice President en Principal Financial Group, en su última visita a México. pensiones8   Ahorro voluntario, ¿la solución? Una persona que planea gastar unos 5,000 pesos al mes durante su retiro debe ahorrar al menos 1.5 millones de pesos para lograr ese ritmo de gasto durante 20 años después de haberse jubilado. El promedio de saldo en las cuentas de ahorro para el retiro es de apenas 60,000 pesos. Para alguien que empezó a trabajar después de 1997 y planea retirarse en 20 años, el tiempo corre a contrarreloj para alcanzar una meta de 1.5 millones. Si bien el ahorro voluntario es importante, explica Carlos Noriega, presidente de Amafore, el gobierno tiene que considerar una red de protección básica, pues para 30% de las familias en el país, el ahorro en su cuenta de Afore es el patrimonio más grande que tienen y, aun así, no alcanzará para proveerles de un retiro digno. “El gobierno debe empezar a trabajar en un esquema de cuatro pilares: el pilar cero, con una pensión universal para las personas que menos tienen; el pilar 1, del sistema de beneficio definido; el pilar 2, de cuentas individuales, y el pilar 3 , de ahorro voluntario”, sugiere.   ¿Qué cambios podemos esperar? La Consar y la Amafore ya trabajan en la negociación de cambios en el Congreso para lograr una mayor flexibilidad en los regímenes de inversión de las Afores para poder otorgar mejores rendimientos. Sin embargo, aun con un buen manejo de inversión se corre el riesgo de que los recursos sean insuficientes. De acuerdo con los diferentes expertos, hay tres cosas que podrían modificarse:
  1. Elevar la edad de retiro: “Vemos que hay lugares en donde la edad de retiro ya son los 67 o 68 años. Esta estrategia va a funcionar y va a funcionar muy bien si se logran cambios en el mercado laboral que permitan que las personas mayores se mantengan productivas; de lo contrario aportará muy poco”, advierte Chip Castille, BlackRock’s Chief Retirement Strategist.
  2. Elevar la aportación del trabajador: Idealmente, esta opción podría darle mucho más sustentabilidad al sistema, pero el costo político de promover esta medida podría retrasar mucho su aprobación.
  3. Generación de incentivos para el ahorro voluntario y empresarial: Poco más de 2,000 son las empresas que ofrecen planes de retiro en México. Una política de incentivos deberá generar algún aliciente fiscal para quienes ahorren o promuevan el ahorro entre sus trabajadores.

 

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