Por Javier Rodríguez Della Vecchia* 2017 se presenta como un año lleno de retos en varios niveles; de acuerdo al Informe de Riesgos Globales -publicado hace unas semanas en la última edición del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés)-, la desigualdad económica, la polarización social y los peligros medioambientales son las tres tendencias principales que determinarán los avances globales en los próximos 10 años. En México, lo evidencia la incertidumbre financiera que se vive dado el panorama geopolítico mundial. Aunque el sector asegurador en el país comienza a resentir los embates de la depreciación cambiaria, sus principales focos de atención son aquellos relacionados con la adaptación y personalización de productos al mercado millennial, el uso de nuevas tecnologías, así como un mayor involucramiento con los clientes para contribuir al crecimiento del sector y disminuir la baja penetración en el país. Los millennials han creado nuevos cuestionamientos en varios campos: sus ideas han revolucionado e hiperconectado educación, tecnología y vida profesional. Las nuevas tecnologías de la información se han adaptado con rapidez a su ritmo de vida. Cada vez exigen mayor personalización en los productos, facilidad de acceso y privilegios. El uso de datos biométricos y drones ha comenzado a resonar derivado de sus requerimientos. Sin embargo, este uso permanente de la tecnología ha permitido un incremento en ciberataques y robo de información de datos confidenciales. A pesar de su potencial para impulsar el crecimiento económico y resolver problemas complejos, la ciber-dependencia es considerada uno de los mayores motores de riesgos económicos, geopolíticos y tecnológicos. El sector asegurador debe aprovechar las tendencias digitales y el uso de nuevas tecnologías, para innovar en este campo y lograr diseñar productos a la medida de cada usuario, así como tarifas de acuerdo al comportamiento y perfil de los diferentes consumidores. Como expertos en riesgos, es nuestro deber incorporar a nuestras prácticas el conocimiento sobre cómo piensan, qué hacen, sus inquietudes e ideales para proteger todo aquello que les interesa. Por lo tanto, es obligatorio incrementar los niveles de satisfacción de los clientes. Tan sólo en 2016 se incrementó el número de inconformidades presentadas ante la Condusef sobre instituciones bancarias y aseguradoras. Aunque gran parte de ellas fue improcedente debido a que las denuncias se habían originado por desconocimiento o confusión de conceptos, es obligación de las compañías diseñar productos claros y entendibles para la población. Las aseguradoras que se adapten a un servicio completamente personalizado contarán con un diferenciador frente al resto y lograrán desarrollar un nivel de involucramiento y compromiso con sus clientes. Se convertirán en un aliado para proveer a los consumidores experiencias para que su vida sea más segura y cómoda. En términos generales es importante visualizar el panorama completo y las interconexiones que permitan generar herramientas para los clientes, población y tomadores de decisiones para facilitar el entendimiento de la importancia de protegerse frente a cualquier peligro. Hoy los principales impulsores de los riesgos pueden frenarse o invertirse construyendo sociedades más incluyentes, para lo cual serán fundamentales la cooperación internacional y el pensamiento a largo plazo. *Javier Rodríguez Della Vecchia, Licenciado en Derecho (UDLAP) con especialidad en Alta Dirección de Empresas (IPADE), es  CEO de Zurich México.   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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