El Centro de Estudios de Análisis Económicos del Sector Privado (CEESP) advierte que la falta de estímulos, ausencia del Estado de Derecho y violencia limitan un mayor crecimiento económico de México en 2023.

“La falta de estímulos, un entorno dominado por la ausencia de un estado de derecho sólido, violencia creciente con una impunidad casi total, en conjunto con un entorno de elevada corrupción son elementos que han limitado un mayor crecimiento (en México)”, afirma el organismo dirigido por Carlos Hurtado López. 

Durante 2023, la tasa de crecimiento en México se mantuvo por arriba del 3 por ciento, pero “se aprecian signos importantes de un nuevo episodio de debilidad si se considera que en el último trimestre de ese año la economía creció 2.4 por ciento, su menor avance en los últimos ocho trimestres”, declara el órgano asesor en materia económica del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

Si bien la estimación oportuna del Inegi señala que la economía creció 3.2 por ciento durante 2023, “su debilitamiento en la última parte del año, que la llevó a crecer 2.4 por ciento en el último trimestre”.

El crecimiento del producto interno bruto (PIB) de México llevó a ritmo de avance al promedio anual histórico: “En el periodo 1981-2023 la economía creció a un ritmo anual de 2.2 por ciento, mientras que en el lapso 1993-2023 lo hizo en 2.1 por ciento”, destaca el centro líder de investigación económica en México.

Además, quince trimestres después de la pandemia, el PIB se mantiene por debajo de su tendencia de largo plazo, afirma.

“La inversión también tardó en recuperarse. Sin embargo, en este caso se observó una sorpresiva recuperación con tasas de crecimiento de dos dígitos a partir de diciembre de 2022, que en principio se consideró como resultado de la evolución de la inversión pública asociada a los proyectos insignia del gobierno”, expresa. 

Recuerda que la inversión privada muestra un comportamiento similar, aunque no hay indicios claros de su origen.

Pese a este dinamismo de la inversión no se aprecia una incidencia importante en el crecimiento económico en México, detalla. 

A finales de enero de 2024, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) publicó un informe sobre los flujos de inversión extranjera directa, el cual elevó el optimismo sobre la situación de México, expresa el CEESP.

El Monitor de Tendencias de Inversión Global de la UNCTAD resalta a México como uno de los países más dinámicos como receptor de inversión extranjera directa en 2023, tras estimar la entrada de 43,900 millones de dólares por este concepto, lo que representaba un incremento de 21 por ciento.

Las cifras recientes que dio a conocer la Secretaría de Economía reportan que en 2023 la cifra preliminar de IED a México fue de 36 mil 058 millones de dólares, lo que representó un avance de sólo 2.2 por ciento respecto a la cifra preliminar del año previo. 

“Si la comparación se hace con la cifra corregida, se aprecia una disminución de 0.7 por ciento”, manifiesta el Centro de Estudios de Análisis Económicos del Sector Privado.

Con estos resultados las perspectivas se verán afectadas generando una visión menos optimista y más cautelosa, así como la inversión extranjera directa ha reflejado más operaciones financieras que montos de inversión generadores de acervo de capital, expresa.

“El mercado laboral formal tampoco muestra indicios de una mejora sustantiva,  de hecho, la creación de empleo formal no refleja el ritmo de crecimiento de la economía”, afirma. 

Con base en las cifras del IMSS se aprecia que, en años anteriores, con un menor ritmo de crecimiento de la economía el número de registros mostraba mayores aumentos.

“Las cifras indican que la pérdida de registros en diciembre del 2023 fue históricamente la más alta para el mismo mes. Además, el aumento de registros al IMSS para todo el 2023 fue el menor en los últimos tres años”, detalla el CEESP.

El consumo ha sido un importante factor de la recuperación, también muestra señales de debilitamiento a lo largo de todo 2023: “Después de reportar tasas de crecimiento cercanas a 10 por ciento a finales del 2022, tanto las ventas al menudeo como el indicador de servicios iniciaron una tendencia a la baja”. 

En noviembre, mes con las cifras más recientes, se observaron avances de 3.0 por ciento  y 2.0 por ciento, respectivamente, detalla.

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Agrega que las remesas familiares, que son una parte importante del ingreso y del consumo de muchas familias, también parecen desacelerarse.

“Hacia finales del 2023 su ritmo de crecimiento (de las remesas hacía México) se ha reducido de manera importante”, asevera.

“Medidas en dólares, las remesas crecieron a una tasa anual de 2.1 por ciento, su segundo avance más bajo (después del reportado en noviembre) desde mayo del 2020. Medidas en pesos, registraron una caída de 10.5%, con lo que acumularon diez meses consecutivos con tasas negativas”, dice. 

El escenario para el presente año es complejo, en especial por la actividad electoral que habrá durante la primera mitad del año y que generalmente propicia una mayor cautela de la actividad productiva, lo que finalmente podría reflejarse en un avance más modesto, que se extenderá al 2025, primer año del siguiente gobierno y un año de aprendizaje, concluye el CEESP.

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