Menores precios orquestados desde el mercado de papel, serán respondidos con alta demanda física de los inversores en valor, que se preparan así para el desastre económico que viene.     En la entrega anterior expusimos cómo la demanda física de oro y plata en el planeta se mantiene fuerte, según lo demuestran las lecturas de Base y Cobase que indican no solo la existencia de backwardation (inversión de la curva de contratos de futuros) en el mercado, sino que ésta se ha disparado. Los recientes desplomes de precio observados en ambos, por lo tanto, se debieron a ataques especulativos en el mercado de forwards y futuros, es decir, en el de papel. Esa disociación del mundo del metal real y el imaginario, ha propiciado que con las bajas de precios, se desate una auténtica fiebre por los metales preciosos monetarios. En Alemania por ejemplo, reportes periodísticos del portal Goldreporter.de, dan cuenta de que en ese país, algunos distribuidores se han quedado sin inventarios. La alta demanda de los inversores alemanes continuó el fin de semana, en especial, sobre monedas de plata. Andreas Heubach, director general de Heubach Edelmetalle en Nuremberg, dijo que tan solo el jueves y viernes vendieron 80 mil onzas. Para darle una idea de la dimensión de lo que esto significa, este solo proveedor vendió en dos días el equivalente a más del 80 por ciento del total de onzas de plata Libertad que se pusieron en circulación en todo México, durante el pasado mes de septiembre, el dato más reciente. “La demanda y la histeria también, están de regreso”, dijo Heubach. Christian Brenner, director general de Philoro Edelmetalle GmbH en Leipzig y Berlín, reportó que la demanda se disparó en 100 por ciento, y la venta en línea, hasta 300 por ciento. René Lehmann de Münzland en Dresden, aseguró que el 80 por ciento de sus clientes regulares están aprovechando la baja de precios para aumentar sus posiciones, en particular de las canadienses “hojas de maple” de 1 oz. de plata, ½ oz. y la moneda australiana Lunar de 1 kg. En oro, el interés ha estado también sobre las “hojas de maple” y barras de 1 oz. Su ratio de compradores sobre vendedores es de 50 a 1. Por su parte, la US Mint, casa de moneda estadounidense, reportó una venta de 625 mil monedas de una onza de plata “American Eagle” en los dos primeros días hábiles de noviembre. De igual forma, la colocación de esa serie de monedas pero de una onza de oro, fue de 10 mil 500, equivalentes al 50 por ciento de todas las que se vendieron en agosto de este año. Asimismo, el neerlandés Koos Jansen, analista especializado en el mercado chino de oro, describe como “insaciable” el apetito de China por el rey de los metales. Sus estimaciones, como lo ha confirmado la Asociación del Oro de China (CGA, por sus siglas en inglés), han sido más precisas que lo que ha reportado el Consejo Mundial del Oro (WGC). Por ejemplo, para 2013, los cálculos de demanda china de oro de Jansen, estuvieron en línea con lo que oficialmente publicó la CGA en su China Gold Yearbook 2014: 2,199 toneladas, equivalentes por cierto a más del 73 por ciento de la producción minera mundial del año pasado (2,994 tons.). En cambio, para el WGC, los chinos solo compraron 1,120 tons., casi un 50 por ciento menos. Inverosímil. No es casualidad que los medios occidentales sólo repitan lo que dice el WGC, pues Estados Unidos tiene especial interés en que no se difunda lo inocultable: China se está empoderando cada día más a través del oro, y se está llevando todo lo que puede de este hemisferio. Cabe agregar además, que fuentes de la CGA revelaron a Jansen que el Banco Popular de China, el banco central, importa el metal fino por otras vías distintas a la Bolsa de Oro de Shanghái. Aquí en exclusiva para este espacio, el analista Jim Rickards nos reveló hace unos meses que el gobierno de Beijing está empleando incluso canales militares para hacerse del metal precioso en secreto. En este contexto, Jansen calcula con base en las últimas cifras publicadas, que en la semana del 20 al 24 de octubre, es decir, una antes de los más recientes desplomes de precio, los chinos importaron 46.7 toneladas, de un total de 1,036 tons. en lo que va del año. Eso nos dice que las importaciones semanales chinas rondan el equivalente a 3,736 lingotes London Good Delivery, o más de 46 mil barras de un kilo. Dichas importaciones representan también casi el 40 por ciento del total de reservas imaginarias de oro del Banco de México (Banxico), en solo cinco días hábiles (lunes a viernes). Sea en Alemania o China, el patrón se repite: menores precios orquestados desde el mercado de papel, serán respondidos con alta demanda física de los inversores en valor, que se preparan así para el desastre económico que viene. Aquí, ya consultamos a Banxico para que nos informe las últimas cifras de demanda de onzas Libertad en el país durante octubre, y en cuanto las tengamos, las publicaremos. Pese a lo que se diga, hay una fiebre del oro y la plata en el mundo, que los beneficiarios del sistema monetario basado en el dólar, no han podido ni podrán contener.

 

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