“Afortunadamente, con todo y pandemia quedamos bien parados. Estamos entrando [a México] en el mejor momento posible. De toda crisis, nacen oportunidades”, afirma Martin Schrimpff, cofundador de Zinobe, radicado en México hace seis años, también fundador de otras siete empresas de tecnología (entre ellas Accendo) e inversionista ángel de al menos 20 startups.

Schrimpff se considera un “dinosaurio”, ya que tiene una trayectoria de casi 20 años en temas fintech y de emprendimiento; en 2002 fundó PayU (fintech que proporciona tecnología de pago a comerciantes en línea), empresa que llegó a facturar hasta 300 millones de dólares (mdd), a tener 2,000 empleados y con operación en 16 países. En la actualidad, esta compañía pertenece a Naspers, una multinacional de Internet de consumo con sede en Sudáfrica.

Zinobe nace del análisis y la comparación, si regresamos el reloj unos ocho años, en Estados Unidos y Europa el modelo de créditos 100% en línea estaba floreciendo y arrojando resultados excepcionales a la microeconomía, bajo el uso de credit scoring (método que se está empleando cada vez más entre las instituciones financieras para medir el riesgo de otorgarle financiamiento a las PYMEs) muy distinto al tradicional. Y ahí, se prendió el foco innovador.

“Después de cada crisis nace un nuevo pool de emprendedores. Los vimos en 2001, en 2008 y ahora lo veremos con la nueva ola que dejará el coronavirus”.

“Esto nos animó mucho, la oportunidad para América Latina era enorme”, cuenta. “Al principio, cuando comentabamos que daríamos préstamos online, sin conocer a la persona, sin huellas… la gente nos decía: ‘están locos, nadie les va a pagar’”. Hoy, el riesgo de confiar en los pequeños y medianos empresarios ha rendido frutos, ya que la fintech cuenta con un Net Promoter Score (herramienta que mide la lealtad de los clientes de una empresa basándose en las recomendaciones) cercano al 80%, un nivel muy alto para este tipo de negocios.

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Fundada en 2012 por Schrimpff y Tarek El Shrif, esta fintech ha brindado más 1,5 millones de créditos en Colombia, impulsando a los negocios locales y fomentando el desarrollo del emprendimiento gracias a sus facilidades para otorgar créditos, tanto a personas físicas como morales. Razón por la que, fue incluida dentro de la lista de #Las30DeForbes 2019, en la primera edición de este especial en el país cafetero. Además, recientemente fue nombrada por el Financial Times como la empresa de mayor crecimiento en esta nación.

Básicamente, Zinobe es una fintech enfocada a otorgar préstamos a personas físicas y desde 2019 también lo está haciendo con empresas. Mediante el uso de machine learning y data alternativa ha podido llegar a segmentos de la población que la banca tradicional no cubre. “Somos creyentes de que estamos ayudando con la ‘inclusión crediticia’ más que financiera”, dice Schrimpff.

“México siempre ha estado en la mira. Es un mercado muy grande. Tenemos culturas parecidas”.

A través de un joint venture junto a la compañía mexicana de servicios financieros Mexarrend, la segunda más grande de leasing del país, Zinobe aterriza en tierras aztecas.

Producto de esta alianza ha nacido Centeo, liderada por Matthew Meehan, es la plataforma a través de la cual ambas compañías van a impulsar el acceso al crédito para Pymes en México, mediante alternativas de financiación a las que emprendedores y pequeños comerciante podrán acceder vía internet.

De izquierda a derecha. Matthew Meehan, CEO de Centeo y Martin Schrimpff, cofundador de Zinobe SAS. Foto: Cortesía

“Este es un proyecto que nos emociona enormemente. Estamos convencidos de que con las capacidades tecnológicas y de analítica avanzada que hemos desarrollado en Zinobe para nuestros productos Lineru y Aliatu, junto a la experiencia de Mexarrend en el mercado mexicano, vamos poder generar un impacto positivo en un sector desatendido”, afirma El Sherif, CEO de Zinobe.

¿Su competencia? Sofomes y otros especialistas de crédito como Unifin y Crédito Real. ¿Su as bajo la manga? La tecnología. Cuentan con una capacidad operativa que les permite procesar un número alto de créditos de monto bajo (entre 50,000 y 500,000 pesos). “Esa fue la oportunidad que vio Mexarrend. Hay una disrupción. Nos buscamos atacar a la banca. Si no aprovechar nuestras ventajas tecnológicas y tomar un mercado interesante y desatendido”, asegura.

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La compañía mexicana Mexarrend está respaldada por los fondos de inversión Alta Growth Capital y Colony Capital. Este último anunció el año pasado que planeaba invertir 5.000 millones de dólares en Latinoamérica.

Por su parte, Zinobe, está apoyada por QED Investors, uno de los mayores fondos de inversión fintech en el mundo. Y más recientemente por el fondo inversor Monachil Capital Partners, fundado por Ali Meli, exsocio de Goldman Sachs.

¿Y para los emprendedores? “Persistencia y apegarse a las unit economics (salud financiera). No frustrarse y no desesperarse por ver tantos ‘unicornios’. Creo que el efecto Sofbank no hay sido muy bueno para muchas empresas, porque crecer sin saber a qué costo, no es lo ideal. Ese sería mi consejo”, concluyó Schrimpff.

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