Deborah Berebichez se convirtió en la primera mujer mexicana en obtener el grado de doctorado en Física Teórica por la Universidad de Stanford. Durante poco más de dos décadas ha abierto espacios para las mujeres en un mundo dominado por el género masculino y se ha consolidado como una de las principales precursoras de las ciencias a nivel internacional, gracias a sus investigaciones y programas de televisión.   Fotos: Fernando Luna  Una conversación debajo de un árbol en Harvard Square, en la ciudad de Cambridge, Massachusetts, cambiaría el rumbo de la vida de Deborah Berebichez, en 1995. Con la presión familiar y social encima, la joven estudiante, que en ese entonces cursaba la carrera de filosofía en la Universidad Brandeis, se rehusaba a desistir a su verdadera vocación: la física. Esa tarde de verano, la estudiante mexicana le confesó a Roopesh, el asistente hindú del profesor de una clase de astronomía que Deborah cursaba, que ella había nacido para las ciencias, pero debido a que no contaba con el apoyo para hacerlo, se intentaba convencer de tomar otro camino distinto. Roopesh, quien se convirtió más que en su amigo, en su guía, cogió un par de monedas, entró a una cabina telefónica cercana, llamó al profesor, quien era el director del departamento, y le dijo que tenía frente a él a una mujer que quería estudiar física, pero la beca con la que había llegado a esa universidad era sólo por dos años. Al concluir la llamada, la hija mayor de tres hermanas tenía una misión: estudiar durante dos meses, 14 horas diarias para un examen que le concedería el pase para poder cursar ambas carreras o regresar a México con un título de filosofía. Al concluir el verano, Berebichez aprobó. Ese fue sólo el inicio para la primera mujer mexicana en recibir el grado de doctorado en Física Teórica por la Universidad de Stanford, gracias a la realización de sus estudios con Steven Chu, Premio Nobel de Física 1997. “Recuerdo muy bien que ese día se me llenaron los ojos de lágrimas y le dije a Roopesh: ‘No me quiero morir sin siquiera tratar. Sin siquiera tratar de hacer física’ y ahí comenzó todo”, recuerda Deborah Berebichez. Hoy, la científica ha logrado consolidarse como una de las máximas representantes de la física en las aulas internacionales: además de su doctorado, cuenta con dos posdoctorados en la Universidad de Nueva York y en la Universidad de Columbia. Al concluir sus estudios, la mexicana comenzó con una activa labor de divulgación científica en la conducción de programas en Discovery Channel y National Geographic. Asimismo, imparte conferencias magistrales, con las que busca que las estudiantes, en especial latinoamericanas, se interesen en la investigación de las ciencias exactas. Las finanzas son otro tema que ha estado presente en la vida de la investigadora. De 2008 a 2014, fungió como vicepresidenta de Análisis de Riesgos en Morgan Stanley de Wall Street. Por ahora, Deborah trabaja como científica de big data en ThoughtWorks en Nueva York. En algún momento, confiesa, le gustaría desempeñarse como secretaría de energía o, incluso, no descarta que su talento la lleve algún día a ser la próxima Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal. Pero, para llegar a ello, sabe que aún queda un largo camino por recorrer y mujeres por ayudar. Por ello, ha desarrollado la iniciativa Technovation Challenge, la cual tiene presencia en 24 entidades de Estados Unidos y 17 países en todo el mundo, y recién en México. Este proyecto consiste en reunir a un grupo de mujeres estudiantes de entre 16 y 18 años de escasos recursos, y brindarles durante tres meses asesoría sobre cómo programar aplicaciones de teléfonos móviles, basadas en algún problema que se pueda resolver en su comunidad. “Con esta iniciativa queremos que ellas se vuelvan líderes en sus comunidades. También se les enseña cómo crear un modelo de negocios alrededor de la aplicación y cómo vender la idea a un grupo de inversionistas serios”, explica. Google es uno de los patrocinadores más importantes y le brinda 20,000 dólares al equipo que resulte ganador, con el propósito de que las estudiantes puedan desarrollar la aplicación de manera profesional. Este año, Deborah Berebichez se convirtió en embajadora de la iniciativa Discovery Celebrando México 2015, que tiene como objetivo dar a conocer la historia de mexicanos que han sobresalido a nivel internacional.   Deborah Berebichez (Foto: Fernando Luna)   Una fórmula para México Berebichez es consciente de la realidad actual del país que la vio nacer. Frente a un panorama económico agonizante, la investigadora asegura que existe una fórmula para ayudar a impulsar a México: sus recursos naturales y su fuerza emprendedora. En la actualidad, las pequeñas y medianas empresas (Pymes) aportan 52% del Producto Interno Bruto (PIB) y generan, en promedio, 72% del empleo a nivel nacional, según datos del Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem). Ante este escenario, Deborah ve una oportunidad, en donde es vital que científicos, gobiernos y la industria se alíen. “Debe de haber una comunicación entre los científicos, los gobiernos y la industria, de igual forma como existe en otros países. Creo que para que México y su economía vuelvan a crecer, es necesario crear nuevas industrias.” Además, la científica también considera que se debe de apoyar más a los emprendedores, pues en su perspectiva “no se apoya como debiera a la industria pequeña y mediana”. Al incentivar a más industrias, Berebichez explica que se generarían nuevas economías, “Google se creó así. Hubo alguien que creyó en ellos y ahora la vemos como un gigante tecnológico a nivel mundial. Sé que un emprendedor mexicano puede llegar a lograr algo similar”, asegura. Asimismo, la experiencia como vicepresidenta de Riesgo en Morgan Stanley, en Wall Street, le permite explicar a  Berebichez  que, de reducir los impuestos  a los emprendedores en México, éstos podrían atraer mayor financiamiento. “En un aspecto social, me gustaría ver a México con una visión con más creencia en sí mismo.  Se trata de creer en nosotros. El talento existe. En México, vemos muchas nuevas industrias, hay buenas ideas. Nos debemos como mexicanos llegar a ser mejores de lo que ya somos”, comparte.   Lecciones para ser exitosas A continuación, te presentamos las tres lecciones que, de acuerdo con Deborah Berebichez, las mujeres mexicanas, en especial aquellas que deseen sobresalir en el mundo de las ciencias, deben poner en práctica: Confía en ti misma.  Pensar que la ciencia es algo complicado y está al alcance de unos cuantos es el principal error. “Si deseas algo, lucha por ello, no te detengas, aunque no tengas el apoyo de tu familia.” Investiga. La ciencia es el arte de ser curiosa, es la habilidad de buscar y sobre todo de siempre preguntar por qué. “Escucha a tu científica interna, ponte los lentes de la física y no creas en tus autoridades solamente porque son tus autoridades.” Cree en los números. Si tienes preguntas, es probable que las respuestas las encuentres en los números. “Necesitamos más mujeres en el mundo de la ciencia. Tenemos que demostrar que este campo no es sólo para ellos. Cree en los números y en lo que ellos te pueden enseñar.”

 

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