La volatilidad en los precios del petróleo obliga a las compañías que trabajan en pozos no convencionales a buscar la forma de reducir aún más el costo de sus operaciones.   Por Jean-Marc Ollagnier*   Las reservas petroleras se han vuelto cada vez más abundantes. Hay cambios estructurales en camino del lado de la demanda, y si les añadimos la continua volatilidad geopolítica en las principales regiones productoras, tendremos como resultado un mercado global de petróleo que es claramente un territorio desconocido y cada vez más difícil de predecir. Hace una década nadie habría podido prever que Estados Unidos se convertiría en el mayor productor de petróleo del mundo, por no hablar de un (potencial) exportador. Del mismo modo, los conflictos solían significar la caída de la producción petrolera, así que ¿quién iba a imaginarse que la producción de Libia, a pesar de un caos continuo, se habría recuperado en los últimos meses? Con el precio del petróleo en picada, todo el mundo se pregunta cuál será el límite. Y nadie tiene la respuesta. Pero ¿qué significa esto para la revolución de shale de Estados Unidos? A diferencia de la producción de los campos petroleros en el Medio Oriente, la producción de gas y petróleo tiende a ser cara, y el precio actual del petróleo está pesando en los operadores que han invertido en operaciones no convencionales y son probablemente los más afectados. Dicho esto, la industria del petróleo y el gas es resistente y adaptable, y ha superado muchas caídas de precios en la historia mediante la búsqueda de formas de reducir costos. De hecho, ya estamos viendo evidencia de puntos de equilibrio que caen. Es difícil generalizar acerca de los costos de producción de shale en EU, ya que varían mucho a través de las compañías, cuencas y pozos específicos. Tomando la cuenca Eagle Ford como ejemplo, algunos de los principales operadores gastan hasta 6 millones de dólares (mdd) por pozo, mientras que otros luchan por lograr un pozo por el doble de esa cantidad. La investigación sobre las cuencas no convencionales como el Eagle Ford realizada por Accenture muestra que hay una serie de victorias rápidas para los operadores de petróleo y gas no convencionales que podrían generar ahorros importantes hoy en día, sólo por la mejora de las operaciones en tierra. A través de una mejor planificación y gestión de la logística, los contratistas y los materiales, los operadores pueden reducir los costos de construcción, perforación y terminación de pozos no convencionales, así como el tiempo total necesario para lograrlo, hasta en 40%. Para los jugadores de mayor desempeño, esto podría significar una reducción en los costos de 1.3 mdd a 2.6 mdd por pozo, asumiendo que el pozo tenga un costo de 6.4 millones. Con cientos o miles de pozos en un solo campo y los pronósticos de producción impulsados en buena medida por la perforación de nuevos pozos, la falta de un enfoque integrado de planificación de las operaciones no convencionales puede derivar en metas de producción perdidas y exceso en el gasto de capital. Hacer las cosas bien generará importantes beneficios en el lado de la reducción de costos. A 19 millones de litros de agua y 1,000 movimientos de camiones por pozo, un uso del agua más eficiente y rentable también proporcionaría una ventaja competitiva importante. Pero hay también una oportunidad para mejorar los movimientos en otras arenas y agregados, hacer un mejor uso del transporte ferroviario, por carretera y oleoductos, y seleccionar los lugares más óptimos para el almacenamiento permanente y temporal. Además, dado el número de pozos en una área no convencional y los equipos que trabajan 24/7, una operación de este tipo requiere un volumen mucho mayor de materiales que una convencional. La administración de estos materiales debe ser eficiente y ágil para garantizar su entrega oportuna, con el fin de minimizar el tiempo de inactividad y evitar inmovilizar el capital de trabajo y acumular gastos de almacenamiento innecesarios. Finalmente, el desarrollo no convencional se caracteriza por un gran número de proveedores de servicios y un gran número de traspasos en el sitio. Los operadores necesitan para asegurar una mejor colaboración entre estos contratistas y aplicar estrictos controles financieros y administrativos para cumplir con los requisitos operacionales en materia comercial y de manejo de riesgos. Todo esto debe darse incluso antes de llegar a los verdaderos disruptores de la reducción de costos en la perforación y terminación de pozos no convencionales. La automatización de la perforación y el análisis podrían eliminar el error humano de la perforación de cientos de pozos, permitiendo a las plataformas ajustar de forma automática las vibraciones, y facilitando la operación remota de equipos que utilizan tecnología móvil. Y aunque resulta emocionante, éste es un juego más a largo plazo. En un contexto de caída de los precios del petróleo, la industria necesita una victoria rápida, y estas mejoras en las operaciones pueden concretarse hoy día, entregando a cambio un gran ahorro en el corto plazo con una inversión mínima.   *Jean-Marc Ollagnier es Director Ejecutivo del Negocio de Recursos de Accenture, que ha publicado recientemente un nuevo informe: ‘Achieving high performance in unconventional operations: Integrated planning, services, logistics and materials management.’

 

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