El titular de la PGR, Jesús Murillo Karam, dijo que la fiscalía hace esta conclusión  basados en las confesiones de 39 personas, desde policías hasta los que actuaron en el crimen, y más de 150 inspecciones ministeriales.   La Procuraduría General de la República (PGR) insistió en su versión de que los 43 estudiantes de la escuela normal rural de Ayotzinapa desaparecidos el pasado 26 de septiembre, fueron calcinados en el basurero de Cocula y que sus restos fueron triturados y arrojados a un río. En conferencia de prensa, el titular de la PGR, Jesús Murillo Karam, dijo que la fiscalía hace esta conclusión basados en las confesiones de 39 personas, desde policías hasta los que actuaron en el crimen, y más de 150 inspecciones ministeriales. “Los estudiantes fueron asesinados, incinerados y arrojados al río San Juan. Esta es la historia real y verídica de los hechos”, dijo el funcionario. La PGR mostró una declaración ministerial de un presunto implicado en la incineración de los cuerpos, llamado Felipe Rodríguez Salgado, alias “el Terco” o “el Cepillo”. “Llegando al basurero de Cocula bajamos a los estudiantes de la camioneta, percatándome que unos ya estaban muertos por, creo que por asfixia, siendo los que iban hasta abajo y quedaban vivos, siendo aproximadamente de 15 a 18 estudiantes”. El detenido, que cita a otro cómplice llamado como “el Pato”, dijo que acostó a cuatro de los estudiantes detenidos y les disparó en la nuca con un arma corta. “al llegar al basurero, me percaté que todavía estaba un poco prendido el fuego y muchas cenizas, en donde le pregunté al Pato y me dijo que los pusieron en una plancha de llantas, leña y fueron quemados los detenidos con diésel, terminando de incinerarlos ya por la tarde”, decía otra parte de la declaración, resaltada por la PGR durante la conferencia. La PGR insiste de esta forma que los estudiantes de la escuela normal rural fueron incinerados por más de 12 horas con diésel, gasolina, plásticos y llantas hasta el grado de carbonizarlos a temperaturas superiores a 900 grados. Desde que el 7 de noviembre la PGR presentara la tesis de que los estudiantes fueron quemados y arrojados sus restos al río, padres de los normalistas cuestionaron esta versión, señalando que se necesitan temperaturas muy altas y constantes, como las de un crematorio, para quemar un cuerpo. “En una funeraria, para poder incinerar al cadáver, la incineradora debe de estar a entre 900 y 1250 grados centígrados y debe durar al menos tres horas como mínimo y hasta 5 horas para la incineración. Aún así, no se reduce todo a cenizas, sino que el cadáver es pasado por una trituradora de huesos (cremulador), de donde se recoge y se pasa al jarrón-urna”, señala una página de Facebook que se identifica como el perfil de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos. El pasado 15 de enero, padres de los estudiantes irrumpieron en el 27 Batallón de Iguala, acusando que el Ejército también estaba involucrado en el crimen y exigían que se revisaran cámaras y crematorios de las fuerzas castrenses. Antes de la ronda de preguntas y respuestas en la conferencia, la PGR presentó un video, con música incidental de fondo, en el que se hace una reconstrucción de los hechos.

 

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