“No conoces realmente a alguien hasta que compartes una herencia con él”. Mark Twain

No permita que su sueño se convierta en su peor pesadilla: prever posibles desacuerdos es siempre la mejor manera de evitar que sucedan. “La más grande herencia que puedes dejar a tus hijos es la mejor educación que tu dinero pueda comprar, un cerebro lleno de conocimientos, que nadie se los pueda arrebatar”. 

Muchos piensan que el proceso de planeación patrimonial consiste solo en crear un testamento. Sin embargo, un plan bien pensado incluye los detalles necesarios para que las decisiones que usted no pueda tomar —porque se encuentre incapacitado o porque ya no esté presente para expresarlas— se sigan al pie de la letra, tal y como lo hubiera deseado. 

En él puede estipular la forma en que quiere que se proceda en caso de sufrir un accidente infortunado. Financieramente, le ayuda a minimizar impuestos de patrimonio, al mismo tiempo que indica cómo quiere que sus bienes sean manejados después de su fallecimiento, bienes que pueden incluir inmuebles, acciones de la empresa familiar, seguro de vida, inversiones o muebles. Además, un plan patrimonial puede nombrar a alguien para manejar sus negocios si usted no tiene la posibilidad.

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Ya que la construcción de su patrimonio significa el trabajo de mucho tiempo —de toda la vida, casi siempre—, verlo convertido en el medio para satisfacer sus necesidades, comodidades y, por supuesto, el soporte del futuro familiar no solo es motivo de tranquilidad. También es razón suficiente para encontrar la mejor manera de mantenerlo dentro de la empresa para que crezca, se haga más fuerte y los trascienda.

¿Cuándo debe de empezar a hacer un plan patrimonial? Ya que nadie tiene la seguridad de otro día cuando hablamos de la vida en esta tierra, la planeación de este procedimiento tiene que materializarse cuando usted está vivo y tiene la capacidad legal de hacer un contrato. Es por eso que es primordial adelantarse a los acontecimientos, pues si por algún motivo se encontrara incapacitado, el familiar más cercano determinará cómo proceder ante decisiones críticas, como son el tratamiento médico que debe usted recibir, cómo y quién manejará los asuntos pendientes y otros temas peliagudos que afectarán a la empresa y al resto de la familia.

¿Qué debe incluir? Eso depende de cada persona. Por ejemplo, muchos planes patrimoniales incluyen documentos acerca del tratamiento médico y decisiones finales de vida. Otros, nombran a alguien para controlar su propiedad y gestionar sus asuntos en caso de que usted no pueda. En ocasiones también incluyen un testamento, fideicomisos y poderes legales. Es por eso que la planeación patrimonial implica la selección de actos adecuados y a la medida de cada sujeto, que le permitan no solo afrontar las eventualidades previsibles, sino también las que llegan sin avisar, como una enfermedad súbita, una muerte prematura, y todas las que no están bajo su control, que pueden alterar su situación económico-personal.

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Algo que puede ayudar a que esta planeación se realice sin tantos baches es que la empresa familiar haga la revisión de la estructura societaria, de administración al interior y la adopción de mecanismos idóneos para la gestión del patrimonio y, por lo tanto, para la sucesión del poder empresarial. Hablamos de protocolos de familia, acuerdos de accionistas, reglamentos del consejo de administración, entre otros, que se recogen en códigos de mejores prácticas y principios de gobierno corporativo. Todos son imprescindibles para la supervivencia, el éxito y la trascendencia de este tipo de empresas. 

Y ya que hablamos de los mecanismos que llevan por buen camino a la planeación patrimonial, ¿qué es lo que puede desviarla hacia un atolladero? El error más común es cuando se piensa la planeación únicamente desde los impuestos sin considerar a otras circunstancias que pueden derivar en un costo mayor. Por ejemplo: cuando los padres empiezan a desprenderse de sus bienes y deciden donarlos a sus hijos. Un acto que aparentemente tiene una ventaja económica por disminución de costos, en el mediano y largo plazo pueden ser mucho más gravosos para el patrimonio familiar por razones ajenas a los impuestos.

El hecho de que una persona cuente con suficientes recursos económicos, con una empresa muy rentable y exitosa, o con gran vitalidad para trabajar, no le permite suponer que tiene asegurado su futuro y el de su familia, pero sí que lo puede garantizar si tiene una cuenta ordenada y estructurada de sus bienes. Es por eso que a veces la buena fe, el cariño, la manipulación o los malos consejos, pueden ser otro mal paso al momento de tomar decisiones sobre el patrimonio. Destinar ciertos bienes o acciones de la empresa a personas o fines no adecuados, mismos que después ya no podrán modificarse, puede provocar desequilibrios económicos y emocionales que llevarían hasta la desintegración familiar y pérdida de gran parte o del total de lo construido. Así que la planeación patrimonial debe realizarse con cabeza fría y, de ser necesario, con el acompañamiento de un asesor especializado en estos menesteres, ya sea la repartición de los bienes o en la creación o revisión del plan ya pensado. “Cuando se trata de dividir un patrimonio, los hombres más educados se pelean”. Ralph Waldo Emerson

A través de la planeación patrimonial se busca: 

Organizar y ordenar los bienes 

Dirigir y controlar el patrimonio

Estructurar la distribución de bienes a futuro 

Dar seguridad en la conservación y destino de los bienes 

Evitar desajustes y conflictos familiares por cuestiones económicas 

Asegurar una vida digna del fundador, su esposa y sucesores.

Entre los beneficios de una buena planeación se tienen la seguridad jurídica, la eficiencia en el pago de los impuestos; la obtención de respuestas a las preguntas sobre tratamiento médico durante el tiempo que el fundador esté incapacitado (sin abrumar a su familia); y que hace posible proteger los bienes que el titular trabajó tanto para acumular. 

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Lo más importante que podemos heredar a nuestras familias es tranquilidad para cuando ya no estemos; el objetivo principal de un buen testamento es fortalecer los lazos familiares y dar certeza jurídica a las familias sobre su patrimonio.

Cada familia es una historia diferente. Existen herramientas que permiten organizar el patrimonio y que se usan con más frecuencia, como el fideicomiso, el testamento, la donación o derechos usufructo según, el caso. En fin, encontrará lo que necesite al acercarse al asesor adecuado. No permita que su sueño se convierta en su peor pesadilla: prever posibles desacuerdos es siempre la mejor manera de evitar que sucedan. La planeación patrimonial empresarial será un motivador que facilita al fundador hacia el cumplimiento de sus objetivos, continuidad de su empresa, armonía familiar y principalmente a fortalecer la trasmisión de su patrimonio. 

La ventaja de la planeación de la sucesión del patrimonio empresarial es la tranquilidad de saber que todo se quedará como lo planeó, mitigar los riesgos por falta de control que dejen problemas y pleitos a sus sucesores. Si cuidamos el principio el final se cuida solo. 

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