La propuesta oficial de crear un museo del narcotráfico en el municipio mexicano de Badiraguato, donde nació el capo Joaquín “El Chapo” Guzmán, causa polémica en México, donde funcionarios del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) están divididos.
“No comparto en lo absoluto, y rechazo enfáticamente, la idea de construir un museo del narcotráfico en Badiraguato”, expresó este jueves el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, de Morena, en Twitter.
La controversia comenzó el miércoles, cuando el alcalde de Badiraguato, José Paz López Elenes, también de Morena, propuso una consulta pública para instalar un “Museo del Narco” en Badiraguato con una inversión de cerca de 15 millones de pesos.
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El funcionario argumentó que el museo permitiría el desarrollo económico del municipio, que tiene menos de 10,000 habitantes y está a unos 80 kilómetros de Culiacán, capital de Sinaloa.
“No podemos negar nuestra historia, tenemos que reconocerla y sobre esa base vamos a trabajar, es posible que podamos tener un museo del narcotráfico, no estamos cerrados a ningún tema”, declaró a medios López Elenes.
En la década de 2010, la lucha contra los carteles en México estuvo dominada por la captura en 2014 del poderoso Guzmán, por su fuga de un penal de máxima seguridad un año después a través de un túnel; y finalmente, por su nuevo y definitivo arresto en Los Mochis, Sinaloa, en enero de 2016.
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Sin embargo, la figura del “Chapo”, quien cumple desde julio de 2019 una condena de cadena perpetua en Estados Unidos por narcotráfico, aún forma parte del imaginario cultural de los mexicanos y se ha potenciado con series de televisión y la comercialización de diversos productos.
Badiraguato es la cuna de Guzmán, histórico líder del Cartel de Sinaloa que cumple cadena perpetua en Estados Unidos, y de otros grandes capos de la llamada “vieja escuela” como Rafael Caro Quintero y el fallecido Juan José “el azul” Esparragoza.
En Sinaloa se yergue una capilla en honor a Jesús Malverde, un bandido mexicano de fines del siglo XIX famoso por ser un salteador de caminos que regalaba parte de su botín a los pobres y venerado por los narcos como un santo.
El alcalde de Badiraguato mencionó que escuchará a especialistas para analizar qué recomiendan exhibir en el recinto, aunque admitió que “todavía no tiene claridad”.
“No estamos cerrados a ningún tema, si nos orientan que va a ser de beneficio para el municipio de Badiraguato tener un museo del narco también lo impulsamos desde el Gobierno”, señaló.
La controversia arrecia porque el fin de semana pasado el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, visitó por cuarta vez Badiraguato en medio de críticas de la oposición, que lo acusa de reunirse con el Cártel de Sinaloa.
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“Hay una campaña en las redes que voy a Sinaloa, a Badiraguato, a reunirme con miembros del cártel de Sinaloa. Pues no, voy a Sinaloa porque es un estado de gente buena, de gente trabajadora, que no debe de estigmatizarse”, argumentó el mandatario el lunes.
Mientras que el gobernador Rocha Moya, cercano al presidente, comentó este jueves que Badiraguato, donde él nació, “se distingue históricamente por la vocación de trabajo, la bondad y la lealtad de su gente” y “esos valores característicos prevalecen sobre cualquier insidia que busque estigmatizar esta noble tierra”.
Con información de EFE y Reuters
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