Por Felivia Mejía y Manauri Jorge ¿Qué le espera a República Dominicana cuando se complete la segunda década del milenio? Hacemos una perspectiva de las metas que deben perseguirse en el nuevo ciclo gubernamental que iniciará en agosto en transporte, educación, turismo, energía, industria y salud en el Caribe. Hace más de un siglo que los dominicanos esperan tener un servicio energético eficiente. La apuesta para 2020 está en la generación de energía de fuentes como plantas a carbón y otras alternativas. En cuanto al sector salud, el diálogo con el gobierno busca mejorar la eficiencia del antes de que termine esta gestión presidencial con la firma de un gran pacto. Por su parte la industria manufacturera ha ido perdiendo participación en la economía, por lo que el reto está en integrarla a otros sectores y, además, crear una estrategia en el sector exportador. El turismo es visto como uno de los principales motores del crecimiento económico del país. Mantiene su objetivo de atraer 10 millones de visitantes. Y finalmente, mientras la educación mundial analiza la virtualización de las aulas, en el Caribe hay miles de analfabetos. El reto es potenciar la calidad con las TICs y elevar los niveles de un sistema en decadencia. También puedes leer: Los nuevos retos de la economía en el Caribe Energía Tanto el gobierno como los demás actores del sector eléctrico vaticinan, para lo antes posible, un pacto que incluiría la terminación y el funcionamiento de las plantas a carbón en Punta Catalina (más de 1,945 millones de dólares) en busca de alcanzar 620 megavatios que necesita el sistema público energético. Se inclinan por sistemas ambientalmente amigables, pero usan el carbón como fuente principal de combustión. En la propuesta oficial se resalta “lograr un servicio eléctrico a la altura del desarrollo sostenible, requiere la configuración, con visión de largo plazo, de una matriz de generación sustentada en una combinación adecuada de fuentes renovables y no renovables, que apunte a lograr los objetivos de seguridad energética, y de satisfacer la demanda de electricidad en condiciones de suficiencia, eficiencia y confiabilidad”. Desde el año 2005 a la fecha el Estado ha gastado cerca de 9,000 mdd para cubrir déficits y asegurar la continuidad en la operación del sector. Hay 850,000 familias subsidiadas con Bono Luz por hasta 100 KWh, además de unos 500,000 consumidores que no aportan al sistema, incluyendo algunas empresas. En agosto de 2015 el presidente del Comité de Energía de la Cámara Americana de Comercio de República Dominicana, Rafael Velazco, propuso que el Estado aproveche el interés internacional de invertir en energía renovable. Destaca la ubicación geográfica de República Dominicana para las fuentes eólicas y solares. Pocos meses después se inauguró Monte Plata Solar, el primer parque de energía solar fotovoltaica con una inversión de 110 mdd. Hace ya tres años que la Comisión Nacional de Energía estableció los retos que enfrenta el país para solucionar el problema en cuestión: costos y pagos eficientes, fuentes renovables y la conciencia individual sobre consumo y medio ambiente. El déficit anual ronda los 1,200 mdd y según la Ley de Hidrocarburos, 5% de los recursos que se generen debe invertirse en el desarrollo de energía renovables, pero esto no se cumple del todo. El Ministerio de Energía y Minas explica que la misión es modificar la matriz de generación con la inclusión de energía renovable por un total de 1,001.90 MW, distribuidos en 387.90 solar, 464 eólica, 70 MW en proyectos Biomasa y 80 MW en RSU. (Previendo la instalación de unos 12 proyectos de energía renovable que deben instalarse hasta el año 2030). Apuntan que el país cuenta con los recursos naturales necesarios para depender menos de los combustibles derivados del petróleo, por lo que la proyección para el 2020 prevé que la matriz de generación se dividirá en 40% carbón, 30% gas natural, 25% alternativo y un 5% que puede ser fuel oil o gasoil. De concretarse todo, para el 2018 ya no habría apagones.   Salud El arranque definitivo de los centros de atención primaria es una de las principales metas en Salud que debería plantearse el nuevo gobierno para lograr una atención más puntual a los pacientes y alcanzar el descongestionamiento de los hospitales especializados. Existen alrededor de 1,400 unidades de atención primaria y para este año se trabaja en sumar 50 nuevas infraestructuras, pero lo que estiman los gremios del sector es que se necesitan al menos 4,000 centros. De las 18 escuelas de médicos familiares han egresado miles de especialistas, la mayoría desempleada por no tener la plataforma para aportar sus conocimientos. El presidente del Colegio Médico Dominicano, Waldo Ariel Suero, considera que muchos de los problemas del sector salud se resolverían si el gobierno aumentara a 5% del Producto Interno Bruto (PIB) el presupuesto en salud. La Organización Panamericana de la Salud había planteado que lo ideal sería contar con 6% del PIB, pero actualmente apenas se destinan alrededor de 62,000 millones de pesos de República Dominicana (a un tipo de cambio de 46 pesos de RD por dólar) al año lo que representa cerca de 1.8% del PIB. Ese es uno de los puntos más relevantes que se han tratado en el periplo de encuentros que desde mediados de abril han sostenido los gremios de salud con el gobierno. De lograrse lo planteado por Suero, el presupuesto aumentaría a 240,000 millones de pesos de República Dominicana (a un tipo de cambio de 46 pesos de RD por dólar) anuales. “Con esa inversión se mejorarían los servicios públicos y se fortalecerían varios programas”, indica Suero. La tasa media de mortalidad de menores de cinco años en América Latina y el Caribe entre 1990 y 2010 se redujo de 54 a 23 defunciones por cada 1,000 nacidos vivos, de acuerdo con la OMS, lo que representó una disminución media anual de 4.3% de la mortalidad de menores de cinco años en la región. La OMS vaticina que de continuar esa tendencia la región alcanzará la meta de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de reducir en dos terceras partes la mortalidad de los menores de cinco años para 2016, y República Dominicana forma parte de eso. Suero considera, además, que debe reeditarse el plan decenal de salud el año próximo, cuando ya se habrá cumplido su vigencia. En cuanto al Servicio Nacional de Salud (Senasa), el presidente Danilo Medina podría cerrar su primer mandato habiendo logrado la meta que se propuso de afiliar a 3.4 millones de personas al régimen subsidiado. Hasta principios de este año había 3,063,000 afiliados y un plan de incluir a alrededor de 50,000 trabajadoras domésticas y sus dependientes. En total se han incorporado a la seguridad social más de 6.3 millones de personas (subsidiado y contributivo). Para el 2020 se espera que toda la población forme parte del régimen, que hoy incluye 92% de la población de estratos humildes.   Industria y comercio La industria representa un gran aliado para el Estado en sus propósitos de mejorar índices como el de pobreza y desarrollo humano, por lo que su contribución a disminuir la desindustrialización que en los últimos años se ha registrado es benéfico para ambas partes. El gran desafío con miras a 2020 es integrar la industria manufacturera con otros sectores, como zonas francas. En vez de que importemos materias primas en insumos, que sea la industria local la que le venda a las zonas francas, plantea la vicepresidenta ejecutiva de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), Circe Almánzar. Los industriales esperan que se retome el seguimiento a los resultados de la mesa de discusión que en 2012 realizó ese sector, en la que planteó las necesidades más urgentes. “Nos falta mucho por generar mayor valor agregado a través de la investigación y el desarrollo de la innovación. En el tema de financiamiento se ha avanzado bastante con la creación de nuevos instrumentos. Hay mecanismos interesantes para financiamiento a largo plazo, pero todavía no es suficiente para las grandes empresas”, indica Circe. Lamenta que aún no esté en funcionamiento el Banco Nacional de Desarrollo y de las Exportaciones (Bandex) y considera que no es tiempo de una reforma tributaria, sino de plantearse una sostenibilidad fiscal del país y de un equilibrio presupuestario: “No podemos iniciar un diálogo sobre el pacto fiscal hasta que no culminemos el pacto eléctrico. Hablamos de que hay US$1,200 millones de subsidio eléctrico y eso es parte del problema”. Dice que hay que revisar el mecanismo de recaudación y mejorar la calidad del gasto. El presidente de la Asociación Dominicana de Exportadores (Adoexpo), Álvaro Sousa Sevilla, opina que hace falta una estrategia nacional de exportación enfocada en la competitividad en múltiples niveles y la innovación. “Hay que innovar para diversificar nuestra exportación, lo que estamos produciendo ahora no necesariamente será lo que la gente quiera en 10 años”, argumenta. Apunta que el año pasado la República Dominicana exportó cerca de 10,000 mdd, incluyendo zonas francas. Llamó la atención que de las meas de 2,500 empresas registradas como exportadas, apenas alrededor de 200 empresas exportaron más de 1 mdd. “Que el país claramente entienda que las exportaciones son una prioridad porque el Estado como generador de empleos llega un punto que no puede más, el sector exportador puede generar todo el empleo necesario”, concluye.   Turismo De acuerdo con registros del Banco Central, el año pasado 5,599,859 pasajeros no residentes visitaron al país; una cifra sin precedentes. Para apoyar el aumento de ese flujo de viajeros, el presidente del Consorcio de Competitividad Turística, Máximo Iglesias, considera que hay que bajar los impuestos aeroportuarios de entrada y salida que se aplican a los turistas y que parte de estos son absorbidos por las líneas aéreas, lo que causa que este país tenga unas de las más altas cargas impositivas de todos los destinos del Caribe que son competencia turística. En otro aspecto, Simón Suárez, presidente de la Asociación de Hoteles y Turismo de la República Dominicana (Asonahores), considera que es imperativo que el gobierno desarrolle conjuntamente con el sector privado el Plan Estratégico de Desarrollo del Sector Turístico, conforme lo planteara el Ministro de Turismo en su discurso durante la apertura de DATE 2016. “El sector turístico debe profundizar su rol como principal ente generador de inversión extranjera y de divisas de la economía, mediante el tratamiento fiscal internacionalmente competitivo y consistente con el rol del turismo como una actividad exportadora”, recomienda Suárez. Además, propone que se impulse junto al sector privado la creación del Fondo Fiduciario de Promoción Turística, que aglutinaría todos los recursos provenientes dela tarjeta de turismo y demás tasas especializadas para la promoción, a fin de que se continúe desde allí el fortalecimiento de la posición del destino turístico dominicano. El año pasado se desarrollaron desde el gobierno 23 proyectos de infraestructura turística, que impactaron positivamente en los principales polos del país. Desde la Presidencia de la República se ha afirmado que 46 proyectos que estarán en construcción este año aportarán unas 11,268 habitaciones y generarán 16,900 nuevos empleos directos e indirectos. En el próximo periodo de gobierno, el sector Turismo también demandará que se incrementen los esfuerzos garantizar la seguridad ciudadana, opina Polibio Schiffino, vicepresidente ejecutivo de Casa Bonita Tropical Lodge, hotel boutique de la sureña provincia Barahona. “Cada vez más los visitantes desean salir de los hoteles e interactuar con las comunidades, por lo que los entornos deben tener buenas condiciones de higiene, salubridad y seguridad”, dice. Schiffino propone que se apoyen más los polos emergentes, facilitando la conectividad tanto aérea como terrestre. Entiende que el gobierno debería colaborar para la creación de vuelos regulares internos, que permitan la conectividad de los polos emergentes con aquellos que reciben ya un gran volumen de vuelos, como son Punta Cana, Puerto Plata y Samaná.   Transporte República Dominicana se enlista entre los lugares más peligrosos del mundo para conducir. Hay un vehículo por cada tres habitantes con menos de 25,000 kilómetros para circular, lo que genera caos en el transporte. De 2005 a la fecha la cantidad total del parque vehicular se ha duplicado, pasando de 1.8 a 3.6 millones de unidades, sin contar los que han ingresado este año. En promedio el parque vehicular se incrementa 7.78% cada año, por lo que para 2020 habría 5,018,407 unidades. La estrategia que propone el gobierno de Danilo Medina iniciará con la aprobación de la Ley de Movilidad, Transporte Terrestre y Tránsito antes de que finalice el 2016. El diputado y promotor del proyecto, Tobías Crespo, explica que se trata de una “colectivización y masificación del transporte”, donde sacarían 40,000 carros de concho que están obsoletos y entrarían 5,000 autobuses modernos, eficientes y ecoamigables. La propuesta de Crespo incluye la implementación de rutas alimentadoras del Metro de Santo Domingo, la unificación de todas las entidades reguladoras en un instituto, que posteriormente se convertiría en un Ministerio de Transporte y la modificación de las calles y avenidas para tener un corredor exclusivo del transporte público. Además, Crespo plantea la homologación de todos los transportistas con una licencia inteligente, que se cambien los motoconchos de dos ruedas por otros de tres, como se usa en Asia y que se incluyan las tics en todos los servicios de transporte público, incluyendo las licencias. Lograr todo eso en cinco años requiere de muchos miles de millones de pesos. Para conseguirlos la estrategia precisa que cuando se unifiquen todas las organizaciones en una sola, se contará con el presupuesto de cada una, además de que disminuirían considerablemente los accidentes de tránsito y el 2.5% del pib que se gasta en atención a esos casos se pudiera dedicar para regular el sector. También el legislador detalla que por cada galón de combustible se destinan 0.50  pesos de República Dominicana (a un tipo de cambio de 46 pesos de RD por dólar) en la renovación del parque vehicular. Durante 2015 en el país se consumieron 1.338.475.561 galones de los distintos carburantes, de acuerdo con estadísticas del Ministerio de Industria y Comercio, y si sacamos el monto para renovar el transporte, el monto económico de ese consumo asciende a unos 669 millones de pesos de República Dominicana (a un tipo de cambio de 46 pesos de RD por dólar). “Si unimos todas las entidades involucradas, más los ingresos que genera el propio sector en los pasajes, más el consumo de combustibles y los impuestos, tendríamos los fondos para cumplir la meta”, asegura. En la propuesta está la culminación de la línea 2B del Metro, que conecta Santo Domingo Este con el Distrito Nacional, además del teleférico y más autobuses nuevos de la OMSA con 100 unidades que ya están en funcionamiento a un precio de 6.5 millones de pesos de República Dominicana (a un tipo de cambio de 46 pesos de RD por dólar) cada una. Si se compran 5,000 unidades a ese precio representaría una inversión de 32,550 millones de pesos de República Dominicana, 10 veces más lo que se genera por los 0.50 pesos de República Dominicana de los combustibles.   Educación Si hay un sector al que Danilo Medina le ha puesto énfasis es a Educación y sus apéndices. Su primer gobierno se enfocó en la creación de aulas para que ningún infante se quede sin pupitre. Empero, para su segundo ciclo espera mejorar la calidad y promover un sistema de enseñanza y aprendizaje integral, apoyado en cinco pilares que se complementa entre sí: erradicar el analfabetismo, crear más estancias infantiles, completar el sistema público a tanda extendida, inclusión de las Tecnologías de la Información y Comunicación (tic) y mejorar la oferta educativa y capacitación óptima de los docentes. Se plantea digitalizar el sistema educativo pero resalta la fricción de capacidad y personal. El viceministro de Educación, Luis De León, precisa que dentro de cuatro años ya se contará con un equipo de educadores y formadores “rebosados” de conocimientos y tecnologías. La mayoría de docentes son inmigrantes digitales, por lo que el reto es mayor. Algunos rechazan todo lo que sea internet. La doctora en EduComunicación, Helen Hasbún, considera que se requiere trabajar más con la instrucción y la sensibilización de los maestros para que adopten el cambio y los nuevos códigos de aprendizaje. Hasbún se va más lejos: aupa un nuevo modelo pedagógico concentrado en la Educomunicación y en la producción de conocimiento, a través de los nuevos medios. Entiende que un cambio de cultura no se logra de repente y las transformaciones se asumen con estrategias a mediano y largo plazo. El gobierno ha desarrollado en los últimos tres años el programa Quisqueya Aprende Contigo. Para que el país sea declarado libre de analfabetismo requiere alfabetizar a por lo menos 606,711 personas y hasta ahora van 471,968. Otro proyecto son las estancias infatiles. Hasta el reciente marzo, de acuerdo con cifras oficilaes, al menos 43,829 niños y niñas menores de cinco años reciben atención en las 82 estancias y 161 centros comunitarios. Según la Cepal, hay 1.1 millones de niños menores de cinco años que viven en la pobreza, por lo que todavía las estancias no han logrado aglutinar ni al 5% de la demanda; de hecho, hay por lo menos ocho recintos congestionados y los otros en su máxima capacidad. El propósito, anunciado por Medina cuando inauguró la primera estancia en enero de 2015, es llegar a las 250 para 2020. En cuanto a la tanda extendida, 882,558 estudiantes forman parte de ese programa, alcanzando 50% del total que puede ingresar a esa modalidad. Esperan llegar al millón a finales de este año. Por otro lado, en abril pasado el presidente Medina dio el primer clic de la República Digital, una plataforma ambiciosa que busca una computadora para cada estudiante y profesor, lo que abriría el paso a la Educomunicación. Además: banda ancha a precio popular, gobierno electrónico, centros tic y acceso colectivo del comercio virtual. “Colocar a República Dominicana en los ojos del mundo, como modelo educativo de calidad, requiere del desarrollo de tácticas sobre educación a distancia. Este aspecto será uno de los mayores retos de RD de cara a 2020, porque es lo que permitirá que el país se posicione en los rankings internacionales de educación global, con una perspectiva democrática, multicultural y participativa a través del cibermundo”, reflexiona Hasbún.

 

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