Aun cuando el director (o directora) general son la cara visible de las empresas, las grandes decisiones se toman por un organismo clave: el consejo de administración o junta de gobierno. En México, la representación de las mujeres en las juntas de gobierno de las empresas es de solo 6.1%, una cifra inferior al indicador global, que se sitúa en 18%, según datos de la consultora Spencer Stuart. “Las compañías deben entender que los consejos de administración requieren al mejor talento, no a los mejores amigos. Tener compañías equilibradas hace que las empresas sean más rentables y ayuda a dar otra perspectiva a los negocios”, dice Susan Stautberg, fundadora de la organización Women Corporate Directors (WCD), entrevistada en la presentación del capítulo México de la organización. La WDC agrupa a 8,500 mujeres alrededor del mundo y en los últimos 17 años ha colocado a 500 mujeres en los consejos de administración de grandes corporativos a través de una red donde pueden identificarse perfiles con alta calificación laboral. El reporte “The Bottom Line: Corporate Performance and Women’s Representation on Boards”, de la organización Catalyst, arroja que las empresas con mujeres en sus consejos de administración son 26% más rentables medidas en retorno de capital invertido. Susan Stautberg considera que hay al menos tres factores en los que debe trabajarse para que existan más mujeres en los consejos de administración:
  1. Que los corporativos valoren más el conocimiento y experiencia de las ejecutivas. Una mujer que ha estado en distintas empresas puede proveer una visión distinta a empresas de nicho donde los miembros del consejo estén enfocados en un solo segmento. Hoy, dos de cada 10 de las más grandes empresas a nivel global tienen a más de tres mujeres en su consejo de administración.
  2. Que las mujeres cultiven más las habilidades clave. El terreno financiero, los idiomas y la habilidad de generar networking son capacidades fundamentales para cualquier miembro de un consejo de negocios, por lo que es recomendable que las ejecutivas tengan una preparación constante en estos rubros.
  3. Mantenerse visible y contar sus logros. “Cuando hay una plaza vacante, no todos los hombres que aplican están sobrecalificados para el puesto, pero las mujeres suelen estarlo y, aun así, preguntarse si están suficientemente calificadas. Las mujeres deben estar visibles como profesionales y también deben hablar de sus logros”.

 

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