Irene Mía, directora regional para Latinoamérica en la Unidad de Inteligencia de The Economist, habla en entrevista sobre los retos y oportunidades que vislumbra para la economía mexicana.     México enfrenta su momento más delicado. La administración de Enrique Peña Nieto ha puesto sobre la mesa sus cartas fuertes para incentivar el crecimiento  económico del país: las reformas energética y hacendaria se encuentran en discusión en el Congreso de la Unión, pero el destino de las dos propuestas está rodeado de incertidumbre. “El gobierno está enfrentando su mayor desafío, que es la reforma energética, pero yo creo que es bastante difícil la incertidumbre sobre cómo serán aprobadas las reformas”, asegura Irene Mía, directora regional para Latinoamérica en la Unidad de Inteligencia de The Economist. Y el reto no resulta menor. A inicios de este año, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) estimaba un crecimiento para el país de 3.5% para 2013, el cual se ha reducido a 1.7% en su tercera modificación en lo que va del año. Sin embargo, Irene Mía, quien fuera economista senior del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), mantiene una perspectiva positiva para México en los próximos años, en donde prevé que la economía crezca a una tasa del 3.8%, pero sólo si sabe afrontar 5 amenazas que lo rodean: 1.   No atraer inversiones La actual administración tenía claro que una de las formas para alcanzar el crecimiento económico era a través del impulso de las reformas estructurales. En su primer año, el gobierno de Peña Nieto ha impulsado 5 reformas estructurales, de las cuales 3 han sido aprobadas y las otras 2 se encuentran en el terreno de las discusiones legislativas. “Lo que el gobierno ha hecho hasta ahora ha sido muy valioso, porque realmente viene de un periodo de parálisis legislativa de 12 años, de 6 años por lo menos en la administración de Felipe Calderón”, dice Mía. Sin embargo, la economista duda que la promoción de una agenda tan ambiciosa sea tan benéfica en un solo momento: “Es  bastante peligroso atacar toda la agenda con sus diferentes puntos porque hay mucho que hacer, y eso se refleja en que el país no creció mucho en este año.” En este sentido, la economista asegura que el gobierno debe buscar la forma de adoptar medidas que sigan incentivado la inversión, ya que al momento de lanzar la agenda de reformas no se visualizó este elemento.   2.   Ruptura del Pacto por México Una de las reformas en las que el gobierno de México más ha apostado es la energética, la cual ha hecho que las fuerzas políticas que conforman el Pacto por México se confronten con su propia iniciativa en la mano. “La reforma energética es el gran desafío en este momento, porque realmente tenemos tres propuestas de reforma energética”, explica la economista de la Unidad de Inteligencia de The Economist. La especialista recuerda que este pacto político ya ha tenido problemas hasta este momento, por lo que considera que “éste será el momento en el que vamos a ver si el Pacto por México va a seguir o se va a romper”. “Es un momento bien interesante que estamos mirando con mucha atención”, dice Mía.   3.   Tensiones sociales Desde que Irene Mía fue economista del WEF, ha dicho que la economía mexicana sólo puede alcanzar el crecimiento sostenido a través del impulso a la productividad, por lo que coincide con Luis Videgaray, titular de la SHCP, en que las reformas estructurales son la fórmula adecuada. “Todos los elementos que se han implementado son de manual para mejorar la competitividad, es decir, todo el mundo lo sabía… Cuando trabajé en el WEF, pasé años repitiendo los problemas de México para mejorar la competitividad sobre educación, infraestructura y competencia en muchos sectores de la economía”, dice Irene. Y a pesar de las coincidencias en la fórmula, no todos están de acuerdo con los contenidos de las reformas, lo que ha provocado tensiones sociales, como ha ocurrido con la propuesta educativa, que movilizó a gran parte del magisterio. “La agenda puede ser ambiciosa, pero siempre hay límites cuando uno está negociando con los demás partidos y también con la sociedad civil, como lo hemos visto con toda la gente que tenemos en las calles, y es un problema para el gobierno, es un riesgo para el alcance de las reformas”, asegura Irene Mía. En este sentido, recomienda que el gobierno busque la forma de canalizar el descontento social y apalancar el crecimiento a partir de las reformas.   4.   Leyes secundarias no atractivas Pero no sólo basta con la aprobación de las reformas propuestas con el Ejecutivo, sino que también es necesario que se les dote de leyes secundarias que sean atractivas para los inversionistas, así como el impacto que tengan para generar competencia en los distintos mercados. “Con la reforma energética y de telecomunicaciones, seguramente vamos a ver un impacto un poco más claro en este sentido, pero otra vez vamos a necesitar tiempo para ver si los inversionistas realmente vienen a México, derivado de mayores condiciones de competencia en los dos sectores”, dice la especialista de The Economist. Y asegura: “Si las reformas realmente se implementan, a lo mejor vamos a revisar esas previsiones de crecimiento de una forma aún más positiva”.   5.   Inestabilidad de los mercados por EU Y a pesar de que la mayor parte de los retos que enfrenta la economía son internos, hay otros que se alcanzan a vislumbrar a la distancia: “El país sigue conectado con lo que está pasando en Estados Unidos (EU), y toda la parte de la política monetaria de la Reserva Federal es un asunto que va a crear volatilidad en los mercados internacionales”, dice Irene Mía. El mes pasado, Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed, por sus siglas en inglés), anunció la posibilidad de que en el corto plazo se reduzca el programa de bonos del gobierno, lo que ha derivado, dice Mía, en una reacción “exagerada” de los mercados. “Hay dos cosas que debemos decir: una es que no quiere decir que la Fed pase de una política monetaria expansiva a una política restrictiva, porque de todos modos seguirá comprando bonos; lo único que cambia es el ritmo y el tamaño de las compras”, explica la economista. Al respecto, destaca que esto sólo era un efecto cíclico del cual México puede salir fortalecido, ya que la cercanía con la Unión Americana no sólo trae riesgos, sino también oportunidades. Mía estima un crecimiento de la economía estadounidense de 2.8% el próximo año. Próxima al Foro The Economist, que se celebrará en noviembre de este año en la Ciudad de México, Irene Mía resume la charla con Forbes México en un solo deseo: “Es un momento muy interesante y una oportunidad del país para poder realmente cambiar con respecto al pasado… Ojalá que se pueda lograr”.

 

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