Las 5 habilidades de un innovador

Generar ideas innovadoras no es sólo una función de la mente, así que checa esas cinco habilidades.     Por Manuel Durazo   Se ha considerado la innovación como la mina de oro de las oportunidades de crecimiento; sin embargo, debido a su complejidad, es difícil descifrar qué condiciones la producen. En el libro El ADN del innovador, Jeff Dyer, Hal Gregersen y Clayton Christensen realizan un análisis de las habilidades de remarcables innovadores como Larry Page (Google), Jeff Bezos (Amazon) y Steve Jobs (Apple) para demostrar que generar ideas innovadoras no es sólo una función de la mente. Los autores encuentran que en cada uno de ellos están o estuvieron presentes cada una de las siguientes habilidades: 1. Asociar conocimientos. Saber asociar nuevos conocimientos consiste en encontrar la pregunta correcta y estar dispuesto a sumergirse en nuevos retos mientras se busca una solución. Para ello es preciso mirar hacia nuevas direcciones (pensar fuera de la caja), conectar ideas y problemas que otros consideran desconectados, y no descartar ideas que en un principio pudieran parecer fantasiosas. 2. Cuestionar. Cuestionarse es el catalizador de los descubrimientos; el saber plantear un problema resulta normalmente más difícil que llegar a su solución. Formular nuevas preguntas requiere entrega e imaginación e implica que nunca se estará cómodo con el statu quo. Jonas Sak, quien descubrió la vacuna contra la polio, mencionó alguna vez: “Uno no inventa respuestas, las revela encontrando la pregunta correcta.” Una forma de incorporar esta perspectiva al día a día en cualquier organización es cambiar la lluvia de ideas por una lluvia de preguntas. 3. Observar. Observar a personas, procesos, productos y sus interacciones entre sí permite descubrir qué trabajos necesitan realizarse y buscar una solución a aplicar. Ratan Tata, presidente de Tata Motors, se inspiró de esta manera para idear el auto más barato del mundo. Camino a su casa observaba cómo todos se transportaban en scooters bajo la lluvia. Después de varios años de observación y experimentación logró producir un auto que combinara el bajo costo de una motocicleta y la protección de un automóvil. Dicho auto es el Tata Nano, lanzado al mercado en 2009 a un precio de 2,200 dólares, siendo el más barato del mundo. La genialidad consiste en que ese auto está hecho de las mismas partes de la motocicleta, únicamente con diferente mecanismo. 4. Creación de redes (networking). Es importante mantener interés en las perspectivas de otras personas. Frans Johansson utiliza el término “efecto Medici” para explicar la chispa que ocurre en un espacio geográfico donde una combinación de ideas se entrelazan para producir algo revolucionario. Ello explica el surgimiento del Renacimiento islámico en Bagdad, donde los mejores y más diferentes académicos se reunían para generar nuevas ideas. Algo similar pasó en Florencia durante el Renacimiento italiano y en Silicon Valley el día de hoy. ¿Cómo incorporar esto al día a día? Integra a personas de distintas profesiones, industrias, contextos sociales y grupos socioeconómicos para saber qué piensan de tus ideas. Ello te dará una ventaja al desarrollarlas. 5. Experimentar. Es la mejor manera de responder los “qué pasaría si”, que surgen conforme se desarrolla un proyecto. Deconstruir un producto, servicio o proceso en partes puede llevarte a mejorarlo. La única forma de entender el comportamiento de un sistema es modificándolo para ver sus consecuencias. Jeff Bezos, CEO de Amazon, dijo una vez: “Los experimentos son la clave de la innovación, ya que rara vez resultan como esperabas.” Sugerencia: Lanza un programa piloto y modifícalo en el transcurso. Recuerda que grandes compañías como Apple no serían tan exitosas de no haber desarrollado productos distintos de la computadora personal que inicialmente producía.   Manuel Durazo, Premio Nacional de la Juventud 2010, escribe en Paradigmas.     Contacto: Correo: [email protected] Twitter: @RevParadigmas Facebook: paradigmasmx Página web: Paradigmas     Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.