Por Máximo Santos*

El mercado laboral se está transformando vertiginosamente gracias al desarrollo de las nuevas tecnologías. La forma de organizar el trabajo que se tenía a finales del siglo XX es totalmente diferente al que tienen hoy en día las empresas de la nueva economía y a la que se están intentando adaptar a toda prisa las corporaciones de las empresas tradicionales. Por lo tanto, para introducirse en este nuevo mercado de trabajo o simplemente para permanecer en él como sujeto activo del mismo, se hace necesario identificar aquellas aptitudes que son las más demandadas por las empresas. Si no las conocemos y no las adquirimos mediante el aprendizaje continuo, vamos a tener muy complicado permanecer en un mercado de trabajo que va a ser muy diferente al que conocieron nuestros padres.

A modo de síntesis las principales aptitudes que las empresas actuales demandan podrían encuadrarse en los siguientes puntos:

  • Compromiso: Al trabajador de hoy se le exige un fuerte compromiso con la empresa en la que trabaja. Ya no se trata de cumplir con un horario e irse a casa cuando termina la jornada laboral, sino que se persigue que el trabajador, además de cumplir con las tareas que tiene encomendadas, esté sincronizado con la consecución de objetivos y valores de la empresa. Cada trabajador se convierte así en un embajador de esa empresa o marca hacia el exterior.
  • Dominio de idiomas: Cada vez son menos las empresas que compran sus materias primas y venden sus productos en los mercados locales. Internet y la facilidad en los transportes hacen que el mercado sea más y más global y para moverse en este mercado es imprescindible conocer idiomas. Si a este conocimiento de idiomas se añade el hecho de haber residido en otros países y conocido otras culturas nuestras posibilidades de empleabilidad se refuerzan.
  • Apertura continua al aprendizaje: La formación continua es un elemento clave de la empleabilidad actual y futura. Se demandan perfiles de profesionales con el hábito del aprendizaje continuo. Es decir, se buscan personas curiosas, inquietas y muy motivadas en aprender nuevas habilidades y conocimientos. Personas que en un momento dado estén dispuestas a “desaprender” aquellas habilidades o conocimientos han quedado obsoletos y se sumerjan en los nuevos conocimientos y habilidades que se demandan.
  • Estar acostumbrado a trabajar bajo presión: Para ello es de vital importancia que el empleado esté acostumbrado a manejar el estrés de manera adecuada y que al mismo tiempo sea capaz de finalizar los objetivos que se le encomiendan en los tiempos establecidos. Es decir, se buscan personas con buen manejo de la ansiedad y que sepan auto-organizarse de forma eficaz para alcanzar los objetivos demandados.
  • Se necesita contar con conocimientos transversales: Es decir, si bien necesitamos conocer la materia en la que somos expertos, también tenemos que tener conocimientos suficientes para poder relacionarnos con otros profesionales de diferentes áreas. No nos podemos limitar a tener un dominio de nuestro departamento, sino que nuestras destrezas deben ir más allá y tener suficientes conocimientos de todas aquellas otras áreas de la empresa que interactúen con la nuestra.
  • Capacidad de adaptación y agilidad en acometer los cambios: Los cambios que la cuarta revolución industrial están provocando son tan intensos que tenemos que tener la suficiente capacidad como para adaptarnos a ellos de forma rápida. De no hacerlo quedaremos inmediatamente descolgados de este nuevo mercado laboral.
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  • Trabajo en equipo: Esta es una aptitud que se valora de forma notable y es que no se puede obviar que un buen trabajo en equipo es mucho más efectivo que la suma de trabajos individuales. En la nueva empresa se tienen que conjugar diferentes talentos y sólo si estos están bien conjuntados las empresas obtendrán unas prestaciones muy superiores a las que venía obteniendo la organización laboral de la empresa tradicional.
  • Búsqueda permanente de la innovación: La innovación siempre ha sido un factor clave en la buena marcha de las empresas, sin embargo, este factor tiene hoy en día una importancia muy superior a la que tuvo en el pasado. Esta innovación viene apoyada por el desarrollo de las nuevas tecnologías que nos están permitiendo construir formas de negocio absolutamente disruptivas. Estas nuevas tecnologías son susceptibles de un gran desarrollo y es que algunas de ellas, como el progreso de la inteligencia artificial, apenas están dando ahora sus primeros pasos. Sus posibilidades son enormes y ahora mismo únicamente estamos comenzando a percibir su gigantesco potencial.
  • Capacidad de negociación:  El trabajador tiene que ser ante todo flexible y abierto a la negociación con otros empleados de la empresa, con sus clientes y con sus proveedores. Un trabajador de planteamientos rígidos y poco flexibles tiene muy poco recorrido en las empresas de la nueva economía que si algo las caracteriza es su flexibilidad, adaptabilidad y pensamiento disruptivo.
  • Creatividad: Esta cualidad está íntimamente ligada a la búsqueda permanente de la innovación. Para innovar hay que ser creativo y esta es una cualidad que es exclusivamente humana. Los robots son capaces de desarrollar tareas repetitivas de manera eficaz, pero con la tecnología actual su capacidad creativa aún es muy escasa.
  • Positividad: Se buscan trabajadores que se enfrenten a los problemas de forma positiva. Es decir, que no se desanimen rápidamente ante las dificultades que el desempeño de cualquier trabajo trae consigo. Las personas positivas son siempre mucho más creativas y esto se relaciona con la cualidad anterior, ya que no se desmoronan ante las primeras dificultades que sus nuevas e innovadoras ideas pueden traer consigo.
 

Contacto:

LinkedIn: Máximo Santos Miranda Ph.D.

 

*El autor es Doctor en Economía y experto en temas de banca, finanzas y hacienda.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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