El periodo entre febrero y junio se caracteriza por su poca humedad, alta radiación solar, sistemas de alta presión, estabilidad sin viento que provoca poca dispersión de contaminantes y partículas en el aire que respiramos. Como consecuencia, ante la presencia de precursores de ozono, se llevan a cabo reacciones químicas en la atmósfera y se produce ozono a niveles que activan medidas como las Declaratorias de Contingencias Ambientales. Para esto, se activan acciones durante las contingencias como el programa Hoy No Circula, bajo el cual se restringe la movilidad de ciertos grupos vehiculares, se suspenden actividades como la circulación del 50% de las unidades de reparto de gas L.P., restricción de circulación de vehículos de carga local o federal, entre otras, con la finalidad de impedir que los niveles de contaminación sigan subiendo. 

La industria automotriz mexicana está comprometida con el cuidado del medio ambiente y la introducción de vehículos cada vez más limpios y eficientes en México, razón por la que ha incorporado al mercado plataformas tecnológicas de combustión interna más eficientes, así como vehículos híbridos y eléctricos.

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Por mencionar algunos ejemplos, en el tema de emisiones contaminantes criterio, la industria incorpora en los vehículos los Sistemas OBD (On Board Diagnostics), los cuales son sistemas que permiten un monitoreo del motor y de los componentes del tren motriz que permiten contar con registro del funcionamiento del sistema de control de emisiones, así también, ya existen en el mercado ejemplos de unidades que sobre cumplen los estándares de emisiones requeridos por la NOM-042 vigente como los Tier II Bin 5 o Euro 5, o durabilidades de sistemas de control de emisiones garantizando que las emisiones se conservan desde 80 mil y más. Así como sistemas o componentes para eficientar el rendimiento de combustible como: la desactivación de cilindros, motores turbo, VVT, Inyección directa de combustible, dirección electrónica asistida, transmisiones de 6, 8, 9 y 10 velocidades, sistemas paro-arranque, entre otros. 

Hemos colaborado intensivamente con las autoridades ambientales de la Ciudad de México, el Estado de Mexico, otros estados y la Comisión Ambiental de la Megalópolis para la elaboración de un mejor Programa de Verificación Vehicular que efectivamente atienda a un mejoramiento de la calidad del aire.  Sin embargo, reconocemos que existen áreas de oportunidad que deben ser resueltas para que estos programas sean más efectivos aún y cumplan con sus objetivos, más allá de la restricción de la movilidad como:

*En la actualidad se da el mismo tratamiento a un vehículo nuevo que a un vehículo más antiguo a la hora de la aplicación de programas de verificación (vehículos con hologramas cero y doble cero), afectando así la renovación del parque vehicular y evitando acelerar la modernización de éste, así como la promoción en la circulación de vehículos más contaminantes. 

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*Debemos garantizar el acceso y un plan de mejora a la calidad de combustibles, pues existen casos en dónde se sigue aplazando la distribución de diésel y sigue sin regularse el uso de mezclas de etanol sin que se requiera de licencias o permisos. 

*Se deben atender las fuentes preponderantes de la contaminación como es el caso de la refinería y la central termoeléctrica de Tula que emiten miles de toneladas de óxidos de nitrógeno al ambiente cada año, siendo dicho compuesto un precursor del ozono que afecta la calidad del aire en la Zona Metropolitana del Valle de México.

*Se necesitan evaluaciones que permitan entender la efectividad e impacto económico, social y sobre todo ambiental de medidas cómo el Hoy No Circula. 

*La problemática de la calidad del aire y la mitigación de los efectos del cambio climático deben de abordarse desde políticas integrales. 

Un ejemplo de estas áreas de oportunidad y la necesidad de políticas públicas integrales se pueden reflejar con el confinamiento que tuvimos con la pandemia por COVID-19 en 2020, pues si bien hubo una menor cantidad de vehículos en circulación; también se declararon contingencias ambientales, a pesar de que se mantuvo el programa “Hoy No Circula” de manera general, sin que la calidad del aire mejorara como se esperaba. Esto debido a que la operación de termoeléctricas, el consumo de solventes, la operación de industrias, entre otros factores, no fueron mitigados o regulados. 

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Es claro que la autoridad tiene una enorme tarea para definir con precisión sus inventarios de emisiones pues se demostró que, con una flota y una población detenida, la contaminación no se redujo a niveles de buena calidad del aire.  Al parecer la industria automotriz, no es el principal responsable del problema, y si bien puede contribuir a disminuir las emisiones de contaminación, cada vez más son las acciones regulatorias a los vehículos nuevos, sin que se pruebe la efectividad y se visualicen otros factores que generan mayor impacto a la contaminación del país.  La aportación de los vehículos ligeros nuevos en el inventario total de emisiones de la Zona Metropolitana del Valle de México (09/2018) es del orden del 0.8% para el material particulado PM 2.5, 1% de PM10, 0.6% de compuestos orgánicos totales y 2.7% para óxido de nitrógeno (NOx); dado estos datos se sabe que este subconjunto no contribuye de forma sustantiva con los contaminantes.

Como presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), mantenemos recomendaciones para tener acciones en la renovación del transporte público, atender las fuentes preponderantes de contaminación, la disponibilidad total de combustibles limpios (UBA), horarios de tránsito específicos para vehículos pesados, la regulación de motocicletas, así como la emisión de una norma de ciclo de vida útil para vehículos ligeros y pesados son clave. Asimismo, estas medidas deberán acompañarse de un plan sólido para la adopción de nuevas tecnologías y el endurecimiento de los umbrales para los vehículos que pretenden obtener los hologramas 0 (los más antiguos), 1 y 2 (principales contribuyentes de emisiones del parque vehicular ligero).

Por ello, desde mi rol, veo un compromiso de mantener un diálogo abierto y transparente con el sector público, privado y social del país, con el objetivo de trabajar en conjunto en políticas integrales que prevalezcan y fomenten mejoras al cuidado del medio ambiente y bienestar de los mexicanos. 

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Contacto:

José Zozaya, presidente ejecutivo de la AMIA

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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