Por Francisco Coll Morales* Las criptomonedas se están convirtiendo en la divisa de moda para realizar transacciones de compraventa de bienes como inmuebles, coches, objetos de alto valor adquisitivo. Estas criptomonedas ya se han utilizado en el caso de diversas empresas para producir la compra de una vivienda, lo que para algunos lleva a pensar a que tales operaciones de compraventa de bienes de gran valor, produce una mayor inseguridad si este se realiza con una criptomoneda. Debido al alto valor –cada vez menor- que representa esta moneda, cada vez son más los interesados en hacerse con una de estas. Da igual las formas, da igual los medios, como diría el filósofo y pensador Nicolai Maquiavelo “lo que importa es el fin”, y así es como piensan estos interesados, que esperan ansiosos el momento para interceptar unas criptomonedas perdidas. Esto deja en entredicho la seguridad de estas divisas, las cuales ya de por sí han generado conflicto entre muchos economistas y grandes inversores, ya que mientras que algunos apuestan por este activo y abogan por una larga y próspera vida para estas divisas, otros aseguran que este tipo de divisas representan un gran fraude, así como un engaño para los que afirman que su valor no está manipulado. Una elevada vulnerabilidad Si observamos la relación entre la cotización del bitcoin y diversos sucesos de grandes inversiones en este activo, podemos ver como realmente, la cotización del diversas criptomonedas pueden ser fácilmente manipulables, así como con determinadas acciones, podemos influir en la cotización de estas. Hace unas semanas publicaba un artículo donde hablaba sobre cómo el bitcoin se encontraba manipulado por las especulaciones de compra y venta de grandes paquetes de esta moneda. Bien, ahora veremos como un hacker, con una acción de robo de criptomonedas también influye en la cotización de estas, dejando completamente reflejado como una acción humana influye directamente en la cotización de este tipo de activos y muestra la nulidad de la afirmación que habla sobre imposibilidad de manipular la cotización del bitcoin. Remontándonos unos meses atrás, concretamente hasta el mes de diciembre del pasado año, el mercado surcoreano de criptodivisas sufría su segundo ataque en un mismo año, un ataque producido por un hacker donde se interceptaban una gran cuantía de bitcoin, la cual la empresa aún no la ha cuantificado, o al menos, no lo ha hecho público, pero que provocó la quiebra de esta compañía, así como la intervención de diversas autoridades monetarias a nivel global. Aunque sí cuantificaron el robo anterior, el cual ascendía a los 35 millones de dólares en criptodivisas, una elevada cifra que ponía en serios riesgos el patrimonio y el dinero de muchos de sus clientes. Un robo silencioso, pero muy dañino y perjudicial para el inversor. Este robo significaba que la divisa más famosa y reconocida de las criptodivisas contemporáneas, la más valiosa además, sufría un gran problema de seguridad, ya que estaba siendo hackeada constantemente, lo que producía un estado de insatisfacción para los compradores y vendedores de este mercado. Estos compradores y vendedores observaron cómo su activo era completamente inseguro, ya que estaba siendo amenazado por diversos hackers en el mundo que buscaban hacerse con esta valiosa y demandada criptodivisa. Este hecho hizo que todos los clientes de la afamada plataforma de bitcoin surcoreana sufriese una retirada del 75% de los depósitos de sus clientes, provocando el cierre de la compañía. Este hecho también se pudo ver reflejado en el mercado bursátil, donde la cotización del bitcoin se hundió por completo. Ante la vulnerabilidad de la criptodivisa, el mercado sufrió un hundimiento, dejándose el bitcoin en una madrugada más de un 17% en bolsa, una caída que hizo saltar las alarmas en todo el mundo. Inmediatamente, esto provocó un estado de pánico para esos valientes que aún seguían teniendo en su posesión o en la composición de sus carteras algún bitcoin, o algún activo relacionado con él y las criptodivisas. Esto, junto con diversos hechos que ocurrieron como el lanzamiento de otra criptodivisa como el petro, la cual se creía que estaba sufriendo una manipulación y otros hechos que ocurrieron en ese momento, supuso un verdadero quebradero de cabeza para esos compradores, que veían un gran riesgo en la tenencia de criptodivisas. Muchos analistas veían esta caída desenfrenada como una corrección más que necesaria de la cotización del activo, que sufría una inflación alcista y tenía que poner el freno algún día, otros veían posible la aparición e intervención de nuevas regulaciones que frenaban el libre desarrollo de la divisa. No obstante, lo que podemos decir es que unas semanas antes, el CME y el CBOE de Chicago habían lanzado a mercado sus nuevos contratos de futuros basados en el Bitcoin, unos contratos que se veían amenazados con este nuevo saqueo y que obligó a las propias instituciones a preparar métodos de contingencia ante una criptodivisa vulnerable y “hackeable”. Una recuperación milagrosa Tras la frenética caída en la cotización del bitcoin y otras criptodivisas, inexplicablemente, el mercado comenzó a recuperarse cuando iban despertando las principales bolsas del mundo. Un hecho inexplicable, solo justificable con una manipulación en el precio de este activo, que sufría una recuperación para nada común en un activo financiero. Esta recuperación hizo saltar aún más las alarmas en las sedes de algunos de los principales reguladores de mercados americanos, que suspendieron cotizaciones de algunas firmas que operaban con diversas criptodivisas ante la creencia de que se estaba dando un nuevo caso de manipulación en la cotización de este activo. Esta inexplicable y repentina recuperación de la cotización del bitcoin, la cual había experimentado una caída superior al 17% durante esa misma madrugada representaba un hecho bastante preocupante para los propios reguladores, que veían como la volatilidad que estaba sufriendo esta criptodivisa representaba un gran riesgo para los inversores y tenedores de este tipo de activos. Esto provocó un estancamiento en la propia cotización, no llegando a recuperarse del todo, pero sí recuperando una gran parte del porcentaje perdido durante esa madrugada. Un hecho inexplicable y que volvía a poner a las criptodivisas en el foco de atención de las principales autoridades monetarias a nivel mundial. El bitcoin estaba experimentando otro extraño suceso de alta volatilidad con fines lucrativos, algo que sólo podía explicarse con la manipulación de la cotización. Aunque aún se desconoce el verdadero hecho que hizo que este activo recuperase el valor de mercado que se había dejado durante esa madrugada, todo apunta a que fue una nueva manipulación del precio por parte de ciertos interesados. Con sucesos como este, las criptodivisas vuelven a estar en el centro de atención de los reguladores y autoridades que buscan la manera de regular este volátil e incierto activo financiero, el cual solo crea polémica y dudas entre los inversores y los propios reguladores. Como he dicho en otros artículos, no podemos definir a ciencia cierta que este activo esté siendo completamente manipulado por terceros interesados en que la cotización de este activo sufra esta extrema volatilidad, aunque si podemos afirmar que en la medida que sea, este activo es posible manipularlo y así está ocurriendo. Aunque la especulación sea una de las principales causas de inversión, el problema que ocurre con el bitcoin es que con un mercado tan especulativo como el que sufre el mercado de criptomonedas a día de hoy, los pequeños inversores están asumiendo un riesgo que ni ellos mismos perciben, ya que muchos de estos desconocen la volatilidad y vulnerabilidad de este tipo de activos. Esto comienza a ser peligroso, ya que con este contexto, el pequeño inversor se está jugando, literalmente, su dinero en una casa de apuestas sin supervisores que garanticen, al menos, la seguridad de las transacciones. Por este mismo motivo, muchos reguladores, así como los directivos de las principales instituciones financieras a nivel mundial advierten que el bitcoin y otro tipo de criptomonedas relacionadas con el suponen un fraude, además de una burbuja al borde del estallido. Según los propios reguladores, el bitcoin podría estar experimentando una manipulación por parte de grandes inversores, así como el uso de información privilegiada, lo que estaría provocando una manipulación del mercado y la desaparición del libre comercio en las transacciones comerciales de criptomonedas por falta de lealtad. Además, no solo eso, si no que según los últimos estudios, este tipo de monedas también se han estado utilizando para la circulación de dinero negro, así como transacciones provenientes del contrabando y operaciones completamente ilegales a la sombra de la administración pública y la justicia, lo que provoca un pensamiento de que ciertas organizaciones criminales podrían ser los primeros interesados en que el Bitcoin sufra estos inexplicables impulsos alcistas. Con esta información en la mano, podemos identificar como el bitcoin no es un activo completamente limpio, tal cual lo vendieron diversos gurús y directivos de compañías que operaban con estas criptodivisas. Estos datos muestran el gran riesgo que está asumiendo el inversor cuando adquiere este tipo de activos y que en muchas ocasiones desconoce. Si estás pensando en hacerte con bitcoin u otro tipo de criptodivisa piensa antes de actuar, quizá no sea el activo más conveniente para ti. Aun si con ello, pretendes hacerte con él, infórmate que el sitio al que acudes sea fiable y te garantice una determinada seguridad, no olvides que lo que está en juego es tu patrimonio y tu dinero. *Analista económico internacional y Director de desarrollo de negocio de HAC Business School de Nueva York.   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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