Hace unos días, uno de mis alumnos de mi clase de Negocios Exitosos compartía con el grupo su angustia ante el reciente anuncio de la Institución de suspender clases de forma preventiva para evitar contagios de COVID-19. En realidad, la angustia no estaba relacionada con algún tema académico ni de salud, a mi alumno le preocupaba su negocio, ese que inició al entrar a la Universidad y que le permite costear algunos de sus gastos personales. Le preocupaba la reciente inversión que había realizado en frituras, chocolates, golosinas y snacks que vende a sus compañeros durante las horas de descanso entre clase y clase; le preocupa que su única fuente de ingreso se quede detenida casi un mes y que no tenga forma de recuperarse, perder a la clientela que tenía segura, que al regreso (antes de terminar el semestre) haya un cambio en las condiciones del mercado y eso le desplace de la preferencia del consumidor.

Y ¿cómo no preocuparse?, si el panorama a nivel mundial se antoja complejo. Si los mercados internacionales son más vulnerables que nunca y si parece que hay más incertidumbres que certezas. La realidad de mi alumno es la realidad de todos, grandes y pequeños empresarios que por un lado queremos que no lleguen las medidas que restrinjan las actividades por el impacto económico y comercial que eso implica, pero por otro lado la información que llega es tan intimidadora que quisiéramos una declaratoria contundente que nos diera la certeza de que quedarnos en casa nos mantendrá a salvo en la salud y estables en lo económico.

Con más de 6mil muertes por Coronavirus en todo el mundo y alrededor de 160,000 casos confirmados, no sólo la crisis del sector salud desata una rampante especulación. El sector empresarial está nuevamente a prueba, no importa el tamaño ni el giro, mucho menos el tipo de capital. Las empresas, en todo el mundo deben responder a este gran desafío preservando el movimiento de los engranes de la economía mundial.

Es fundamental que el liderazgo empresarial esté alineado, en escenarios y en la priorización del desarrollo de planes de acción y tareas que optimicen los recursos con los que se cuenta actualmente.

Asimismo, la protección del capital humano es indispensable y prioritario. La definición de estrategias para el trabajo en oficina o en casa requiere tanto de una visión preventiva como de despliegue de recursos que faciliten el involucramiento de los colaboradores para mantener y alcanzar la productividad requerida en la medida de lo posible.

En un entorno de amplia especulación, la estabilización de la cadena de suministros es parte importante del aseguramiento del abasto de productos y el mantenimiento de servicios. La optimización de logística contribuirá con un impacto positivo en los consumidores y asegurará que, desde lo local, el comercio regional y global vuelva a su cause paulatinamente.

Proteger a los clientes o consumidores se vuelve más necesario que nunca, el establecimiento de filtros sanitarios alineados a las recomendaciones de las autoridades competentes no sólo es parte del servicio al cliente, se convierte en un tema de ética comercial y responsabilidad social.

La crisis del Coronavirus aún es tan joven que es imposible predecir el desenlace. Si bien es cierto que ya representa una tragedia en muchos sentidos, también es cierto que en la crisis siempre hay oportunidad y de la oportunidad siempre llega el crecimiento. Las empresas, micro, pequeñas y grandes tienen un amplio reto por superar, pero no es mayor al que enfrentan y superan cada día en un mundo tan cambiante y competitivo.

 

Contacto:

Twitter: @ArleneRU

Página Web: https://arleneramirezuresti.com/ 

FB: Arlene Ramírez Uresti

LinkedIn: Arlene Ramírez Uresti

YouTube: Mis ojos en el mundo

 

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

Siguientes artículos

Relevancia de la comunicación corporativa durante las crisis
Por

En los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento.