Por Ricardo Castro*

La crisis que están viviendo las empresas en México, se compone básicamente de dos escenarios que nos ayudan a entender dónde estamos ubicados y hacia dónde vamos. El primer escenario es la alineación de los elementos laborales/sanitarios globales, nacionales y locales, respecto a las principales industrias en México; concretamente a los aspectos laborales.  El segundo es el T-MEC que entra en vigor a partir de hoy.

En este contexto, hemos visto una multiplicidad de autoridades involucradas; la Secretaria del Trabajo y Previsión Social, la Secretaría de Economía, la Secretaría de Salud, así como una combinación de disposiciones legales en cuanto a la Ley Federal del Trabajo, La Ley General de Salud, además de decretos y acuerdos federales. No debemos olvidar que, ante la crisis sanitaria, las empresas deben cuidar precisamente la integridad de sus trabajadores y al mismo tiempo cuidar la subsistencia de la fuente de empleo.

En el T-MEC aparecen algunas industrias prioritarias.  Algunos ejemplos son la industria aeroespacial, la automotriz, de autopartes, de cosméticos, acero y aluminio, vidrio, plástico, cemento, entre otras.  Parte de los retos en cuanto al cumplimiento del T-MEC están relacionados con cómo México se va a cerciorar que se cumplan las nuevas disposiciones del tratado, qué mecanismos va a implementar el Gobierno para que esto suceda, y de qué manera la agenda detrás del tratado implica los aspectos que cuidaron mucho los gobiernos, especialmente el de Estados Unidos, al establecer ciertos candados para que México no tuviera la misma facilidad para importar y exportar y tener nuevas restricciones.

Por ejemplo, en materia laboral, la industria automotriz debe cubrir 16.40 dólares por hora a los trabajadores, ciertamente hay empresas que pagan salarios muy elevados, pero no es común encontrar empresas en México que paguen a un operario de línea de producción aproximadamente $2,500 pesos por día.

Son ese tipo de candados aunados a los porcentajes que existen para saber de dónde van a traer la materia prima, ¿qué porcentaje tienen que cubrir dentro de la región? ¿qué impedimentos tendrá ahora México para, con la misma facilidad, hacer negocios con Asia y con Europa? ¿de qué manera Estados Unidos puso esos candados para asegurarse que México ya no va a tener la misma libertad y que Estados Unidos tenga más facilidad para garantizar esas inversiones que han llegado a México? Porque han seguido siendo atractivas en costo y en calidad de la mano de obra, ¿ahora se quedarán en Estados Unidos?

Otro reto es el de los sindicatos internacionales que están involucrados en el tema. Es importante ver, a la luz de este tratado, qué mecanismos va a implementar México para cerciorarse que se cumpla. Hay otros temas que se relacionan con los paneles de verificación de cumplimiento que se implementarán en México.  Obviamente, cuando hablamos de estos temas, no hablamos solo de la parte técnica jurídica, sino del ingrediente político que esto conlleva, y no se han designado todavía quiénes van a ser los representantes de México para verificar que todo mundo cumpla y de esa manera evitar sanciones para el país y para las empresas.

Un elemento medular que deberá cuidar México ante el T-MEC son los certificados de representatividad donde ahora las empresas deben revisar las estructuras que tienen con sus organizaciones sindicales de tal manera que se aseguren que se está garantizando la libertad sindical, donde existan mecanismos y protocolos de comunicación para que los trabajadores, como lo marca la ley, de manera personal, secreta y libre, decidan si quieren votar por un sindicato o por otro, o inclusive votar porque no quieren sindicato.

En algunos estados en México existen grupos de trabajadores que no quieren saber nada de un sindicato, el tema es cómo van a demostrar las empresas que están dando una libertad auténtica a los trabajadores para que ellos decidan si quieren o no ser sindicalizados y otro tema es el de los contratos de protección. Tenemos en México más de medio millón de contratos colectivos registrados y aproximadamente el 70% no tienen actividad sindical.  Sólo el 9% de la población económicamente activa en México pertenece a un sindicato. Es un área de oportunidad para que las empresas revisen a la luz el Tratado de Libre Comercio, que entrará en vigor el día 1 de julio de 2020, cuál es la realidad sindical en sus empresas.

Finalmente, para las empresas es muy importante reflexionar sobre qué cosas llegaron para quedarse una vez que se termine esta emergencia sanitaria; cómo modificar las políticas internacionales y tropicalizarlas a las nacionales para dar cumplimiento cabal a los nuevos lineamientos nacionales y los derivados del T-MEC y, en especial, cómo cumplir con las nuevas obligaciones derivadas del T-MEC para beneficio de los inversionistas con operaciones en México.

Contacto:

Ricardo Castro – Employment. Encabeza el Grupo de Práctica de Laboral y Compensaciones en todas las oficinas de Baker McKenzie en México. Catedrático de Derecho Laboral en la maestría de derecho de la empresa en la Universidad de Monterrey y miembro del Consejo Directivo de la misma*

Twitter: https://twitter.com/rcastrogarza

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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