Ya no basta con adquirir y avalar conocimientos, experiencia y actitudes. Además, hay que tener actitud para aprender y poder responder, así, a las necesidades de la empresa y a las demandas cambiantes del mercado.       El mundo cambia cada día más deprisa, la globalización transforma las reglas de juego, la economía se basa cada vez más en el conocimiento y la tecnología genera continuas revoluciones. Estos factores modifican la operativa de las empresas y crean un nuevo escenario donde la capacidad de aprendizaje será el valor más preciado en la búsqueda del talento. Ya no es suficiente con adquirir y avalar conocimientos, experiencia y actitudes, además hay que tener actitud para aprender y poder responder, así, a las necesidades de la empresa y a las demandas cambiantes del mercado. Por eso, encontrar candidatos dispuestos a asimilar nuevas habilidades es más importante que contratar a especialistas con experiencia. Está claro que el enfoque de evaluación y reclutamiento tradicional y rígido ya no es suficiente, especialmente si se trata de candidatos altamente cualificados. Una carrera universitaria y la experiencia profesional son muy importantes, pero no los únicos elementos que valoran las compañías sobre la idoneidad de un candidato. Más allá de las pruebas de aptitud y de los tests, los reclutadores tienen que ser capaces de saber si hay aptitud y disposición para aprender. Las pruebas ocupacionales permiten evaluar la capacidad de los candidatos para desarrollar las funciones del puesto y las cualificaciones que requiere, pero no su respuesta antes necesidades futuras. Califican la idoneidad y actitud para asumir determinadas funciones a través de una serie de pruebas, como el razonamiento verbal y abstracto, la habilidad numérica, la precisión y el pensamiento lógico no verbal. Son muy útiles cuando trata de explorar la forma en que un individuo se ha comportado y lo que ha logrado en el pasado como indicadores de lo que podrá logar en el futuro. Pero en el mundo de los negocios actual, donde las nuevas responsabilidades y los requisitos de conocimientos son continuos, la experiencia no puede garantizar el éxito futuro. El proceso de reclutamiento en sí exige un compromiso gestionado de las empresas con el aprendizaje y el desarrollo profesional, con las oportunidades sistemáticas que vayan a ofrecer a sus empleados para desarrollarse. Un requisito que también es un desafío a la deserción laboral, ya que los empleados elegidos por su deseo de crecer y adaptarse y que buscan oportunidades de crecimiento continuo son “objeto de deseo” para las empresas de la competencia. Las estrategias de reclutamiento orientadas a identificar la aptitud de aprendizaje de los candidatos marcarán la tendencia en los próximos años. Su adopción será más rápida entre aquellas empresas que se adaptan con facilidad a las demandas cambiantes del mercado, ya que saben que su futuro depende de su capacidad para adquirir nuevas habilidades. Se abre así una nueva era en el ámbito del reclutamiento en la que los responsables de recursos humanos tendrán un papel clave a la hora de marcar el camino.     Contacto: http://www.hays.com.mx. Twitter: @HaysMexico e-mail: [email protected]       *Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

Siguientes artículos

¿Basta voluntad política para cambiar al mundo?
Por

La solución sólo puede ser viable cuando todos coincidimos en ella, confluimos en la toma de decisiones y tomamos parte...