El uso de tecnologías emergentes está llevando a las organizaciones a introducir nuevas mejores prácticas de finanzas en áreas clave.     Por Cheryl McDowell   La escalada y rápido ritmo del cambio tecnológico han generado modelos y formas de negocios completamente nuevos para lanzarse al mercado. Y en la medida que cambian las estrategias de creación de valor también deben cambiar los puntos de referencia de las finanzas tradicionales relacionadas con la creación de valor. Casi 90% de los CFO encuestados durante la Oracle’s September 2013 CFO Summit estuvieron de acuerdo en que el uso de tecnologías emergentes los está llevando a reconsiderar o introducir nuevas mejores prácticas de finanzas en áreas clave, tales como adopción de la nube y de dispositivos móviles para proporcionarle a los empleados conocimientos y funcionalidad innovadora, analítica predictiva y big data para mejorar la planeación y pronósticos, así como la métrica de apoyo para el negocio, con el propósito de identificar la forma en que las finanzas pueden apoyar mejor las líneas estratégicas del negocio. Si bien los puntos de referencia de las finanzas tradicionales, como qué tan rápido puede una compañía cerrar sus libros o reducir su índice de días pendientes de cobro (DSO), todavía siguen siendo importantes, los nuevos puntos de referencia de las finanzas cada vez más se convierten en la máxima prioridad de los CFO. Por ejemplo, Deloitte reportó en su encuesta Q4 2013 CFO Signals de América del Norte que la métrica de apoyo para el negocio es la medida de finanzas más importante hoy en día¹. Las mediciones tradicionales, incluyendo recuento de personal, costos de finanzas como porcentaje del ingreso y velocidad para emitir reportes todavía tienen calificaciones altas, pero ha habido un cambio significativo hacia la métrica de apoyo de los negocios. Ésta puede incluir calificaciones de satisfacción de clientes internos que pueden hacer brillar una luz sobre el éxito de las nuevas mejores prácticas de finanzas, tales como la realización de sociedades de negocios. Explicado de forma más extensa podemos decir que los impactos potenciales sobre las mejores prácticas de finanzas son tan variados como las tecnologías mismas, pero la capacidad para impulsar más valor económico desde las percepciones impulsadas por los datos, junto con la agilidad que confiere el cómputo en la nube y móvil, son áreas destacadas. La incorporación de la inteligencia de negocios y la analítica predictiva en los sistemas de transacción, combinado con el hardware que es 20 veces más poderoso que incluso hace un año, permite que la función de finanzas produzca grandes volúmenes de datos a niveles de granularidad que anteriormente no era posible lograr. Esta rica capacidad ha estado cambiando el juego, permitiendo que la función de finanzas utilice datos en tiempo real para responder rápidamente a la volatilidad del mercado, a fin de detectar tendencias, predecir resultados con mayor precisión e impulsar proactivamente el crecimiento de las utilidades, así como contener o reducir los costos. La mejor práctica refleja un cambio en el énfasis desde emisión de reportes tradicionales sobre datos históricos hasta sociedades con otras funciones de la línea de negocios para influir proactivamente en los impulsores del crecimiento y en la reducción de costos. La nueva tecnología también está provocando que los CFO vuelvan a examinar los criterios tradicionales de evaluación de inversión. Rendimiento, flujo de efectivo descontado y retorno sobre el capital empleado se convierten en instrumentos poco eficaces en la nueva era de big data y negocios sociales, en los que el vínculo entre los ingresos generados a partir de datos estructurados (big data) y datos no estructurados (medios sociales) se hace más endeble. Por ejemplo, una encuesta de McKinsey sobre medios sociales² reveló que si bien más de 70% de las compañías consideran que el marketing digital tiene un potencial importante, más de la mitad lucha por medir su impacto exacto sobre las ventas y utilidades. Los CFO ciertamente tendrán que esforzarse mucho para establecer medidas de mejores prácticas en este entorno de rápida evolución. La nube está proporcionando una mayor eficiencia operativa a través de la automatización de procesos financieros en que los sistemas tradicionales simplemente no funcionan. Pero la nube también está exponiendo las deficiencias de las formas tradicionales de medir el costo total de propiedad (TCO) de los sistemas, mientras que los CFO enfrentan las implicaciones de cuotas mensuales de suscripción, en lugar de las licencias perpetuas de software y cuotas de mantenimiento anuales. La nube también está modificando las mejores prácticas de finanzas en torno a la decisión de compra, ya que las organizaciones luchan por comparar el Retorno sobre la Inversión de la nube versus propuestas en las instalaciones y el modelo de operación profundamente distinto (por ejemplo, infraestructura, actualizaciones, conteo de personal) que puede ser resultado del despliegue de la nube. Sustituir el gasto de capital por gasto operativo puede tener un efecto importante en el flujo de efectivo y en la fiscalización, y posiblemente asignaciones presupuestarias en algunas entidades del sector público. Aun cuando las transacciones se localicen conceptualmente en la nube pueden dar lugar a desafíos fiscales inesperados. De acuerdo con un webcast de Oracle, en el que participaron CFO con FEI en 2013, las organizaciones que se esfuerzan por capitalizar sobre las cualidades transformadoras del cómputo móvil están exhortando activamente una política de “móvil primero” para aplicaciones tales como inteligencia de negocios móvil y paneles de información. Pero la popularidad en aumento de la tecnología móvil también está provocando que los CFO reevalúen de inmediato la mejor práctica de finanzas en que el cómputo móvil puede agregar valor. Asimismo tendrán que evaluar cuáles empleados y aplicaciones deben contar con soporte y a cuáles se les debe dar acceso. Además, en la medida que proliferan las aplicaciones móviles, los CFO se abren paso con dificultad para codificar políticas y procedimientos respecto a la seguridad y la confidencialidad. El fenómeno de “trae tu propio dispositivo” (BYOD) está aumentando la tensión, ya que los CFO tratan de resguardarse contra las consecuencias de dispositivos robados que contengan información de la empresa, mientras que al mismo tiempo desarrollan paquetes de compensación justa para empleados que utilizan sus propios teléfonos celulares y tabletas en el lugar de trabajo. Por supuesto, la rápida evolución de las mejores prácticas también impone pesadas exigencias sobre el talento de finanzas. El consultor de estrategia de Accenture, David Axson, declaró recientemente: “El éxito del CFO se medirá por el éxito de la organización en su totalidad.” Los CFO que se encuentran en la cima de su carrera están posicionados de manera excepcional no sólo para influir en el éxito de su propio territorio, sino también para asegurar el éxito futuro de su organización, y los CFO más competitivos están utilizando tecnologías emergentes y nuevas mejores prácticas de finanzas para colocar un punto de referencia en el éxito y cumplir sus metas. Para ayudar a los CFO a adoptar nuevas mejores prácticas de finanzas basadas en los puntos indispensables de la tecnología emergente de hoy en día, Oracle se asoció con Accenture para producir una nueva serie titulada 5 Minutes on Modern Finance (5 Minutos para Entender las Finanzas Modernas). La primera entrega la puedes encontrar aquí.   Cheryl McDowell es VP, LAD Finance & Biz Ops, Oracle.     Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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