Para mi mamá. Te fuiste antes de tiempo. Te encargo mucho al jefe. Te debemos todo lo que somos. Marzo, 2019

Vivimos en un país de enormes contrastes económicos, sociales, políticos y educativos. Pero quizá una de las diferencias que más duelen y laceran son aquellas que impactan en perjuicio de las mujeres en México. A pesar de ser un país que presume de una devoción evidente a la madre y la Virgen de Guadalupe, en ese mismo escenario proliferan las acciones de violencia, discriminación y ofensas al género femenino. Esto es algo que nos ofende y preocupa. Presentemos algunos datos para entender lo que estamos viendo y viviendo. A continuación, les compartimos 16 datos que detalla la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre la violencia de género en México y el resto del mundo, la cual debemos retomar como punto de partida obligatorio en el tema que nos ocupa en esta ocasión.
  1. 7 mujeres son asesinadas cada día en México.
  2. En los últimos 25 años ocurrieron más de 35 mil defunciones de mujeres mexicanas con presunción de homicidio.
  3. 2 de cada 3 mujeres mexicanas han experimentado algún tipo de violencia.
  4. 41% de las mujeres mexicanas ha sido víctima de violencia sexual en alguna etapa de su vida.
  5. 6 de cada 10 agresiones contra mujeres mexicanas en la vía pública son de índole sexual.
  6. 15 de cada 100 mujeres mexicanas de entre 20 y 24 años fueron madres siendo menores de edad.
  7. 15% de las mujeres de 15 años y más que han pedido trabajo les fue requerido un certificado de no embarazo o las despidieron por embarazarse.
En el mundo:
  1. 35% de las mujeres de todo el mundo ha sufrido violencia física y/o sexual por parte de un compañero sentimental.
  2. El 51% de las víctimas de trata de personas en el mundo son mujeres adultas.
  3. 3 de cada 4 víctimas infantiles de trata de personas son niñas.
  4. 650 millones de mujeres y niñas se casaron antes de cumplir los 18 años, la mayoría de manera forzada.
  5. 200 millones de mujeres y niñas que viven actualmente han sufrido la mutilación genital, principalmente antes de los 5 años.
  6. 15 millones de adolescentes, de entre 15 y 19 años, de todo el mundo han sido obligadas a mantener relaciones sexuales forzadas en algún momento de sus vidas.
  7. 9 millones de jóvenes fueron violadas solo en 2017.
  8. 1 de cada 3 mujeres estudiantes, de entre 13 y 15 años de edad, sufre el acoso de compañeras o compañeros en la escuela, al menos, un día al mes.
  9. Menos del 40% de las mujeres que sufren violencia buscan algún tipo de ayuda.
Estos datos desnudan por completo la enorme tragedia que se vive a nivel mundial cuando hablamos de violencia de género. Es una crisis humanitaria que provoca que la vida para las mujeres en el país sea una aventura peligrosa y denigrante cada día. La expectativa para cada mujer es convertirse en víctima; en el menor de los casos, de algún tema de hostigamiento, acoso o lesiones leves, pero, en muchos otros, de abiertos ataques, violaciones u homicidio. Estamos hablando de una cifra espectacular en torno a la aflicción de la población femenina, la cual no puede seguir siendo ignorada por nuestras autoridades encargadas de la seguridad y procuración de justicia. Por si lo anterior fuera poco, aún en áreas aparentemente pacíficas o menos expuestas a extremos de violencia, la situación no mejora. Por ejemplo, en la Ciudad de México, cada dos días una mujer es asesinada por su pareja, de acuerdo con datos del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio en México. En su mayoría, se trata de mujeres entre los 20 y 39 años. En 2017, según este mismo estudio, en tan sólo 13 estados se contabilizaron casi 800 asesinatos de mujeres entre enero y julio. En más de la mitad de los casos no se presentó denuncia. La mayor incidencia se encontró en Tlaxcala, San Luis Potosí, Sonora, Oaxaca, Jalisco, Quintana Roo, Veracruz, Estado de México, Campeche, Morelos, Nuevo León y Guanajuato. Cuando una mujer es golpeada y abusada física y psicológicamente por su pareja, ésta se encuentra en una situación de absoluta vulnerabilidad, entre otras cosas, ya que puede presentar afectaciones físicas y mentales que, en el peor de los casos pueden llevar a la muerte. A la luz de estos datos llama poderosamente la atención que hace algunos días la Secretaría de Salud anunciara la suspensión de los subsidios para las Organizaciones de la Sociedad Civil, en particular, las que operan como refugios para mujeres y niños víctimas de violencia extrema. Se implementó la decisión de no apoyar a organizaciones de la sociedad civil, pero sin un criterio lógico para LA población que, de alguna u otra manera, no puede ser atendida por el gobierno. En el caso específico de las asociaciones que actúan en beneficio de la mujer, estamos hablando de sitios que funcionan y están diseñados para protegerlas, así como a niños que enfrentan temas de violencia, y no sólo para cuidarlos, sino para apoyarlos y que sepan que los ataques que sufren no son ni deben verse como normales. Ha habido múltiples pronunciamientos en contra de este “castigo presupuestal” a las estancias de emergencias. Organismos como la Comisión Nacional para los Derechos Humanos (CNDH), ya han establecido que dichos refugios cumplen una función primordial y no pueden dejar de operar sin provocar una enorme afectación. Para estas fechas esperamos que ya se haya resuelto el problema de la falta de operación de dichos centros de apoyo, al igual que las estancias infantiles, puesto que, en ambos casos, el resultado sería el mismo, y lamentablemente, las principales afectadas serían las mujeres. Esas decisiones radicales de la actual administración sin un análisis pleno de lo que pasa en consecuencias son en el menor de los casos irresponsables. La suspensión de estos centros se traduce literalmente en personas que van a morir por no poder ser atendidas y salvadas de la violencia extrema a la cual están sujetos. Para entender la repercusión de esta decisión basta con observar las cifras y estadísticas; de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi,2017), de las mujeres de 15 años y en adelante que hay en el país, 66.1 %han enfrentado violencia de algún tipo en determinado momento de su vida, mientras que 43.9 % han enfrentado agresiones del esposo o pareja actual, o la última a lo largo de su relación, y el 53.1 % sufrió violencia por parte de un agresor distinto a su pareja. Además, el Inegi señaló que, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en 2018 fueron asesinadas tres mil 580 mujeres; es decir, en México casi 7 de cada 10 mujeres han sido víctimas de violencia, sin mencionar que durante el año pasado fueron asesinadas en promedio casi 10 mujeres por día. Esos datos son los que reflejan la cruda realidad del país. Lo cierto es que el problema es multifactorial y complejo, y también atacable con ciertas soluciones graduales y progresivas. Lo que no es aceptable es que las cifras se acumulen como lo hemos constatado sin que las autoridades en los tres niveles de gobierno lancen campañas permanentes y bien estructuradas para dar con las causas, y así abatir de lleno la espiral actual. Para lograrlo se requiere, como en todos los temas de seguridad y justicia, una real voluntad política que pase por la protección de los sectores más vulnerables, el cobijo institucional para facilitar la denuncia, un andamiaje que permita investigaciones eficientes, coordinación entre policías y autoridades ministeriales, campañas permanentes de prevención, y cooperación plena con organizaciones de la sociedad civil dedicadas a todos estos temas. Sin un enfoque que aborde todos estos temas a lo largo y ancho del país, seguiremos viendo cómo nuestra realidad se sigue tiñendo de un rojo muy intenso y doloroso… ¿Hasta cuándo haremos las cosas distintas? Pregunta obligada a los gobernantes, particularmente los que hoy se ostentan queriendo un cambio real para proteger a los más vulnerables. Hechos son amores. P.D. 1:  No coincidimos con las teorías que hablan de una situación genética o cultural permanente que intenta explicar la violencia en contra de mujeres y otros fenómenos análogos. Es más bien otra manifestación de la impunidad reinante en el país. P.D. 2:  Como dato cultural interesante, a continuación, anexo una breve lista de cómo podemos referirnos a la mujer en diversas lenguas autóctonas de México:
  • Náhuatl: Sihuatl
  • Zapoteco: Nigulha
  • Mazahua: Ndixu
  • Tlapaneco: a’go
  • Purépecha: Uárhi
  • Mixe: Të’ëxyëjk
  • Matlatzinca: wexuwi
  • Tsotsil: ants
Fuente: mexicodesconocido.com.mx

 

Siguientes artículos

Mujeres en la era de la Cuarta Transformación
Por

Decisiones sobre estancias y albergues para mujeres han provocado un confuso debate que se basa no en datos y hechos, si...