Por: Carlos Hurtado De la Madrid
El campo mexicano enfrenta en la actualidad una gran variedad de retos, desde los tradicionales climatológicos, hasta los que involucran temas de logística y cambio de tendencias de los consumidores. Pero el mayor reto para los actores del sector agropecuario es cómo incrementar su productividad y maximizar sus utilidades, mientras que para México es lograr la soberanía alimentaria.
Con la alta volatilidad de precios en insumos y materias primas, los productores han sido ingeniosos para mantener sus márgenes sin sacrificar la calidad ofertada. Una tarea nada sencilla si se combina con sortear otros retos, como los climatológicos y los de logística, e incluso el retiro de la mayoría de los apoyos gubernamentales. En esta labor, la tecnología influye notablemente para lograr sus objetivos.
México tiene una geografía privilegiada con una gran biodiversidad gracias a sus condiciones climáticas y su extensión territorial, lo que permite una amplia variedad de cultivos. Como ya es conocido, México es el octavo exportador nivel mundial de productos agrícolas y el tercer lugar en producción agropecuaria en América Latina. Además de estar posicionado en la región como el segundo cultivador de fruta y con el primer lugar en producción de hortalizas.
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Los cambios tecnológicos los vivimos a un ritmo cada vez más acelerado. La tecnología no solo está presente en nuestra vida cotidiana, sino también en las actividades productivas; las nuevas tecnologías y avances científicos han sido percibidos como el pilar más fuerte para asegurar la permanencia de las empresas e instituciones y en el campo mexicano no es la excepción.
Ante esto, el camino para superar los retos parece claro, pero está lejos de ser sencillo. Es necesario que los productores nacionales y las empresas fomenten la competitividad a través de mejorar la adopción tecnológica en sus procesos productivos; el uso de tecnología en los sectores agrícola, pecuario, forestal y pesquero puede representar la diferencia entre seguir siendo rentables o no. Pero es importante conocer las tecnologías disponibles para cada actividad y así tomar la decisión sobre cuál adoptar o adaptar.
Hablando del sector agrícola, actualmente las grandes compañías de semillas han desarrollado material genético más resistente a los efectos del cambio climático, e incluso contra algunas plagas y enfermedades. Por otro lado, también observamos empresas fabricantes de equipos para agricultura protegida que forman alianzas con aquellas dedicadas al aprovechamiento sustentable del agua para crear o mejorar la tecnología para la producción sustentable de frutas y hortalizas; o las que desarrollan tecnologías para que las plantas absorban de mejor manera los nutrientes.
El sector pecuario también ha observado cómo las nuevas tecnologías disponibles están presentes para incrementar la productividad y disminuir gastos, no solo en inversiones físicas como granjas con sistemas automatizados de alimentación o para regular temperatura, sino precisamente en fórmulas desarrolladas para que el ganado pueda aprovechar más los nutrientes de los alimentos.
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En cualquier sector es importante realizar diferentes tipos de inversiones, ya sea en equipos, genética o herramientas tecnológicas para lograr el crecimiento sostenido con el que cuenta el sector agroalimentario mexicano.
Considerando que existen recursos limitados en el campo, la banca necesita fomentar la colaboración y la consolidación entre las cadenas de productos para que exista un desarrollo industrial. Es importante que el productor o empresario tenga claro que debe existir un equilibrio entre el financiamiento con recursos propios y el que viene del exterior para así maximizar el retorno de sus inversiones. Proyectar a este sector como atractivo y estratégico para los inversionistas, será clave para contribuir en la conformación del comercio y de la economía mexicana.
Es vital trabajar a favor de propuestas que apuesten por la sustentabilidad, así como en acciones en pro de la emisión de bonos verdes, el uso de recursos para la financiación de proyectos tecnológicos que promuevan el cuidado ambiental, energías renovables, transporte limpio, proyectos agrícolas y pecuarios ambientalmente amigables y muchos más. Necesitamos reafirmar el compromiso que la banca tiene con la sociedad y el cuidado del planeta sumado a la búsqueda constante para contribuir al bienestar de México.
Contacto:
Carlos Hurtado De la Madrid, Director de Agronegocios en Banco Sabadell
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.
