Michelle Howard fue la primera mujer en comandar un buque naval y es la primera en alcanzar el rango de almirante. Éstas son las claves de su éxito.   Por Kathryn Hill   La almirante Michelle Howard sabe lo que significa llevar la carga de un equipo. Hace unos días, en una ceremonia en el Monumento a las Mujeres en Servicio Militar por Estados Unidos, en el Cementerio Nacional de Arlington, Howard se convirtió en la primera mujer en 236 años de historia de la Marina de Estados Unidos en ser promovida a almirante de cuatro estrellas y vicejefa de Operaciones Navales, la segunda posición más alta en la Marina. Aunque el hecho hizo historia, Howard no es ajena a las primicias. En 1999 se convirtió en la primera mujer afroamericana en comandar un buque naval, el USS Rushmore. Howard también fue la primera mujer afroamericana en cualquier rama de las fuerzas armadas en obtener tres estrellas. En el pasado ha sido enviada a Indonesia para apoyar con los esfuerzos de socorro tras el tsunami, participando en las operaciones de seguridad marítima en el Golfo Pérsico, y se ha desempeñado como comandante en una operación en la que, luego de tres días, logró el rescate del capitán Richard Phillips, quien fue secuestrado por piratas somalíes. Nativa de Colorado, Howard, de 54 años, es una entusiasta de la pesca de truchas –su madre fue quien le enseñó a soltar amarras–. Ella había estado casada con su marido Wayne Cowles durante sólo un año tras el comienzo de la Operación Tormenta del Desierto cuando ambos fueron desplegados –Cowles, ahora retirado, era infante de marina de Estados Unidos. En la víspera de su promoción, la mujer de más alto rango en la historia naval habló con Forbes sobre la innovación en los equipos, cómo ayudar a que los empleados se comprometan y lo que ha aprendido de su hábito de cafeína. Si quieres innovar, primero mírate a ti mismo y sé flexible. ¿Puede una organización de más de dos siglos de antigüedad, construida sobre la tradición y la jerarquía, aprender cosas del sector privado? Howard cree que sí. “Una de las cosas que he pensado es cómo las diferentes empresas aprovechan la innovación y fomentan la creatividad. Parte de ello es cómo reúnes a un equipo cuando observas la importancia de la diversidad y la creación de distintas ideas. “Es la voluntad de comprometerte a autoexaminarte y comprometerte a una nueva forma de hacer negocios. Hay grandes ideas allá afuera; se trata de tener el valor de preguntarle a la gente acerca de lo que está haciendo de forma distinta y decir: ‘Me pregunto cómo podría aplicar eso a mi organización’.” Crea un espacio para la creatividad; nunca sabes lo que podría resultar. “A veces simplemente se trata de dejar que la gente tenga la oportunidad de jugar con las cosas”, dice Howard. Con ese fin vio que recientemente le fue dado a un grupo de marinos una impresora 3D para experimentar. “Siento mucha curiosidad por ver lo que van a hacer.” Una rutina matutina puede aumentar la observación, no sólo la eficiencia. Howard arranca cada día en su escritorio revisando su correo electrónico y poniéndose al corriente sobre lo que dejó la noche anterior. Para entonces ha llegado a la hora del café. “Siempre me levanto de mi escritorio, camino a Dunkin’ Donuts y pido un gran café con crema y azúcar. Es increíble lo que la caminata puede hacer por ti. Me encuentro con gente de todo el edificio en la fila, y puedo aprender mucho acerca de las personas en mi edificio y lo que sucede en sus vidas.” Este paseo, que Howard me dice ocurre regularmente “entre las 6:30 y las 6:40” cada mañana, también ofrece a sus colegas acceso al segundo oficial más poderoso de la Marina de Estados Unidos. Una revaloración de las lecciones del pasado te ayudará a darle mejor forma al futuro. Howard conoce el valor de la historia. Señala que en un reciente viaje con su madre al Museo Nacional de Mujeres en las Artes, se sintió abrumada por una exposición de edredones en la historia de EU, y dijo “Es increíble el arte con el que las mujeres en esta sociedad cosieron en los edredones.” Ávida lectora (“Mi Kindle está un poco desbordado!”), Howard es fan de las historias de misterio que involucren asesinatos, pero el siguiente título en su lista es una biografía del almirante Hyman G. Rickover, que tomó en una librería de segunda mano. “Él era un almirante que tenía que crear algo nuevo, una nueva cultura, mediante la incorporación de la energía nuclear. Creo que como líderes vamos a estar ante el mismo tipo de desafíos para crear una nueva cultura de ciberseguridad.” Crea un ambiente en que los empleados puedan cumplir con las metas personales y se esfuercen más por las profesionales. Howard podría ser vista como un excelente ejemplo de la mujer involucrada, y una de sus principales prioridades para los marineros que supervisa es dotarlos de un espacio profesional que considere sus necesidades familiares tanto como las profesionales. “Cuando hablo con las mujeres que están empezando, uno de los problemas es la falta de comprensión del camino hacia el éxito. Para ellas creo que hay muy pocos modelos a seguir. ‘¿Cómo puedo manejar todo esto?’ “Creo que sigue siendo el mayor desafío. Tenemos que ser más inteligentes y permitir a las mujeres administrar sus carreras y aun así alcanzar las metas que se propongan y tener la oportunidad de convertirse en madres también. “Cuando piensas en algunos de los países donde hay políticas públicas más amables en este sentido, alientan y apoyan con guarderías el cuidado de los hijos y la prestación de cuidados en general, así que es más fácil para los hombres y las mujeres trabajar fuera del hogar. Tenemos que llegar a ese punto.” Howard hace referencia al apoyo que recibió de amigos y familiares cuando ella y su marido fueron desplegados de forma simultánea durante la operación Tormenta del Desierto, y recordó una vez cuando era capitán y trabajó en un equipo que desarrolló un tipo de programa abierto al personal de la Marina que necesitara que alguien cuidara de sus hijos o de sus padres, o continuar su educación. La creación de ese ambiente en que los logros personales y profesionales pueden ser alcanzados en armonía es una meta que Howard se toma muy en serio. “Los marinos hacen que me levante por las mañanas. Estoy muy orgullosa de servir con este grupo de gente, y estoy en el punto de mi carrera en el que siento una gran obligación hacer de la Armada un lugar en el que deseen seguir y convertirse en líderes. Sean cual sean las metas que nos fijemos a nosotros mismos sabemos que podemos llegar más alto. Estoy obligada a ayudar a fundar ese legado.”

 

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