Funcionarios estadounidenses instaron al gobierno a presionar a China en las conversaciones comerciales  para que detenga el robo de propiedad intelectual y frene  prácticas que discriminan a las empresas.   Reuters   La carta a los funcionarios del gabinete de Obama en la víspera del anual Diálogo Estratégico y Económico Estados Unidos-China contenía una larga lista de quejas, desde la piratería de programas hasta las barreras regulatorias y de mercado y la transferencia forzada de tecnología. “Seguimos muy preocupados de que China ha detenido -y en muchos casos revertido- las reformas de mercado”, dijeron los legisladores en la carta al secretario de Estado estadounidense, John Kerry, el secretario del Tesoro, Jack Lew, la secretaria de Comercio, Penny Pritzker, y el Representante Comercial de Estados Unidos, Michael Froman. “China debe alejarse de un modelo económico dominado por empresas de propiedad estatal, los subsidios que distorsionan el comercio y el proteccionismo económico”, escribió el grupo bipartidista. “El robo de información empresarial privada amenaza con socavar nuestra relación económica, es inaceptable y debe cesar”, dijeron y señalaron que gran parte de los robos se realizaron por medios cibernéticos. Los legisladores expresaron su apoyo al proceso del Diálogo Estratégico y Económico entre las dos mayores economías del mundo, que cumple cinco años, pero afirmaron que China ha actuado de forma “preocupantemente insuficiente e incompleta” en la aplicación de los acuerdos pasados ​​y pidieron un mayor escrutinio de Estados Unidos. El Gobierno del presidente Obama debe “utilizar métricas significativas para medir el progreso y ser agresivo para asegurar que China está cumpliendo plenamente con sus compromisos, y que lo esté haciendo de una forma comercialmente significativa”, dice la carta. Entre las prácticas chinas que según los legisladores requieren de más presión para cambiar están las políticas de “innovación local”, que exigen que los extranjeros transfieran tecnología a China para vender en el mercado, barreras no científicas para la carne y otros productos agrícolas y el favoritismo del sector estatal de China. También reiteraron preocupaciones de larga data sobre que China mantiene deliberadamente su moneda subvaluada para que sus exportaciones sean más competitivas en los mercados internacionales. “China debe dejar de intervenir de forma masiva y en una dirección en los mercados de divisas, y avanzar más rápido a que el tipo de cambio del renminbi sea establecido por el mercado”, escribieron los legisladores.

 

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