Por Andrea Daza Desde 1984, la empresa Die­go Zamora e Hijo se consti­tuye como continuadora de la actividad de producción de limones de la familia Zamora. La producción de limones se desarrolla en fincas propias y de terceros. En la actualidad existen 600 hectáreas con más de 135,000 plantas de limones en producción, todas certificadas bajo normas internacionales de calidad que garantizan la trazabilidad y confiabilidad de su producto desde la cosecha hasta el destino. Además de contar con las normas Global Gap, Tesco Natures Choice y la certificación del sistema de calidad e inocuidad Haccp, Zamora Citrus trabajan para mejorar las condiciones en cada uno de los pro­cesos, adaptándolos a las exigencias de los consumidores. En este momento la empresa se encuentra en un periodo de transi­ción y estima que para 2019 estará entregando limones ecológicos en el mercado de Estados Unidos y Cana­dá, exportando de forma directa la producción de sus marcas Zamora, Zamci, San Andrés, Canri y Bluma. Juan Zamora, propietario de Zamo­ra Citrus Argentina, cree que hay un espacio en los supermercados y grandes tiendas orgánicas para esta clase de alimentos ecológicos, quien hace notar que este espacio crece en países como EU y Canadá. Además de ser más caros de producir que una cosecha conven­cional, 30% conforme a los cálculos de Zamora, podrían tener una menor producción por hectárea con respecto a la tradicional. La población sudamericana con­centrada en las grandes ciudades capitales, en donde el conocimiento y poder adquisitivo son mayores, es la que podría despuntar en el volumen de ventas, ya que el resto de pequeñas ciudades todavía no se encuentra preparado para el con­sumo de productos ecológicos. Su fruta sin tratamiento postcosecha se encuentra presente en 80% de países de la Unión Europea. La Sociedad Española de Agricul­tura Ecológica (SEAE) asegura que si no ocurre un cambio en el modelo productivo actual, para que el proce­so sea más sostenible, eficiente y res­petuoso con el entorno, en poco más de 20 años no habrá sector agrario, ni producción de alimentos. Actualmente, existen alrede­dor de 125 empresas en la Unión Europea y apenas 25 inversionistas sudamericanos productores de alimentos ecológicos. El gran desafío para los pro­ductores orgánicos es cultivar una actitud bioecológica nutricional en la mente del consumidor. De igual forma, se debe alcanzar una alta competitividad ante otras empresas transnacionales, al tratar de garan­tizar el mayor grado de pureza en los productos, para que logren ser 100% ecológicos.  

 

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