Durante la última década, los videojuegos de horror han logrado salir de su nicho, y se han colocado en una posición privilegiada de popularidad, al lado de las películas. En lo videojuegos el horror no es un género como tal, sino una temática, y prueba de ello es Little Nightmares (Tarsier Studios, PlayStation 4 / Xbox One / Windows, 2017), un juego de plataformas con elementos de puzzle, que bien es uno de los títulos más perturbadores que veremos este año. La historia nos pone en el papel de Six, una niña de nueve años que despierta en una pesadilla: está atrapada en el fondo de una prisión submarina llamada The Maw, donde niños son cocinados para que posteriormente adultos con un hambre insaciable los devoren. Para escapar, Six debe evadir numerosos peligros y resolver varios puzzles que le permitirán progresar a través de The Maw. Aunque éste es un juego que permite movimiento en 3D, la cámara está fija en un ángulo lateral, convirtiéndolo en un clásico de plataformas 2D, en el que debes avanzar hacia la derecha. Su sistema es uno de los retos de diseño más interesantes, ya que los videojuegos de horror son predominantemente con movimiento tridimensional, explorando espacios desde una primera o tercera persona, con la intención de poner al jugador en medio de la acción. Por su lado, Little Nightmares se desmarca de esta tendencia y apuesta incluso por un mundo caricaturesco, que aun con todo logra crear un ambiente sórdido, deprimente y amenazante. El juego corre en el motor gráfico Unreal Engine 4, que es el estándar de la industria para crear ambientes fotorrealistas, logrando sacar provecho del excelente diseño de personajes y de las situaciones, que conforme avanza la historia se van volviendo más desagradables. Nunca podemos ver la cara de Six, pues todo el tiempo usa un impermeable amarillo. Ni ella ni los demás personajes tienen diálogos, así que la narrativa del juego se desarrolla mediante la acción. En este aspecto, el juego hace un muy buen trabajo, pues logra con facilidad explicar lo que está sucediendo, sin caer en ambigüedad o la necesidad de interpretaciones forzadas. Los desarrolladores independientes suecos Tarsier Studios liberaron Little Nightmares el 28 de abril, justo a tiempo para celebrar el Día del Niño. Esto es bastante conveniente, ya que el juego está fin-cado en los miedos infantiles, que no importando lo irracionales que puedan parecer a la mente adulta, tienen un efecto bastante profundo en los niños. Six se encuentra indefensa ante los horrores que la acechan, y lo único con lo que cuenta es un encendedor que le permitirá iluminar las áreas más oscuras, y su inteligencia para progresar. No hay sistema de combate como tal, al menos durante la mayor parte del recorrido. Para llegar de un área a otra será necesario arrastrar objetos, escalar plataformas, activar o desactivar switches y demás acciones clásicas en los puzzle de plataformas. En este apartado el juego no destaca, ni muestra un sistema original, ni presenta un gran reto. El sistema es bastante parecido a juegos como Inside o Limbo, pero con una temática explícita de horror. Durante la primera mitad del juego hay algunos momentos en los que el sentido común no es suficiente para resolver los acertijos que se presentan a través de objetos, pero una vez que se entiende la lógica de éstos y las expectativas de los diseñadores, la progresión será más directa. El reto del juego no está en la precisión que uno tenga en los controles, sino en la capacidad entender cómo escapar de cada área. En ciertas ocasiones Six sufre de hambre, lo cual deja al jugador a punto de paralizarse, pero después de comer algo, como una pieza de pan que el juego pondrá en nuestro camino, el juego sigue su curso. Ésta es una de las formas en que Little Nightmares nos cuenta su historia, sin preocuparse por dejar cabos sueltos, y le da al jugador una idea bastante clara de lo que está sucediendo a nuestro alrededor, al mismo tiempo que guarda giros interesantes en la historia. En definitiva, la mayor razón para jugar Little Nightmares es la atmósfera que logra crear, no sólo por su aterrador diseño de enemigos, que en su mayoría son monstruosos humanos deformes, sino por los fantásticos efectos de iluminación y el diseño de sonido. Además, el uso de la cámara es bastante interesante, ya que se posiciona de forma dinámica en los ángulos correctos, ayudando a crear una sensación adecuada para el gameplay, que permite ver acercamientos cuando es necesario; encima de esto, hay un desconcertante efecto de cámara en mano, que se suma al movimiento de todo el escenario, ya que estamos en un complejo submarino que se ve afectado por el oleaje. Little Nightmares es una propuesta bastante interesante, sobre todo en medio de una industria donde los juegos de horror parecen seguir una fórmula bastante rígida. Es alentador que un publisher como la trasnacional japonesa Bandai Namco Entertainment haya decidido distribuir un título de este tipo. En definitiva, un juego recomendable para los amantes de las plataformas y las historias de horror.   Contacto: Correo: [email protected] Twitter: @IrvingPeres Podcast: El Beastcast Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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