El Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden) fue extinguido por el gobierno federal debido a que en su aplicación se incurría en actos de corrupción donde los menos beneficiados eran los damnificados.
En su lugar, el presidente Andrés Manuel López Obrador recurrió a la Secretaría del Bienestar para levantar censos casa por casa, conocer a los afectados y entregarles apoyos de manera directa.
Sin embargo, desde el año pasado, cuando este mecanismo se puso en marcha, las denuncias por la falta de apoyos y censos mal realizados brotan en los estados afectados por desastres naturales.
“A los damnificados no nos llega la ayuda del gobierno federal ni estatal para reparar nuestras casas o comprar algunos muebles que se perdieron y ya vamos para el mes y no hay respuesta”, señala Omar Muñoz, residente de Xalostoc, en Ecatepec, quien perdió su automóvil y otros bienes en la inundación del pasado 6 de septiembre.
Omar utilizaba su automóvil para transportar paca a los mercados de la colonia y comercializarlos, pero a raíz de la inundación no ha podido trabajar para sostener a sus dos hijos.
“No estoy pidiendo que me den un coche nuevo, sino que me ayude el gobierno a sacar un crédito, el coche era mi medio de trabajo”, narró a Forbes México.
La Secretaría del Bienestar sostuvo que para atener la emergencia en el Estado de México, los recursos para ayudar a los damnificados se repartirían de manera rápida, directa y con honestidad.
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El pasado 13 de septiembre, el gobierno federal anunció el levantamiento del censo en Ecatepec para identificar las viviendas con afectaciones por las inundaciones.
-¿El gobierno ya anunció censos para otorgar apoyos, se han acercado a usted?, se le cuestionó.
-Nadie, ni el gobierno municipal ni estatal se han acercado, todos se están lavando las manos, reprochó Muñoz.
Sus demandas ya han escalado a tal grado de realizar bloqueos sobre la autopista México-Pachuca y Avenida Central para solicitar el apoyo de las autoridades.
“Son muy indolentes, vivimos al día”, expuso Leticia, quien estima que la pérdida de su papelería ronda los 70 mil pesos.
Pero esto no sólo se limita a Ecatepec, el panorama también es poco alentador en Veracruz, pues los damnificados del huracán “Grace” siguen manifestándose por la falta de apoyos y censos por parte del gobierno federal a un mes del impacto del fenómeno natural.
Desde el pasado 10 de septiembre, damnificados de los municipios Tejocutla, Papantla y Coyutla han acusado que no han sido censados para recibir ayuda gubernamental para reconstruir sus viviendas.
En Veracruz, Hidalgo y Puebla, la Secretaría del Bienestar se comprometió a entregar apoyos de entre 35 mil y 64 mil pesos, pero en dichos ayuntamientos la constante es que no se les incluyó en el registro.
“Los Servidores de la Nación no tenían formatos para nuestros datos, pero luego se les veía censando otras casas en Coyutla, entonces estaban simulando, actuando a discreción”, expuso Labor Jiménez a Forbes México vía telefónica, quien abundó que reparar el techo de su casa le costaría alrededor de 15 mil pesos.
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En Poza Rica la denuncia es la misma, la falta de inclusión en el censo ha motivado que la gente salga a las calles a manifestarse contra el gobierno de Cuitláhuac García.
“No nos alcanzan las cuatro laminas que nos han dado, ni para cubrir el baño”, expuso María Hernández.
De acuerdo con el gobierno federal, en Veracruz los fuertes vientos provocados por Grace dejaron más de 135 mil viviendas sin techo.
Los afectados también llegan a Tula, Hidalgo, donde el desbordamiento del Río Tula inundó la comunidad y alrededores dejando al menos 70 mil damnificados que perdieron sus casas y otros bienes.
Al igual que esta, la demora en el levantamiento de censos y entrega de apoyos a la población damnificada, ha sido la constante desde el año pasado en Tabasco y Chiapas.
En noviembre de 2020 el impacto de la depresión tropical Eta y la irrupción del frente frío no. 11 provocaron una inusual caída de lluvias en el sur de México.
Oficialmente, estos fenómenos naturales dejaron 17 municipios afectados en Tabasco de donde se desprenden 946 comunidades siniestradas con alrededor de 200 mil 400 familias viviendas vulneradas y 812 mil 308 personas damnificadas.
Sin embargo, 10 meses después, habitantes de Villahermosa siguen esperando que el gobierno federal les entregue electrodomésticos y otros apoyos que prometió.
En Chiapas, las afectaciones por las lluvias afectaron a 68 mil 83 personas de 951 comunidades y dejando destrozos en 26 mil 208 viviendas.
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