La pronunciada y sostenida caída en los precios del crudo y la falta de una luz al final del túnel ha puesto a estas cinco empresas petroleras al borde de la bancarrota. Por Christopher Helman Con el crudo West Texas Intermediate a menos de 42 dólares el barril, el edificio de la bonanza petrolera y del gas de Estados Unidos finalmente se está desmoronando. El número de empresas en quiebra o reestructuración ha aumentado, y las nubes no harán sino hacerse más oscuras en los próximos meses. La disminución de sus ingresos, la evaporación de sus ganancias y la reducción de los valores de las reservas de petróleo y gas pondrán a prueba la capacidad de las compañías petroleras para refinanciar sus préstamos, y ni hablar de pedir prestado dinero nuevo o vender acciones. La semana pasada, dos compañías mostraron que tener un nombre heroico no asegura nada. Hercules Offshore, un contratista perforador en el Golfo de México, anunció que había llegado a un acuerdo de quiebra ​​con los acreedores para convertir 1,200 millones de dólares (mdd) en deuda de capital y recaudar 450 mdd en nuevo capital. En tanto, Samson Resources dijo que está negociando una reestructuración a través de la cual sus inversionistas inyectarán 450 mdd más en la empresa a cambio de todo el capital de la compañía reorganizada. Samson es la mayor quiebra de la crisis del petróleo hasta el momento, y un enorme golpe para el gigante de capital privado KKR, que en 2011 logró una compra apalancada de la empresa por 7,200 mdd. El acuerdo consistió en alrededor de 3,000 mdd en acciones respaldado por más de 4,000 mdd en deuda. Parecía una buena idea en ese momento. Samson, con sede en Tulsa, Oklahoma, y fundada en la década de 1970 por Charles Schusterman, creció hasta convertirse en una de las mayores compañías petroleras de propiedad privada en Estados Unidos. Era propietaria de vastas franjas de superficie cultivada en Dakota del Norte, Texas y Louisiana, aparentemente listas para la reurbanización. El sofisticado equipo de KKR supuso que podía exprimir mucho valor de Samson, que desde la muerte de Schusterman en 2001 había sido dirigido por su hija Stacy. Charles estaría orgulloso de ella por firmar el acuerdo de su vida, por vender las joyas de la familia en lo que resultó ser el acuerdo más alto del mercado en cuanto a shale y superficie. No pasó mucho tiempo para que KKR y sus socios de capital se dieran cuenta de que habían pagado una cantidad excesiva. El mal se ha extendido. La japonesa Itochu Corp. puso 1,000 mdd para la compra apalancada por una participación del 25%. Hace dos meses vendió sus acciones de regreso a Samson por 1 dólar cada una. KKR y sus socios podrían al menos sentir consuelo de que su dinero irá a una buena causa. La familia Schusterman, dirigida por la matriarca Lynn, aportó 2,300 mdd de su golpe de suerte a la Fundación Charles y Lynn Schusterman, que se dedica a obras de caridad judías y proyectos educativos en Tulsa. KKR y sus socios están lejos de ser los únicos en haber padecido su inversión petrolera. Las empresas de energía en el S&P 500 han caído 27% en último año. La cartera de empresas de energía en el S&P  Total Market Index (que también incluye a las mineras de carbón en problemas) ha caído 46%. Los tenedores de deuda de las compañías de energía han sufrido también. El rendimiento promedio de 212,000 mdd en deuda en energía de alto rendimiento es de 11.8%, según informa Bloomberg. Fitch Ratings dijo en una nota la semana pasada que la tasa de impago de la deuda de energía ya está en 3% en el año y probablemente se vaya a acercar a 4%. La tasa de morosidad media del sector es de 1.9% por año. Según Fitch, después de que una empresa ha hecho un intercambio de capital por deuda hay un 66% de probabilidad de que en última instancia sea forzada a la reestructuración a través de la bancarrota. Entonces, ¿quién será el próximo en caer? La lista de las empresas en problemas que están cerca de la bancarrota está creciendo. Estas cinco empresas han perdido más de 90% de su valor de mercado desde 2014, se han sobrecargado de deuda y sería una suerte sobrevivir a la quiebra:
  1. SandRidge Energy
  2. Goodrich Petroleum
  3. Swift Energy
  4. Energy XXI
  5. Halcon Resources
  Una radiografía del quinteto SandRidge Energy. Los bonos a 7.5% por 825 mdd de SandRidge Energy pagaban sólo 5.3% en julio de 2014. El viernes pasado, el CEO de SandRidge, James Bennett, anunció que había llegado a un acuerdo con los prestamistas para refinanciar 525 mdd en deuda. SandRidge recomprará 250 mdd de valor nominal en bonos senior no garantizados por 94.5 mdd, y el intercambio de otros 275 mdd por bonos convertibles que vencen en 2022 y 2023. El movimiento recorta la deuda de la empresa, eliminando 19 mdd anuales en gastos de intereses. Pero también se parece mucho a tratar un ataque al corazón con un curita; SandRidge aún carga con más de 4,000 mdd en deuda. En el trimestre más reciente, los intereses y dividendos de acciones preferentes se comieron 80 mdd de sus ingresos de 230 mdd. Goodrich Petroleum. Es difícil ver cómo Goodrich Petroleum podría evitar la quiebra. De acuerdo con datos de FINRA, la última operación de su emisión de bonos a 8.875% por 275 mdd en 2012 estaba a 28.42 para un rendimiento de 58.66%. En la primera mitad la compañía tuvo ingresos de 50 mdd, mientras que sus gastos por intereses de sus 622 mdd en deuda a largo plazo fue de 27 mdd. Goodrich logró vender 100 mdd en pagarés en febrero, mientras que en marzo convenció a los inversionistas de bombear 50 mdd de dinero fresco en nuevas acciones ordinarias a 4.15 dólares por acción. La acción ha caído a 88 centavos. Costaba 29 dólares en junio de 2014. Desde el final del trimestre, Goodrich vendió su posición de Eagle Ford por 118 mdd. Eso deja a prácticamente la totalidad de su deuda respaldada por los campos de Haynesville y la no rentable Tuscaloosa Marina Shale. ¿Goodrich tiene otras líneas de vida? Eso es más que dudoso. Swift Energy. Es impresionante que Swift Energy haya sobrevivido tanto tiempo. Su deuda senior a 7.875% cotizaba a 104.5 dólares hace un año. Luego que el fondo de cobertura Baker Street Capital Management comenzara a quejarse de la mala asignación de capital y el fuerte endeudamiento comenzaron a mover la jaula exigiendo un cambio en la dirección. El CEO Bruce Vincent dejó la empresa a principios de este año y la empresa contrató a Lazard & Co. para que le asesorara sobre opciones de reestructuración. Hace un mes, Swift estaba tratando de encontrar compradores para una oferta de bonos por 640 mdd que le ayudaría a pagar los préstamos. Eso parece poco probable. Hoy, la deuda de Swift cambió de manos a 23 dólares, a un rendimiento de 45%. Las acciones de Swift cotizaban a 46 dólares en 2011, a mediados de 2014 habían caído a 13 y ayer cerraron a 58 centavos. La capitalización bursátil de Swift es de 27 mdd contra una deuda a largo plazo de 1,100 mdd. Energy XXI. El productor del Golfo de México Energy XXI sorprendió al mercado en mayo pasado, cuando logró encontrar compradores para nueva deuda por 650 mdd. Los rendimientos de ésta han aumentado hasta 46%, según datos de FINRA. EXXI está enterrada bajo 4,600 mdd en deuda, gran parte de ésta incurrida en la adquisición de su rival EPL en 2014. Según los informes, negocia con acreedores el canje de deuda que extendería los vencimientos. En una actualización de las operaciones de la semana pasada, EXXI dijo que gasta 52 dólares en efectivo por cada BOE (barril de petróleo o gas natural equivalente) que produce. A los precios actuales pierde al menos 10 dólares por BOE, de los que produce más de 55,000 por día. Los pagos de intereses y dividendos preferentes ascienden a 19 dólares por BOE. Eso se llama quemar efectivo. Las acciones cerraron hoy a 1.70 dólares; a principios de 2012 llegaron tan alto como 38 dólares. Halcon Resources. También en problemas tenemos a Halcon Resources, con un alza de 14% en rendimientos de su deuda senior no garantizada en mayo, a 27% en la actualidad, según datos de FINRA. Halcon hizo dos canjes de capital por deuda a principios de este año, y en abril vendió 700 mdd en nueva deuda. Los pagos de intereses sobre sus 3,700 mdd en deuda se han comido 40% de los ingresos en lo que va del año. Hace un par de semanas, S&P elevó su recomendación sobre el Halcon de “SD” (de default selectivo), a “B-”. ¿Sus razones? Es poco probable que Halcon incurra en más deuda por acciones. ¿Por qué? Eso se debe a que el precio de las acciones de Halcon ha caído tanto que no hay tenedores de bonos que pudieran estar interesados. Las notas senior no garantizadas de Halcon son calificadas CCC, lo cual significa que los tenedores estarían de suerte si pudieran recuperar 10% del valor nominal. El mayor perdedor en Halcon hasta ahora parece ser el multimillonario de Dallas W. Herbert Hunt. A finales de 2012, su Petro-Hunt vendió a Halcon sus activos en Bakkern por 700 mdd en efectivo, más 100 mdd en acciones, que entonces cotizaban a 7.45 dólares. Hunt ha visto el desplome de esas acciones, perdiendo cerca de 650 mdd. Sin embargo, pudo haber sido peor: pudo haber invertido en Samson.

 

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