Cuando una visualización se da a entender casi por sí sola es que logró reunir los elementos de una forma tan sencilla que cuenta bien su historia. La visualización de datos siempre me ha agradado ya que implica la limpieza de datos, el análisis de la base de datos y su representación de la forma más simple posible. Cuántos más datos tienes que explicar más importante es tener una buena capacidad de comunicación gráfica para resumir datos, clarificar conceptos y dar a entender el porqué de la existencia para dicha visualización. Uno de los lugares que más acceso a sensores que van guardando datos al observar nuestro planeta es el Centro Goddard de la NASA (@NASAGoddard), que se dedica a la robótica, ingeniería, astrofísica y estudios de la Tierra, entre otras cosa. Este lugar tiene acceso a imágenes satelitales, pero además puede decidir qué elementos de la tierra quiere seguir, y para ello cuenta con supercomputadoras de la NASA (@nasa_supercomp). Un ejemplo que me pareció espectacular es el video de la temporada de huracanes 2017 del Océano Atlántico Norte. Al seguir visualmente los aerosoles (partículas suspendidas en el aire) atmosféricos, como lo son la sal del mar, la arena del Sahara y el humo de incendios forestales, tenemos una mejor visualización de nuestra atmósfera. En este video podremos ver la forma en la que los huracanes dispersaron la arena, llevaron parte de las cenizas de los incendios forestales de California a Irlanda e Inglaterra, así como la salinización del golfo de México.
Los avances en la velocidad de la computación permiten a los científicos incluir más detalles de procesos físicos en sus simulaciones, como esta de cómo los aerosoles interactúan con los sistemas de tormentas. Al rastrear lo que se lleva en el viento por todo el mundo, como lo son estas pequeñas partículas de aerosol (humo, polvo y sal del mar) hace que los patrones meteorológicos sean visibles, así como otros procesos físicos normalmente invisibles.  En esta visualización se utilizan datos de los satélites de la NASA, combinados con modelos matemáticos en una simulación por una súper computadora que permite a los científicos estudiar los procesos físicos que ocurren en nuestra atmósfera. Por ejemplo, al seguir la sal del mar que se evapora del océano se puede ver las tormentas de la temporada de huracanes de 2017. Durante el mismo tiempo, podemos ver cómo es que los grandes incendios en el noroeste del Pacífico liberaron humo a la atmósfera. Los grandes patrones climáticos pueden transportar estas partículas a grandes distancias: a principios de septiembre, se puede ver una línea de humo por el norte y las grandes llanuras de Estados Unidos y atravesando el Atlántico hasta Inglaterra. También podemos observar al polvo del Sahara atrapado en los sistemas de tormentas y como es trasladado de África al continente Americano. A diferencia de la sal marina, sin embargo, la arena se elimina del centro de la tormenta. Las partículas de polvo se absorben por las gotas de las nubes y luego se lavan cuando llueve. Otro video interesante que pueden encontrar en el laboratorio de visualización del centro Goddard es este en el que casi puedes imaginar la forma en la que el Planeta Tierra respira:
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