Desde hace años existe un llamado que busca que las empresas se hagan responsables en sus operaciones de la protección de los derechos de niñas, niños y adolescentes. Esta exigencia se concretó con la creación del marco Derechos del Niño y Principios Empresariales, el cual es una guía para entender y tratar el impacto del mundo empresarial en el bienestar de las niñas, niños y adolescentes.
Con este compromiso se busca prevenir cualquier tipo de daño -ya sea de forma directa o indirecta- en sus operaciones hasta salvaguardar activamente sus derechos. Sin embargo, aún existe un tema que al sector privado le parece ajeno y del cual no ha terminado de entender todas las repercusiones en su operación y expectativa de crecimiento a futuro: el trabajo infantil.
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Un tema que se encuentra en todo el territorio nacional, ya sea en la industria del centro del país, en los campos agrícolas del norte o en las zonas turísticas del sur. Su presencia es evidente y sí, hay mucho que las empresas pueden hacer para prevenirlo.
Sabemos que la gran mayoría de las niñas, niños y adolescentes que trabajan lo hacen por necesidad y, a veces, incluso en las grandes industrias, pero el verdadero reto no está en los grandes centros laborales, sino en sus cadenas de suministro, en las pequeñas y medianas empresas que realizan una parte de los procesos y en las cuales no siempre se cuentan con los controles internos que prevengan el trabajo infantil.
En este sentido, es importante que se fomenten controles de verificación de edad y contra documentos falsificados, así como códigos de conducta que prohíban el trabajo de personas menores de 15 años y de adolescentes entre 15 y 17 en actividades prohibidas; además, se debe dar capacitaciones sobre trabajo infantil y, sobre todo, ofertar empleos dignos para las personas adultas y adolescentes.
Con estos pasos, las empresas continuarán en el camino de la responsabilidad social y del cumplimiento de la normatividad, pero ante todo asumirán el compromiso esencial de proteger y respetar los derechos de las niñas, niños y adolescentes.
Contacto:
Josefina Menéndez es directora general de Save the Children
Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.
