Por Andrea Orozco El 20 de febrero pasado, los funcionarios centroamericanos y Nielsen firmaron una declaración como antesala a la creación de un plan de acción para resolver la crisis humanitaria y de seguridad que provoca la migración. La ruta se plantea sobre cuatro áreas específicas de cooperación: Combatir la trata de personas y el contrabando humano, contrarrestar el crimen organizado y las pandillas, compartir información e inteligencia y reforzar la seguridad fronteriza. La declaración conjunta considera un compromiso de los países para lograr una Centroamérica estable y mejorar la seguridad y la protección de los países. Combatir la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes Los países buscan crear capacidades en la región para detectar, desalentar y desmantelar las organizaciones de trata y tráfico ilícito de personas. Para ello buscarán afectar sus finanzas, logística, plataformas de comunicación y actividades delictivas conexas. Entre las acciones a seguir se encuentran:
  • Ampliar las operaciones para identificar las redes de tráfico ilícito y de trata de personas en el Triángulo del Norte y en los Estados Unidos.
  • Incrementar la recolección de datos biométricos de personas que cruzan las fronteras en los países del Triángulo del Norte sin documentos válidos.
  • Desarrollar criterios para el intercambio de información estratégica sobre flujos migratorios de alto riesgo, como las caravanas, dentro de los marcos jurídicos de cada país.
  • Desarrollar un programa para analizar e identificar documentos de identidad fraudulentos que los migrantes utilizan para ingresar y transitar por El Salvador, Guatemala y Honduras.
  • Ampliar las campañas de mensajes a corto y largo plazo para rebatir directamente los mensajes que las organizaciones de trata y tráfico utilizan para reclutar migrantes.
Contrarrestar el crimen organizado y las pandillas Se espera desarrollar capacidades para aplicar la ley en los países que conforman el Triángulo Norte, para combatir a las organizaciones criminales transnacionales. Los puntos son:
  • Desarrollar y presentar una propuesta integral para armonizar la legislación de la región relacionada con la lucha contra las pandillas, el crimen organizado y la trata y el tráfico ilícito de personas.
  • Incrementar el intercambio de información relacionada con el crimen organizado transnacional y con las personas que participan o se benefician del tráfico ilícito de personas.
  • Aumentar el enfoque de la investigación en rutas aéreas y vías marítimas y terrestres utilizadas por las organizaciones criminales transnacionales y las pandillas.
Ampliar el intercambio de información y de asuntos de inteligencia Con esto se busca ampliar el uso de plataformas de comunicación compartidas, utilizando sistemas para rastrear a los delincuentes, así como sus redes y finanzas.  Además, se busca producir y focalizar información avanzada para evitar el tránsito por la región de quienes pudieran representar una amenaza. Considerar establecer y desarrollar un protocolo de actuación para el intercambio de información a través del Grupo Conjunto de Inteligencia Fronteriza (GCIF). Alinear plataformas tecnológicas para cumplir con el intercambio de información y las necesidades operativas. Mejorar la utilización del GCIF como modelo regional para el intercambio de información. Implementar el Sistema de Información Anticipada sobre Pasajeros (APIS) con conectividad a las bases de datos de los Estados Unidos, El Salvador, Guatemala y Honduras. Ampliar las operaciones del Programa de Seguridad Conjunta (JSP) en El Salvador, Guatemala y Honduras. Continuar con los acuerdos del Programa de Intercambio Electrónico de Datos de Carga entre El Salvador, Guatemala, Honduras y los Estados Unidos para mejorar el análisis de los datos relativos a la carga e identificar los envíos con alto riesgo de contrabando de narcóticos y otras amenazas. Fortalecer la seguridad fronteriza Se busca mejorar la capacidad de los servicios de las agencias regionales de seguridad terrestre y de aviación para patrullar y monitorear las fronteras, detectar y responder a las amenazas a lo largo de las fronteras y proteger los puertos, las regiones fronterizas entre puertos y los espacios marítimos en toda la región. Se espera:
  • Incrementar, en la medida de lo posible, el número de unidades policiales o de seguridad fronteriza en El Salvador, Guatemala y Honduras, así como su capacitación, supervisión e integración.
  • Mejorar la capacidad de las unidades de seguridad fronteriza.
  • Completar y actualizar las evaluaciones de riesgo fronterizo.
  • Desarrollar mecanismos para mejorar las comunicaciones transfronterizas.
* En alianza con Prensa Libre de Guatemala

 

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