Por si sola, la riqueza del océano representa la séptima economía a nivel mundial. El Fondo Mundial para la Naturaleza, califica el valor del océano en 24,000 millones de dólares, un capital que se erosiona rápidamente.     La importancia del océano para la economía mundial es más que evidente. Su valor económico haciende a 24,000 millones de dólares, según el informe Reviviendo la economía del océano del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) por sus siglas en ingles). El informe cuantifica el valor del océano a partir de lo que aportan industrias como la pesca, acuicultura, turismo, educación, comercio, transporte, captura de carbono y biotecnología. Al ponerlo en un contexto internacional, si el mar fuera un país sería la séptima economía más grande del mundo. Si se toma en cuenta la analogía del océano como un “fondo de riqueza compartida”, nuestro principal capital se está erosionando a un ritmo que socava el valor de los océanos para las generaciones futuras. Las conclusiones del informe señalan que si continúa al ritmo actual de calentamiento del océano, para el año 2050 los arrecifes de coral van a desaparecer completamente. El informe Reviviendo la economía del océano, también señala varias acciones para evitar ese daño:
  • Los gobiernos deben adoptar objetivos de desarrollo sostenible.
  • Los líderes deben abordar los graves problemas de calentamiento y acidificación.
  • Los países costeros deben ceder al menos 10% de las zonas costeras y marinas para que se gestionen de manera efectiva hasta 2020.
  • Protección del hábitat y gestión de la pesca deben de ir de la mano.
  • Las crisis globales requieren soluciones globales. Dado el carácter transfronterizo del océano, se necesitan mecanismos internacionales adecuados para la negociación y la colaboración para garantizar su gestión sostenible.
  • Las asociaciones público-privadas que toman en cuenta el bienestar de las comunidades, los ecosistemas y las empresas tienen el potencial para revolucionar la forma en que los sectores trabajan juntos de forma sostenible.
  • Las comunidades y los países deben desarrollar completa, transparente y públicamente la contabilidad de los beneficios, bienes y servicios que el océano les proporciona.
  • Existe la necesidad de contar con una plataforma internacional para apoyar y compartir el conocimiento del océano a través de la cual los problemas puedan entender y las soluciones y metodologías puedan ser evaluadas y aplicadas.

 

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