El comercio en línea se encuentra hoy en mejor forma para sumarse a las estrategias de venta que antes sólo incluían a los grandes minoristas.   Estamos cerrando 2015, y justamente en estos meses se incrementan la compras de los consumidores gracias a la llegada de las fiestas, los bonos anuales y, por supuesto, las iniciativas de ventas –ya sea el Buen Fin en México o el Black Friday en Estados Unidos. De forma paralela, el comercio electrónico ha puesto en marcha iniciativas propias en esta temporada, como Cybermonday o Singles Day. Pero más allá de estas estrategias de comercialización, el crecimiento del comercio electrónico está ligado a generar estrategias para atender los retos que tiene en cada localidad donde está presente. En los países latinoamericanos, incluido México, han desarrollado instrumentos para que los usuarios y potenciales compradores puedan adquirir bienes o contratar servicios de forma segura y práctica. Esto nos ha permitido que al llegar los grandes momentos de venta al finalizar el año, los negocios en línea sean una verdadera opción.
  1. La bancarización En México aún tenemos importantes retos de inclusión financiera. De acuerdo con datos del Banco Mundial, menos de 40% de las personas mayores de 15 años tiene una cuenta bancaria, mientras que sólo 9% de las transacciones en el país se realiza a través de pagos electrónicos. Esta situación, que de inicio representó una barrera para el comercio electrónico, ha facilitado la generación de innovadores instrumentos financieros que permiten –prácticamente a cualquier persona– comprar en línea, teniendo dos requisitos mínimos: que tenga acceso a internet y una tienda de conveniencia que acepte pagos. Esto ha representado una enorme oportunidad para pequeñas y medianas empresas, que ya pueden participar de las ventas de temporada sin necesidad de la infraestructura de un gran minorista.
  2. El financiamiento Los esquemas de financiamiento en México han evolucionado en los últimos tiempos. En unos años pasamos de un esquema de pagos único, con altos intereses, a nuevas formas de financiamiento, con bajos o nulos intereses. El hecho de adquirir productos y servicios por medio de financiamiento resulta atractivo para quienes cuenten con plásticos. De esta manera se es capaz de comprar múltiples productos y servicios sin que esto tenga un impacto directo a su economía. Sin embargo, este beneficio había quedado limitado a los grandes negocios que lograban acuerdos comerciales con los bancos para tener esquemas de financiamiento a meses sin intereses. Ahora, el potencial que ofrecen las plataformas en línea ha hecho que estas posibilidades estén también disponibles para las pymes que venden a través del comercio electrónico.
  3. La confianza Y quizás es éste el más importante de todos. Es bien sabido que una de las principales virtudes en todo tipo de relaciones es la confianza, pero lo intangible del comercio electrónico había sumado una duda adicional a las transacciones. Para hacer frente a este reto, el comercio electrónico desarrolló herramientas tecnológicas y logísticas para que comprador y vendedor tengan la certeza de que su transacción es protegida y segura. Hoy en día, las plataformas cuentan con sistemas de seguridad para proteger la información y datos, al mismo tiempo que ofrecen mecanismos en que sólo se liberan los pagos cuando el comprador ha recibido su producto.
Con estos retos atendidos, el comercio electrónico se encuentra hoy en mejor forma para sumarse a las estrategias de venta que inicialmente sólo incluían a los grandes minoristas.   Contacto: Twitter: @Ignaciocaride Twitter: @MercadoLibre / @ML_Mexico Página web: mercado libre Facebook: MercadoLibre   Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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