100 billones de dólares pierde Reino Unido cada año por innovación mal gestionada. PA Consulting Group encontró las cinco principales causas de que las compañías en el mundo no obtengan los resultados esperados a partir de sus procesos de innovación.   Por Ruth Mata Perder 100 billones de dólares al año es el equivalente al gasto mundial en fármacos contra el cáncer o al presupuesto que tiene Estados Unidos para el tema de educación, explica Luis Ramos, socio director de PA Consulting Group. Esta empresa publica por primera vez los resultados de su Reporte de Innovación 2015 a través de Forbes México, en el cual se destacan las cinco principales fallas en los procesos de innovación que llevan a las empresas a tener estas pérdidas millonarias:
  1. Miedo: Tres de cada cinco organizaciones dicen que la aversión al riesgo es la mayor barrera para la innovación. Casi la mitad de los encuestados prefieren no ser pioneros.
  2. Falta de enfoque: Casi la mitad de los que respondieron dicen utilizar el término “innovación” para describir cosas distintas, mientras que 42% dicen que “innovación” es algo de lo que hablan mucho más de lo que hacen. Esto sugiere, según el reporte, que en las organizaciones no existe un claro enfoque de las estrategias de innovación.
  3. Fallas en el motor: Las organizaciones se enfrentan a serios problemas para desarrollar y comercializar sus mejores ideas. Les resulta muy difícil llevar las buenas ideas al mercado y hacer que, así como funcionaron en menor escala, puedan funcionar a mayor escala. “Tú tienes una idea, pero no tienes suficiente tiempo para llevarla al mercado. Tú eres capaz de estructurar una idea, pero cuando hay que engrandecerla y lanzarla al mercado, la implementación es pobre. Entonces, hay una falla en el motor”, dice Luis Ramos.
  4. Fallas en la medición: Las organizaciones requieren de herramientas para conocer el retorno de inversión de los proyectos de innovación, pero las compañías deben ser cuidadosas de que el método no termine por desincentivar la creatividad. “Generalmente la rentabilidad se mide por el retorno de la inversión, el ROI. Sin embargo, medir la innovación por este método ahoga a la innovación porque estás buscando las mediciones que es imposible predeterminar desde el principio”, dice Ramos.
  5. Inversiones insuficientes: 30% de los encuestados dice que algunas de las causas por las que fallan las ideas son falta de presupuesto, gente y habilidades. “No nos olvidemos de que la innovación se convierte en valor, en generación de riqueza”, dice Ramos.
  ¿Por qué fallan las ideas brillantes? Ocho de cada 10 ejecutivos en México han visto fallar una gran idea por razones que se pudieron haber evitado. Una de estas razones es la falta de inversión. “El conservadurismo y la reticencia a la inversión es uno de los causantes de que la innovación no termine de rendir su fruto”, dice el especialista. Durante la investigación, la empresa identificó a un pequeño grupo de líderes en innovación en diferentes sectores. De este grupo, 71% de las compañías han tenido un incremento en sus ingresos durante el último año y un incremento de por lo menos 10% en EBITDA. Calcular el retorno de inversión de los procesos de innovación es una tarea difícil de cuantificar y éste es uno de los principales frenos. En el caso de México, el primer fallo de la innovación es el miedo a perder. Otro de los hallazgos dentro de las 55 empresas grandes encuestadas en México fue que 31 se destacaron por su capacidad innovadora, posicionándose en primer lugar del ranking por encima de países como Suecia, Estados Unidos y Noruega. Para Ramos, México está por entrar a una fase de innovación intensiva, y los factores que la detonarán son los cambios regulatorios, la situación macroeconómica y la apertura de los mercados, como en el caso del sector energético. “Esto necesariamente va a llevar a la innovación. Por ejemplo, en temas de exploración y extracción en aguas profundas, habrá innovación en la parte de la relación del sector energético con sus clientes para no perder mercado”, dice Ramos.   ¿De dónde viene la innovación? De acuerdo con la encuesta, la principal fuente de innovación (15%) son el mercado y los clientes. En este sentido, explica Ramos, el reto es que los directivos de las empresas sean conscientes de que es necesario anticiparse a la demanda y deben ser capaces de adaptarse. A este mismo nivel (15%) se encuentran los empleados y los mandos medios como fuente de innovación. Ni siquiera en este punto se encuentran los departamentos de investigación y desarrollo (I+D) (10%). Como fuente de innovación, le siguen los equipos destinados a este tema dentro de las empresas (14%), y socios, proveedores y afiliados (13%), entre otros.   Un líder innovador En el Reporte de Innovación 2015 se identifican seis principales características de los líderes innovadores:
  1. 73% de los líderes se esfuerzan para ser pioneros en innovación.
  2. 57% de los líderes sí se arriesgan en temas de innovación; el resto muestra aversión al riesgo.
  3. 89% de los líderes aprenden rápido de los errores.
  4. 71% de los líderes posicionan a la innovación como centro de la cultura corporativa.
  5. 91% de los líderes tienen la correcta mezcla de habilidades para hacer que la innovación suceda dentro de las organizaciones.
  6. 87% de los líderes emplean la tecnología digital para acelerar sus iniciativas en innovación.
  Recomendaciones para evitar fallas en los procesos de innovación:
  • Se debe ser visionario, agresivo y contundente cualquiera que sea el propósito para innovar. Para Ramos, este momento es como cuando un paracaidista se prepara con todo el entrenamiento y equipo para saltar, pero cuando está en el avión y ha llegado el momento de saltar, decide que no lo hará.
  • Mezclar talento: “Es necesario traer aire fresco al comité y al consejo de dirección; hay que mezclar perfiles, gente científica con gente de marketing, de recursos humanos… Esto genera mucha riqueza”, dice.
  • Los resultados de la innovación se deben medir por el valor y con las medidas financieras tradicionales. “Si tú mides la innovación, hay que buscar sistemas de medición distintos, por ejemplo, fijarse en el cliente. Si él está encantado, el retorno de la inversión llegará.”
  • La tecnología digital debe utilizarse en todos los sectores. Las organizaciones necesitan adoptar una manera disruptiva de pensar para hacer más efectivos los procesos de prueba y error.
  • Fallar rápido y seguro: “Hay que estar dispuestos a cometer errores y hay que hacerlo rápido y seguro, hacerlo lo antes posible… Nosotros lo que hacemos es trabajar en las partes de innovación que más riegos tienen de fallar, de manera que no hayamos gastado recursos o dinero del cliente en temas que finalmente van a estar colapsados por las grandes innovaciones”, afirma Luis Ramos.
  PA Consulting Group realizó la encuesta entre marzo y mayo de 2015. Se le aplicó a 750 hombres de negocios y ejecutivos de más de 15 países.    

 

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