Para la economía mexicana, 2016 no será un año muy distinto de 2015; sin embargo, hay 9 aspectos a los que resultará importante prestar atención para entender el contexto económico del país y su entorno internacional.   1. El crecimiento de la economía se mantendrá en su nivel de tendencia durante los últimos 25 años: estará por debajo de 3% y rondará, con certeza, valores próximos a 2.5%. Las razones de este bajo desempeño económico son los bajos niveles de inversión tanto pública como privada, un débil mercado interno y una orientación económica completamente al sector exportador. 2. Los bajos precios del petróleo se mantendrán en el mediano plazo, por lo que el gobierno federal enfrentará las mismas problemáticas que en 2015: una disminución en los ingresos cubierta principalmente con el IEPS en gasolinas y el incremento en recaudación fiscal. Tomando en consideración esto, el principal problema que quizás enfrente el gobierno federal es en el tema de la deuda. Tras una expansión importante los últimos 3 años se debe cuidar del comportamiento de los requerimientos financieros históricos del sector público. 3. En 2016 comenzará el proceso de liberalización para las gasolinas, con lo cual entrará en vigor la nueva banda de flotación para el precio de la gasolina y el diesel. Este proceso de flotación controlada deberá abrir paso a la incursión del sector privado en la venta de gasolina. Dicho proceso habría de completarse en 2017, por lo que suceda en el mercado en 2016 será un buen indicador de si esta medida será exitosa o no. 4. Continuando en el sector energético, 2016 también debería ser el año en que por fin se den a conocer las características del mercado eléctrico spot. El diseño de este mercado es clave si se pretende que la apertura del sector logre los objetivos de mejorar el acceso a energía y, a su vez, disminuir los costos. De forma adicional, el funcionamiento de este mercado es relevante por sus implicaciones en el desarrollo de las energías limpias, particularmente tras la reciente aprobación de la Ley de Transición Energética. El sector eléctrico es, quizás, el que más impacto positivo puede tener tras la reforma energética, y si se continúa sin conocer el diseño que tendrá el mercado, difícilmente logrará producir los beneficios prometidos en dicha reforma. 5. En el terreno internacional, la contracción monetaria iniciada por la Reserva Federal de Estados Unidos continuará dando de que hablar, pues determinará la mayor parte de la política económica de casi todos los bancos centrales en el mundo. El Banco de México no es una excepción. En 2016 será importante poner atención a las decisiones que tome Banxico sobre las tasas de interés en México. Durante 2015, Banxico aprovechó el contexto de inflación históricamente baja para mantener tasas bajas y de esa forma dar un poco de dinamismo a la economía. Dado que Banxico no tiene un mandato de crecimiento –sólo de inflación– será interesante observar cómo decide actuar. Una subida rápida de tasas en una economía desacelerada como la de México podría resultar en aún menor crecimiento. Por otro lado, tras meses y meses de depreciación en el peso, 2016 podría sentir el efecto de la depreciación en un traspaso a precios; por lo tanto, lo que decida hacer Banxico tendrá un impacto considerable en toda la economía. 6. Los países de la cuenca del Pacífico signatarios del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP) podrán ratificar el tratado comercial en 2016, y su impacto no será trivial en el comercio internacional. Si se ratifica el TPP, no es claro el impacto positivo que pueda tener sobre la economía mexicana. Si bien se supone que el tratado traerá como beneficio una mayor relevancia de las manufacturas mexicanas con sus socios comerciales, particularmente Estados Unidos, y podría transformar a México en un enclave de producción y logística más importante, también puede tener algunos costos, particularmente en lo relativo a neutralidad de la red y regulación del internet. Si bien México difícilmente podría negarse a un tratado así, que en términos prácticos remplazará al TLC con América del Norte, es importante recordar que incluso si lograra transformar a México en una potencia exportadora mayor, no necesariamente esto implicaría mayor crecimiento económico o que éste fuera inclusivo. 7. El 2014 y 2015 fueron años marcados por el tema de la desigualdad, 2016 seguirá en la misma tónica. En México y en el resto del mundo son alarmantes los crecientes niveles de desigualdad económica y sus ramificaciones en otras desigualdades como la política. Las desigualdades tienden a reforzarse entre sí, en un círculo vicioso. Conforme se vuelvan más notorios sus efectos negativos, el tema continuará creciendo en importancia. En este sentido es predecible que demandas sociales como un incremento sustancial al salario mínimo se intensifiquen. México es uno de los países más desiguales en el mundo y hace muy poco para corregirlo. 8. Uno de los sucesos que más llamó la atención en 2015 fue la fuerte depreciación del peso contra el dólar de Estados Unidos. Si bien ello fue un suceso común con la mayor parte de las monedas del mundo, el caso mexicano fue más fuerte de lo normal. La combinación de una caída en el valor de nuestra principal exportación (petróleo), más las expectativas del aumento de tasas en Estados Unidos explica la magnitud de la pérdida de valor del peso. En 2016, si bien estos factores estarán presentes de forma mitigada, no es esperable que el peso retorne a sus niveles anteriores, en los 13 pesos. Es probable que el peso recupere algo de fuerza, pero que se mantenga dentro de los 16 pesos por dólar. Durante los últimos años el peso se ha encontrado algo sobrevaluado; muchos indican que en un valor alrededor de los 16 pesos se encuentra cercano a su valor real. 9. Finalmente, 2016 es el primer año del llamado “presupuesto base cero”. La crítica al mismo se ha centrado en que continúa de manera inercial y sin cambios significativos en programas presupuestales. En el transcurso del año deberían notarse los cambios en forma de mayor eficiencia y eficacia en el gasto; si no es así, se confirmarán las críticas al mismo. El 2016 no va ser muy distinto de 2015. Los problemas fundamentales de la economía mexicana persisten.
A todos los lectores de este espacio, les deseo un feliz 2016.
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