Si en México los negocios asocia­dos a la mari­huana siguieran la misma ruta que en Estados Unidos, en un año o año y medio después de su legalización se vería la apari­ción de aplicaciones y portales B2B, productos especializados de­rivados de la hierba, laboratorios y dispensarios para usuarios de diversos niveles socioeconómicos, entre muchos otros. Algunas de esas empresas vendrían de Estados Unidos, pues sólo están a la espera de que los legisladores mexicanos se decidan a abrir este mercado, valorado en 1,700 millones de dólares (mdd), cifra que engloba el consumo medicinal y recreativo, según cálculos del fondo de inversión Privateer Holdings. Si en México se dijera sí a la legalización de la marihuana, los especialistas estiman que se pro­duciría una reacción en cadena similar a la que todavía experi­mentan lugares como Colorado y Washington, donde desde 2014 ya es legal la comercialización de la planta con fines recreativos. Una de las empresas que podría venir es MassRoots, una plataforma tecnológica que permite a los usuarios encontrar amigos fumadores, expresarse, y seguir a los mejores creadores de contenido. El ingreso de compañías esta­dounidenses al país “depende de cómo México ponga en marcha su mercado”, indica Taylor West, director adjunto de la Asociación Nacional de la Industria de la Cannabis (NCIA, por sus siglas en inglés). Desde su punto de vista es difícil que las empresas del país vecino exporten a México, por lo que la oportunidad sería para las prestadoras de servicios auxi­liares, las cuales podrían ofertar su expertise a los productores, vendedores o dispensarios. “Hemos visto un florecimiento espectacular de una industria de la cannabis (en Estados Unidos), así que yo creo que esto apenas es el inicio”, afirma Juan Carlos Hidalgo, analista de Política para América Latina del Cato Institute. Dependiendo de la magnitud de la apertura legal, puede surgir toda una nueva gama de negocios, como dispensarios, clubes can­nábicos, SPAS, centros terapéu­ticos, tiendas de regalos, hoteles, restaurantes, festivales, expos y publicaciones relacionadas con la marihuana. Se estima que en California, el primer estado que permitió el uso de la mariguana medici­nal a mediados de la década de 1990, habrá entre 11,000 y 20,000 negocios con licencia entre 2018 y 2020, según la plataforma para el comercio Tradiv. También puedes leer: Marihuana: estrategia legal de unos, por el bien de todos La tecnología tiene un papel central. “Las aplicaciones (apps) han permitido una socialización del conocimiento y también un empoderamiento de los usuarios, porque (debido a que intercam­bian información) pueden exigir calidad, pueden saber los efectos, tanto dañinos como benéficos, para su salud”, e incluso comprar, argumenta Héctor Joel Anaya Se­gura, director de la organización civil Estudiantes por una Política Sensata de Drogas, capítulo Méxi­co (EPSD). La apertura también sería una oportunidad para toda una gama de proveedores de insumos y de servicios de estas empresas, como equipos, software, marketing, construcción, pruebas científicas, envases, diseño de producto, con­sultoría de negocios, contabili­dad, asesoría jurídica y seguridad, entre otros. Y luego está el turismo, tanto recreativo como médico. “Hemos visto que en Colorado el turismo cannábico es una enorme oportu­nidad de mercado; con todos los centros turísticos de clase mun­dial de México, estoy seguro de que va a ser un mercado caliente”, pronostica Isaac Dietrich, ceo de la red social MassRoots. En México, el negocio de la cannabis legal está en suspenso, tras la iniciativa de despenaliza­ción enviada por el presidente Enrique Peña Nieto al Senado de la República, la cual preten­de autorizar el uso medicinal y descriminalizar el consumo. Sin embargo, la llamada Cámara Alta decidió aplazar la decisión, por lo que la retomará hasta septiembre. “Yo creo que al día siguiente que salga el decreto tendremos empresas (extranjeras, como las farmacéuticas) con el diente puesto aquí, creo que México de­bería crear una industria propia”, recomienda Leopoldo Rivera, presidente de la Asociación Mexi­cana de Estudios sobre Cannabis (Ameca). En este sentido, en el mercado estadounidense están surgiendo “jugadores” sofisticados, con mucho más capital y oportunida­des de negocio muy específicas, plantea Troy Dayton, CEO de The Arcview Group.   Enraizado en App Store Isaac Dietrich trabajaba en las cam­pañas políticas de Virginia cuando se enteró que Colorado y Washington habían votado para regular la venta de cannabis. Su olfato le dijo que esto comenzaría a expandirse al resto del país, por lo que junto con tres socios, a quienes conoció en la secundaria, decidió crear MassRoots. La empresa es una plataforma tecnológica que permite a los usua­rios encontrar amigos fumadores, expresarse y seguir a los mejores creadores de contenido. En un fu­turo conectará a los consumidores con los productos. Al igual que en Twitter y Face­book, los anunciantes de esta red social pagan por impresión. Al prin­cipio sus clientes fueron dispen­sarios y marcas, pero pronto otras firmas no endémicas cruzaron la llamada ‘línea verde’, como ocurrió con Uber y Fusion, una división de Univision. En sus inicios, MassRoots se enfocó en captar a los consumi­dores más asiduos, quienes gastan montos mayores en dispensarios y productos auxiliares, pero ahora sus directivos quieren atender a las decenas de millones de personas que consumen la cannabis una vez al mes o al año. En agosto de 2015 la plataforma superó la barrera de los 500,000 usuarios; justo en ese momento se decidió comenzar la monetización del negocio. En los cuatro meses posteriores registró ingresos por 200,000 dólares. En el primer cua­trimestre de este año los contratos de publicidad fueron superiores a 320,000 dólares y si las cosas conti­núan de esta manera podría cerrar 2016 con un flujo de caja positivo. Pero no todo ha sido tan fácil. En mayo de este año MassRoots acaba de perder una batalla contra el índice Nasdaq, que rechazó su solicitud de negociar acciones en la Bolsa de Valores de Nueva York, debido a que la marihuana todavía es ilegal para las leyes federales de Estados Unidos. Pero también ha ganado otras contiendas. En noviembre de 2004, App Store le cerró la puerta, pero pudo volver porque los usuarios enviaron miles de correos electró­nicos solicitando su reingreso. “Nos enfrentamos a desafíos en la industria del cannabis a los que no se enfrenta ningún otro sector, como cuestiones bancarias o la poca claridad de las regulaciones”, afirma Dietrich, ceo de MassRoots.  grafico_marihuana México
  • ¿Quiere venir? La firma está muy interesada en el mercado mexicano. Diseñará una estrategia en cuanto haya claridad jurídica.
  • Oportunidades: El país tiene poten­cial para el turismo de cannabis.
  • Problemas a vencer: La barrera del idioma, pues la tecnología se resuelve con facilidad.
  El rigor de la certificación En un mercado creciente, la calidad es uno de los máximos diferen­ciadores y argumentos de venta; la marihuana no es la excepción. Justo por eso surgió Steep Hill, una red de laboratorios que mediante pruebas y análisis certifica que el producto no esté contaminado. El objetivo es proporcionar información a los agricultores, productores y fabricantes sobre la cantidad de cannabidiol (CDB, de efecto sedativo) y de tetrahy­drocannabinol (THC, de efecto psicotrópico) que tiene el producto que pretenden comercializar, pero también tiene la capacidad de de­tectar la presencia de químicos po­tencialmente nocivos (plaguicidas y metales pesados) o contaminantes biológicos (bacterias, mohos, hon­gos y micotoxinas). También puedes leer: Mi dealer es el Espíritu Santo En otro mercado, Steep Hill también participa en investiga­ción y pruebas genéticas para la identificación de las secuencias de ADN que están relacionadas con las diferentes variedades de canna­bis y sus perfiles químicos, lo que permite usar métodos avanzados de mejoramiento genético que produ­cen cepas superiores de cannabis medicinal en un periodo mucho más corto. La firma, con sede en Oakland, California, fue fundada en 2008. Su modelo de negocios incluye laboratorios propios y licenciamien­tos de su tecnología para que otras empresas puedan ofertar el servicio. Actualmente, mediante estos dos es­quemas tiene presencia en Colorado, el estado de Washington y Nuevo México, y en un futuro prevé llegar a Maryland y Portland. Sin dar cifras, la empresa asegura que creció sus ventas en los últimos tres años, y pretende crecer de forma exponencial en los próximos cinco. No obstante, su expansión se ha visto impedida por la falta de re­gulación y a que no existe la cultura de evaluar la calidad de la cannabis. De hecho, calcula que hoy sólo apro­ximadamente 5% del mercado legal de California es sometido a pruebas, pero el panorama podría cambiar, pues la calidad será regulada en 2018, lo que implicaría un creci­miento de 95% .   México
  • ¿Quiere venir? Siempre está interesa­da en nuevos mercados, pero necesita más información del negocio en Méxi­co para tomar una decisión.
  • Oportunidades: Si tuviera que entrar en el mercado de México sería como un emisor de licencia, con un socio local muy fuerte y capaz como licenciatario.
  Entrada desde el sector inmobiliario El objetivo de Diego Pellicer es ambicioso. Esta empresa tiene la intención de convertirse en la marca de lujo líder del mercado de cannabis mundial. El modelo de negocios de la compañía consiste en operar como una empresa inmobiliaria que adquiere y desarrolla propiedades para el arrendamiento financiero, enfocada en los operadores con li­cencia que participan en el negocio de la cannabis, como son producto­res, minoristas y dispensarios, con quienes previamente se encarga de firmar acuerdos de adquisición que podría hacer válidos cuando las leyes lo permitan. La empresa, que ha recaudado aproximadamente 10,000 mdd pro­venientes de recursos propios, de amigos y familiares, se caracteriza por tener sitios en buenos barrios, lugares visibles, edificios con bella arquitectura y amplio estaciona­miento y legalmente compatibles con el mercado de la cannabis (una adecuada distancia de escuelas, iglesias y parques). Actualmente Diego Pellicer cuenta con siete ubicaciones en tres estados, que incluyen instala­ciones para el crecimiento de las plantas y dispensarios. La venta al menudeo se lleva a cabo en línea, pero está por abrir una tienda física en Seattle, Washington, una de las ubicaciones de mayor volumen de tráfico; luego inaugurará otra en Denver. Como parte de sus planes a corto plazo, la firma planea abrir una tienda cada trimestre a partir del cuarto trimestre de 2016. A medida que este producto se vuelve más convencional, los consumidores esperan una mayor calidad y consistencia con una mayor variedad y selección”, señala Douglas C. Anderson, fundador de Diego Pellicer. Para lograrlo, la firma trajo ex­pertos del Departamento de Agri­cultura de Estados Unidos (USDA) para el control de calidad, en cán­cer, en comercio para minoristas, en diseño, embalaje y en finanzas.   México
  • ¿Quiere venir? Sí. Su interés es tan grande que participó en el foro del Centro Fox, organizado en 2013 en San Francisco del Rincón, Guanajuato.
  • Oportunidades: Que la despenali­zación abarque un amplio espectro, desde el cultivo hasta el mercado minorista, etc.
  • Problemas a vencer: El cumpli­miento con las leyes y la búsqueda de socios locales altamente compe­tentes que compartan su estrategia y su filosofía.
  Una logística para el mercado B2B Aeron Sullivan, fundador de Tradiv, detectó la necesidad de mejorar la cadena de suministro y la distribu­ción de la cannabis, por lo que deci­dió lanzar una plataforma tecnoló­gica para el comercio B2B (negocios para negocios) que soportara gestión de pedidos y ventas, logística, sis­temas CRM (administración de las relaciones con clientes) y calidad y pruebas seguras. El negocio opera en una plata­forma similar a Uber o Etsy (e-com­merce) y fue creado para conectar a cultivadores, fabricantes de produc­tos de infusión y dispensarios. También puedes leer: Marihuana medicinal, un mercado de 2,000 mdd en México A grandes rasgos, funciona como una tienda en línea 24 x 24, sólo que por ahora únicamente acepta empresas con licencia en Colorado, pero pronto espera servir a nego­cios con sede en Oregon, Nevada, Washington, Arizona y municipios regulados en California. También espera llegar a la costa oeste antes de que finalice este año. Tanto los usuarios como los ingresos M-O-M (promedio por hora) han aumentado 20% y quiere emitir una oferta pública inicial de 1,000 mdd entre 2020 y 2022. ¿Y cómo llevan a cabo la difu­sión? “Sobre todo utilizamos el marketing de eventos y la publici­dad de boca en boca a través de los clientes que tenemos actualmente”, explica Aeron Sullivan, fundador de la empresa.   México
  • ¿Quiere venir? La compañía estará buscando las oportunidades de im­portación / exportación, sobre todo en la parte frontal de la investigación médica.
  • Oportunidades: La producción de cannabis.
  • Problemas a vencer: La regulación federal y la implementación de un sistema controlado de cannabis de importación / exportación en México podrían dificultar las cosas.
  Para el bienestar El Humboldt Patient Resource Center (HPRC) surgió en 1999 en Arcata, California, con la finalidad de proveer cannabis medicinal limpia a su comunidad local en un entorno seguro. En la actualidad tiene productos médicos de canna­bis, consultas médicas de cannabis, y servicios de bienestar como salud y literatura para la nutrición. Entre su oferta hay flores de cannabis y clones de cannabis (rama madura que puede ser replantada y culti­vado para reproducir capullos). Además ha registrado un gran interés en cannabidiol y tinturas de tetrahydrocannabinol. HPRC cultiva su propio jardín de cannabis, pero también puede adquirir la planta de otras compa­ñías. Incluso, está previsto que en un futuro pueda utilizar la materia prima para fabricar nuevos pro­ductos como comestibles, tópicos o concentrados. “El diseño interior es muy im­portante para dar una experiencia de calidad al paciente”, asegura Bryan Willkomm, gerente general del HPRC. Por eso, se busca que los espacios permitan que la gente interactúe. Sin embargo, las cosas no han sido tan fáciles como parecen, debido a que los negocios como éste tienen que competir contra un “fuerte” mercado negro, pues deben mantener precios similares a los de la ilegalidad, sólo que pagando impuestos y asumiendo gastos de laboratorio, prestaciones para los empleados, y los costos de los permisos.   México
  • ¿Quiere venir? Aún no, porque todavía no son capaces de suminis­trar medicamentos suficientes para abastecer su propio mercado.
  • Oportunidades: Turismo en México, y el acceso seguro al cannabis en las zonas turísticas.
 

 

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