El porcentaje de emprendimientos exitosos ha disminuido en los últimos años debido a la influencia negativa de ciertos enemigos del emprendedor. ¿Cuáles son? Conócelos.       La organización Monitor Mundial de Emprendimiento (GEM, por sus siglas en inglés), en su informe global del 2012, destaca el auge del emprendimiento a nivel mundial, con casi 400 millones de emprendedores en 54 países. Sin embargo, reporta que el porcentaje de emprendimientos exitosos disminuyó en este año a una media del 3%, cuando en años anteriores habría estado por encima del 4%. Nos parece que la disminución de la tasa de se debe en parte a la influencia de ciertos “enemigos” de los emprendedores.  A continuación hacemos una breve descripción de algunos de ellos.   I. Los mitos y el entorno El entorno ha desarrollado diversos mitos con respecto a lo que implica ser emprendedor; el emprendimiento se percibe como la alternativa para quienes no tienen disciplina y no quieren seguir un horario con una carga de trabajo prestablecida. Aquellos que aspiran al famoso “ser tu propio jefe”. Generalmente se les califica como personas sin éxito en el trabajo formal. Esta visión provoca en el entorno cierta desconfianza hacia los emprendedores y a sus esfuerzos creativos y, a su vez, cierta informalidad de los que aspiran a convertirse en emprendedores. En realidad, ser emprendedor es algo más complicado y requiere de mucho trabajo: hay que saber tomar riesgos, estar actualizado y conocer a fondo el campo de desarrollo. Por otra parte, el emprendedor no es un solitario ni trabaja en forma independiente;  siempre habrá alguien que sea el jefe, aunque cambie su nombre: supervisor, director, cliente, inversionista, socio mayoritario, mercado, etc.   II.  Aprender siempre y compartir lo aprendido Otro de los principales enemigos del emprendedor está en su actitud. Es frecuente  pensar que, dada su disciplina para informarse y estar al día, conoce de todos los temas. Oponer resistencia para aprender de los demás nos margina y limita. Otros miembros de la comunidad de emprendedores pueden ayudarnos a entender o profundizar en algún tema, lo que a su vez se convertiría en una sinergia ideal si además estamos también dispuestos a apoyar con nuestras experiencias.   III. Desarrollar un aprendizaje creativo Leer libros y artículos especializados pensando que seguir a la letra las metodologías o los procesos ahí descritos garantiza el éxito del emprendimiento es otro de nuestros enemigos. Existen publicaciones y autores que han aportado una serie de principios fundamentales para el emprendimiento moderno, su aprendizaje es invaluable, pero de ninguna manera son instrucciones ni recetas. Son, en todo caso, principios generales para “administrar” el desarrollo, adaptándolos en forma creativa al tipo de emprendimiento y al ecosistema en el que se opera.   IV. Las experiencias ajenas ilustran, pero son irrepetibles En  México y en el mundo, el hecho de poder interactuar con gente de amplia  experiencia y de éxito crea valor para todos; el conocer de primera mano otros emprendimientos exitosos, sus momentos claves, pasados y presentes educa e inspira a los emprendedores. El enemigo en este caso es querer tomar como propias y susceptibles de reproducir estas experiencias; asumir consejos como recetas infalibles, o tomar las valuaciones, rondas de inversión, términos o condiciones comerciales de otros casos exitosos como referencia en nuestro emprendimiento, puede llevarnos a un rotundo fracaso.   V. El ecosistema ayuda, pero no es el responsable En mi artículo anterior hablamos de Silicon Valley y de cómo el ecosistema puede influir en el éxito de los emprendimientos en su creación, escalamiento y difusión. Sin embargo, el ecosistema madura con los éxitos individuales y se consolida cuando estos éxitos individuales se convierten en una comunidad. Mientras exista la idea de que falta crear un gran ecosistema, recibir apoyos de gobierno, dinero de fondos de capital de riesgo, etc., para poder dar el siguiente paso, el emprendimiento no se llevará a cabo nunca. Una frase recurrente por los grandes inversionistas de todo el mundo es que “un buen emprendimiento siempre encuentra el camino al dinero”. El enemigo es sin duda culpar al ecosistema de la falta de éxito.   VI. El ego Tal vez el peor de los enemigos es el ego. Todos quieren su emprendimiento individual, todos quieren ser el fundador de la Startup, su nombre en la puerta y salir en medios, fotos y eventos. El emprendimiento debe enfocarse en conseguir una idea con potencial de convertirse en negocio y, a partir de esa idea, conseguir los elementos de ejecución. Esos elementos serán los que faciliten o compliquen el éxito, por lo que, visto desde la perspectiva de talento y eficiencia, deberíamos buscar al mejor programador o al mejor vendedor posible, y no asumir que somos nosotros siempre la persona ideal. El sumar crea valor, a diferencia del secretismo y el individualismo que limitan los elementos de ejecución y disminuyen las posibilidades de éxito. Como señala Sun Tzu , “el supremo arte de la guerra es someter al enemigo sin luchar”, y no hay mejor forma de someter al enemigo o a los enemigos que conociéndolos e identificándolos. Es fundamental aprovechar las características de los nuevos emprendimientos, como la agilidad para adaptarse, la facilidad para ajustar el rumbo y la rapidez para implementar acciones.     Contacto: Facebook: https://www.facebook.com/lascurain Twitter: https://twitter.com/p_lascurain Email: [email protected] Pagina Personal: about.me/lascurain Linkedin: linkedin.com/in/plascurain/ Empresa: www.startupgrind.com   Capítulos: http://startupgrind.com/monterrey/ http://startupgrind.com/mexico-city/       *Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de Forbes México.

 

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