cintillo-seleccion-forbes *Este texto fue publicado originalmente el 19 de agosto de 2016.   A Mariana Blanco sus amigos la llamaron perdedora por ir a todos lados en bicicleta y no comer carne ni productos derivados de animales. Este insulto y la frustración ante la falta de opciones de negocios auténticamente veganos en México fue la base para crear Los Loosers, el primer servicio a domicilio que transporta este tipo de alimentos en “la única y verdadera amistad” del escritor Henry Miller: la bicicleta. “Cuando terminaba la noche e íbamos a cenar, para ellos era problema que no comiera carne, pero si eres vegano puedes comer lo que sea: tortilla, salsa, nopales etcétera”, revela la fundadora en entrevista con Forbes México. Facebook presenta a este negocio como un caso de éxito en sus eventos sobre emprendimiento en México, pues sin invertir un peso en publicidad, su página le gusta a más de 38,600 personas. Pero hace cinco años, Blanco no era la típica emprendedora con un modelo de negocios estructurado, capital semilla ni contacto con aceleradoras, sino una periodista de cultura. Lee también: 5 razones para apoyar a los emprendedores irrazonables “Cuando eres más joven, te enamoras y crees que el periodismo es el propósito en tu vida, pero al ser ciclista y vegana, vas en sentido contrario a todos.” Entonces renunció a su trabajo en la revista Canvas sobre cultura callejera. No tenía ahorros. Lo primero que hizo fue abrir las redes sociales del proyecto y, junto con su amigo y cofundador, Jesús Pallares, compraron un horno rústico para pizzas de dos niveles con 5,000 pesos. Comenzaron con dos pedidos por día. Mariana pensaba que, por cuestiones de seguridad, nadie daría su nombre, horario, dirección ni teléfono. Pero hubo buena respuesta. “Todo fue de boca en boca.” Hoy su ticket promedio oscila 230 pesos y recibe 110 órdenes al día de lunes a viernes. Instagram fue otro ‘pedaleo’ que los ha impulsado, y gracias a una chef de Brooklyn, hoy tienen más de 16,000 seguidores en esa red social. Facebook es su principal fuente de ingresos, pues 85% de sus ventas provienen de la red social, que actualmente atiende un chatbot (un robot programático) diseñado por la empresa Yalo. “Toma la orden y es una maravilla. Crea una hoja de Excel con direcciones, teléfonos, ubicación, y para los repartidores ciclistas es muy útil.” El menú cambia casi todos los días y alcanza para no repetirse durante tres meses, pues cuentan con 100 sándwiches diferentes, pero también incluyen chilaquiles y pastas, además de los postres.   Apuesta estrictamente verde Mariana ha cocinado desde los 10 años y es vegana desde hace 13. En Los Loosers, cuyas dos letras “o” simbolizan las ruedas de los vehículos, ella comenzó horneando pan y haciendo postres. Un mes después incorporó comida con raíces oaxaqueñas que aprendió de su familia. A diferencia de otros emprendedores, el éxito de su negocio lo atribuye a la suerte y sincronización (timing), pues aunque había restaurantes con oferta vegana, el dinero “seguía apoyando compañías que lucraban con animales”. Lee también: La empresa que vende 500 mdp en comida por internet Este rechazo de alimentos y artículos de consumo de origen animal se considera una forma extrema de vegetarianismo, y aunque el término se acuñó durante la primera mitad del siglo XX, puede rastrearse hasta la India antigua y las primeras sociedades mediterráneas, con el filósofo griego Pitágoras como el primero en mencionar el concepto en el año 500 antes de Cristo, según la publicación Time. Más de 20 siglos después, en noviembre de 1944, el leñador británico Donald Watson creó el concepto vegano, pues los vegetarianos aún consumían productos derivados de los animales como leche y huevos, y para impulsar su doctrina aprovechó que 40% las vacas en Gran Bretaña albergaban la tuberculosis. Hoy se ha vuelto un estilo de vida por todo el mundo que han adoptado incluso músicos como Moby y Morrissey. La dureza de lineamientos llega al menú de Los Loosers, pues deja fuera uno de los ingredientes que suele constituir la dieta de los veganos: la soya. La fundadora asegura que 80% es transgénica (genéticamente modificada) y significa “muchísima deforestación”. Además, advierte, la soya es probada en animales. “No tiene sentido que vayas a un lugar vegetariano o con opción vegana si usan la soya con la finalidad de simular una textura de la carne. Cuando eres vegana y ciclista es por convicción. No hay manera de que te subas a un taxi.” México cuenta con una gama tan amplia de vegetales, leguminosas, cereales y semillas que evita que la gente extrañe los “tacos de carnitas”, según la emprendedora. Y su compromiso empieza desde los insumos. Los vegetales vienen de Metepec, Estado de Méxco, y de Xochimilco. Ella visita a los productores personalmente para conocer las condiciones de sus productos, pues busca frescura y la mejor textura.   Restaurante, el futuro de la empresa Después de haber vaciado y usar por años su departamento como cocina, Mariana abrió su primer restaurante de comida vegana en la calle de Sinaola, dentro de la colonia Roma. La plantilla laboral es de 15 personas, y seis son repartidores ciclistas que entregan en toda la ciudad de lunes a viernes, desde Santa Fe, al Aeropuerto, Centro Histórico y zonas de oficinas como La Condesa y Polanco. Por sus filas han pasado ciclistas de múltiples regiones del mundo, desde Estados Unidos, pasando por Escocia, hasta Japón. Sin entender del todo por qué, Mariana recibe pedidos de escuelas y para eventos especiales. Este negocio ha interesado incluso a los gigantes corporativos, pues Los Loosers dio un servicio para Nike, además de dos eventos especiales para más de 200 personas. En el largo plazo, Mariana quiere que la Ciudad de México sea el referente del veganismo y espera abrir otro espacio para aumentar la panadería, pero al no tener préstamos ni inversionistas (ni deudas) lo ve aún difícil, aunque al recibir comentarios de otros lugares del país y del mundo se pregunta: “¿y si lo hacemos?”

 

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